Alberto Fernández cerró el acto de campaña del Frente de Todos con un discurso que, echándole la culpa de las tremendas dificultades que atraviesa el país a la herencia recibida del gobierno de Macri y a la pandemia, reivindicó los “logros” de su gestión. Invitado por C5N, nuestro compañero Alejandro Bodart, candidato a diputado nacional por el MST en la PASO del FIT Unidad, intervino a continuación de la transmisión del acto señalando la necesidad de dejar de pagar la deuda y romper con el FMI para enfrentar la catástrofe social que atraviesa la Argentina.
Con centro en el acto de Mar del Plata, donde estuvieron presentes los candidatos Tolosa Paz y Daniel Gollán, el gobernador Kicillof, la vice Magario y el presidente Fernández se realizó este miércoles 8 el cierre de la campaña de la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos. Se incorporaron al mismo por teleconferencia Máximo Kirchner que presidía un acto en Bahía Blanca y Sergio Massa, que hacía lo propio en Junín.
En su discurso, Alberto Fernández le echó la culpa del atraso salarial a la pandemia, sosteniendo que gracias a los esfuerzos de su gobierno “el salario real está igual que en diciembre de 2019”. Una mentira de compromiso, ya que estamos muy lejos de la promesa de campaña de “que los trabajadores le ganen a la inflación con sus sueldos”. Pese a las excusas del presidente, estas son las elecciones con los índices más bajos de salarios en muchos años. También criticó las recientes declaraciones de Juntos exigiendo mayor flexibilidad laboral, sin referirse en ningún momento a la enorme cantidad de trabajadores que siguen precarizados durante su gestión.
Como señaló Bodart, “los salarios de los docentes son malos, lo mismo que los de los trabajadores de la salud. En los municipios del Gran Buenos Aires ganan 25.000 pesos algunos de los trabajadores de la primera línea, lo cual los obliga a trabajar en dos o tres lugares, hay una precarización laboral tremenda. El Estado es precarizador porque tiene miles y miles de empleados contratados en condiciones de precariedad”.
Refiriéndose a la actuación de su gobierno frente a la pandemia, Fernández señaló entre otras cosas que pusieron 3.000 camas de terapia intensiva y se construyeron en el país los respiradores necesarios, para lo cual “cerramos las exportaciones” de los mismos “porque privilegiamos la salud de los argentinos”. Reivindicó la confección de barbijos contra el Covid 19, los test rápidos y PCRs aportados por la ciencia local, señalando que “el 21 o 22 de diciembre empezamos a vacunar”, soportando las críticas de los que “nos decían que nos estábamos comprometiendo geopolíticamente porque las vacunas estaban realizadas por un instituto ruso… después fuimos por las vacunas chinas (…) en un proceso de vacunación que se aceleró cada día más”.
Lo que no explicó este defensor de la vida, “para nosotros la vida vale mucho”, es por qué la Argentina es uno de los diez países del mundo con mayor índice de muertos cada millón de habitantes. Tampoco dijo por qué se negó a unificar el sistema de salud beneficiando así a los empresarios de la salud privada, o por qué redujo en este 2021, en medio del crecimiento exponencial de contagios y muertes, el presupuesto destinado a la pandemia, que ya era totalmente insuficiente.
Sobre las vacunas tampoco dijo nada sobre por qué no declaró de utilidad pública el laboratorio de mABxience de Pilar donde se producen las vacunas de AstraZeneca -que no cumplieron con las entregas pactadas, enviando su producción a México-, tal como propusimos desde el FIT-U, con lo cual se hubieran salvado decenas de miles de vidas. Fernández, no casualmente, habló de vacunas rusas, chinas y americanas, y de estas que se producen en el país desde un principio, no dijo nada.
A diferencia de lo que reivindica con los respiradores producidos por dos hermanos cordobeses, con las vacunas no se “cerró la exportación”, ni se “privilegió la vida de los argentinos”. Cuando se trata de defender los negocios de los laboratorios, no hubo grieta entre el Frente de Todos o la oposición de Juntos. Los negocios han sido y siguen siendo más importantes que “la defensa de la vida”.
En otro pasaje de su discurso, se dedicó a denunciar los desastres que dejó Macri con la deuda externa, señalando que al fin de su gestión “entre agosto y octubre se fueron U$S 23.000 millones de la Argentina”. Una fraudulenta deuda, por un total de U$S 53.000 millones entre capital e intereses que, aunque no mencionó en su discurso, ahora está acordando cómo pagarla al FMI.
Respondiendo a este aspecto del discurso presidencial, Alejandro Bodart, señaló: “Si no se investiga la deuda y se sigue pagando no hay ninguna salida para el país, ninguna. Nosotros lo decimos con claridad, miente el que dice que va a pagar la deuda, que va arreglar con el Fondo y va a solucionar algunos de los problemas que tenemos. Es lo mismo que se ha dicho desde que volvió la democracia hasta acá y por eso tenemos 51% de pobreza, 15% de marginalidad.”
Continuó: “Una medida extraordinaria es suspender los pagos de la deuda e investigarla, y mientras tanto atender esta catástrofe social que tenemos. Hacer un plan de obras públicas para construir viviendas, que son un drama social, que crearían trabajo; y además establecer la jornada laboral de 6 horas con igual salario, tienen espaldas las grandes empresas, tienen espaldas de sobra y el que diga que no tienen, que muestre los libros”.
El presidente señaló también los avances de la recuperación económica, o mejor dicho de los negocios empresarios, entre ellos el “récord de exportaciones” del agro, la “exportación de granos y oleaginosas, los puertos del Paraná no dejaron de trabajar un solo día”. Lo que no explica el primer mandatario es cómo con semejante ingreso de dólares al país, la pobreza no deja de crecer mientras los empresarios se enriquecen cada vez más.
Nuestro candidato a diputado nacional por el MST interrogó al respecto: “¿Qué se va a hacer con el 1% más rico? Hubo un aporte solidario por única vez que tocó a las personas físicas, no tocó a las empresas y abarcó a sólo 12.000. ¿Se va a hacer un impuesto permanente para que esa gente colabore?, ¿es bueno que solamente 1.200 familias sean dueñas de la tierra de la provincia de Buenos Aires que acumulen toda la riqueza del país, que tiene exportaciones récord y que esa plata no vaya a la gente? Si no discutimos esas cosas el país no tiene salida”.
No “hay dos modelos de país” entre el Frente de Todos y Juntos. Ambos con matices en sus discursos y propuestas no tiene grieta a la hora de acordar con el FMI. Como señaló Bodart, solo la izquierda va a oponerse a este acuerdo ruinoso para el pueblo argentino en el Congreso. Tampoco hay diferencias de fondo en torno a defender los intereses empresarios.
Fernández terminó su discurso llamado a votar “por ustedes, por el pueblo, por los argentinos y las argentinas, por los enfermeros y las enfermeras, por los médicos y las médicas, por los maestros y las maestras, por cada trabajador y trabajadora, de esta maravillosa Argentina”.
La respuesta no se hizo esperar: “Es lindo hablar de los docentes, pero en las listas (del gobierno) no hay docentes al frente. En las únicas listas que hay trabajadores es en las nuestras. De principio a fin son todos trabajadores, trabajadoras docentes, de la primera línea, metalúrgicos. Vote gente como usted, vote gente que vive en los barrios que vive usted, no en los countries. Vote gente que vive y se transporta como usted en transportes abarrotados. O sea, vote gente como usted si quiere que las cosas cambien”.
Vote a Alejandro Bodart en provincia, a Cele Fierro en Capital y a todos los candidatos del MST en la PASO del FIT Unidad.