El cine de terror tiene una larga tradición en ser usado para exponer una crítica social al exagerar un elemento latente en nuestra sociedad a un nivel que nos parezca grotesco o nos asusté. Clásicos que muestren esto hay muchos. Quizás el más claro sea “They leave” de Jhon Carpenter o George Romero con “Night of the living dead”.
Jordan Peele toma la posta en representarlo. Actor, guionista y productor de series y películas que desde su ópera prima “get out” (2017) en adelante, nos muestra un cine con un contenido social directo y va profundizando su crítica.
Cuando hablamos de Jordan no hablamos de un director que esté buscando en la estructura, fotografía o dirección una vuelta de rosca extra, como podría suceder con otros directores del género del momento, como Robert Eggers o Ari Aster. Peele parte de estructuras clásicas del cine del terror, para desde el guión y los personajes plantear una crítica profunda a la realidad que se vive. También una diferencia central es que sus peliculas tienen el apoyo de una gran empresa cinematografica como Universal Studio y sin embargo logran pasar ese filtro sin perder la fuerza de su mensaje.
Los giros son claros y, salvo en “nope”, sus personajes principales son negros, hijos del racismo inherente a la sociedad capitalista y en Estados Unidos razón de las últimas movilizaciones masivas con el Black Lives Matter debido al asesinato de George floyd por la policía. Pensando en esto marco que al inicio y al final de “get out” hay dos escenas que ejemplifican muy bien el racismo de la policía yanky. Aunque todes sabemos que no le es exclusiva, el personaje principal tiene que relacionarse con la policía y actúa sabiendo que por su color de piel siempre va a ser un posible sospechoso para ellos aunque no sea de los sectores populares.
El punto de partida de sus protagonistas es claro: persona de color de clase media acomodada. Pero por esto también se hace evidente el techo de cristal que el racismo genera: siempre hay un blanco cerca en una mejor condición económica.
Películas de género: sí, pero no
La filmografía de Jordan Peele se alimenta de los formatos clásicos, juega con los estilos pero los distorsiona, al ser los personajes principales negros, no son los primeros en morir como en la generalidad de los slayers y los encuentros entre etnias son vistos, y sentidos, con la presión social de los protagonistas.
Peele como fanático del cine del terror pero con una carrera previa en la comedia, sabe como endulzar los inicios para que nos vayamos poniendo en sintonía hasta que aparece ese elemento que nos va llevando al terror.
Por esto, las películas en muchos momentos son más luminosas, cómicas que una película de terror normal, son incómodas durante muchos momentos pero no tenebrosas.
Cada película, un paso adelante en la crítica social
Se ve progreso de la crítica entre la primera y la segunda película. En “Get Out” la historia gira en torno a Chris que va a conocer a la familia blanca de su novia y evidencia el intento de mostrarse como antiracista de ciertos sectores progres de Estados Unidos pero que en realidad no es tal, se vanaglorian a los negros por la “capacidad de su cuerpo”.
Por otro lado, en “Us”, una pelicula dónde una familia se va de vacaciones y un grupo los secuestra, va un paso más allá marcando que no solo lo social sino también lo economico definen como uno actúa frente a la realidad en la que vive.
“Nope” es una película sobre una familia criadora de caballos que intenta mejorar su situación económica a través de filmar un OVNI. Como ya se dijo más arriba esta es diferente y la crítica menos directa. A través de esta película Peele se mete contra la cultura de las redes sociales y la industria del entretenimiento. Nos muestra la brutalidad y alienación que estos dos elementos juntos generan y la desesperación que tienen quienes en algún momento disfrutaron el “lado bueno” de esa industria y su poder.
Un cine crítico, que incomoda al “woke” (el progresismo cómodo que no discute el aspecto de clase del racismo) y expone las profundidades de la realidad que vivimos, donde la imagen vale más que lo que se hace y dice. Esto es lo que viene a mostrar este director que esperemos tenga algún nuevo material en los próximos años.
Pedro Pallero