En el día de hoy les trabajadores de la Clínica San Andrés acampan en las puertas del PAMI, exigiendo respuestas.
Ya son casi tres meses desde que los “Surachi”, dueños de la clínica, decidieron vaciarla y dejar en la calle a 144 trabajadoras y trabajadores de la salud. El nosocomio era el principal prestador del PAMI en la zona, su cierre no solo deja a 144 familias a la deriva, sino que también desampara de atención médica a cientos de ancianes de Caseros.
En días donde los contagios por Covid-19 alcanzan cifras récord, las vacunas son aplicadas a cuenta gotas y otra vez peligran de colapso varios hospitales, el gobierno no toma políticas para revertir la situación. Basta con ver el transporte público desbordado para rápidamente repudiar los dichos de la ministra Vizotti, las fábricas y escuelas son un enorme foco de contagio y negarlo demuestra que la vida y salud de les trabajadores poco les importa, así como poco les importa el futuro de les 144 trabajadores.
Mantener cerrada una clínica que está en condiciones de funcionar es criminal, teniendo en cuenta lo cercanos que estamos a un nuevo colapso del sistema de salud. Con 12 camas de terapia intensiva y respiradores, con una nueva y moderna guardia de atención inmediata y la capacidad de atender más de 50 pacientes internades, la clínica está en condiciones objetivas de abrir, pero no hay voluntad política por parte de los gobiernos, ni intenciones de parte de los dueños que juegan con la especulación.
Desde el MST en el FIT Unidad, hoy estaremos acompañando el acampe, seguiremos luchando junto con les trabajadores exigiendo la reapertura inmediata de la clínica, con todes sus trabajadores dentro.
Sasha Lyardet