viernes, 22 noviembre 2024 - 06:14

Cierre de alianzas electorales. Entre la rosca, las perspectivas de ajuste y aumento de las luchas

Al finalizar el día conoceremos finalmente cómo quedará diseñado el mapa electoral de las alianzas electorales. Tras tanta rosca efectuada por las principales coaliciones del régimen político local, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, tendremos a la vista finalmente la “resolución” de los conflictos internos, que como venimos remarcando en este medio, no se pueden desconectar para nada con la crisis económica que atraviesa el país. A la par, un poco más temprano, específicamente a las 16 horas, se dará un dato que viene vapuleando el bolsillo de los trabajadores de forma constante, el INDEC publicará el nuevo Índice de Precios al Consumidor, reflejando otro mes de alta inflación. Hagamos un repaso de la situación interna de cada fuerza.

Frente de Todos

Después de que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner hayan decidido no jugar en la próxima contienda electoral, el Frente de Todos sumó una cantidad de nombres importantes de cara a la presidencia. Contrariamente a Juntos por el Cambio, al menos hasta el momento no se debate por quién sumar a la alianza electoral; sino si todos permanecerán en la mismo con el actual sello u otro para intentar despegarse del rotundo fracaso para sus bases que ha significado el actual gobierno.

Los nombres en danza de Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro, Daniel Scioli, Agustín Rossi y Juan Grabois son los que, a la misma vez, han manifestado los roces entre las diferentes fuerzas que compone el frente oficialista. Más allá de las amenazas, el Frente Renovador conducido por el actual ministro de Economía, luego del fin de semana pasado, finalmente resolvió permanecer en la coalición por más que no se opte por presentar una única candidatura para las elecciones presidenciales. Como lo dijo el propio Massa, si hay PASO, lo van a tener que anotar a él.

Por el lado de Wado de Pedro, alfil de la vicepresidenta durante este gobierno, nunca hubo o existió una amenaza de romper con el Frente de Todos. Más bien, el ministro del Interior se ha dedicado a buscar apoyos empresariales, sindicales -estuvo con el burócrata de Barrionuevo- y hasta militar. La figura del “progresismo” -que la encarnó un productor agrario con llegada al presidente de Clarín, Jorge Rendo- para lo que trabaja en estos días es para hacer extender su imagen y lograr instalar su candidatura de cara al cierre de lista del próximo 24 de junio.

El caso de Daniel Scioli y Agustín el “chivo” Rossi, quienes comenzaron su campaña de alguna forma con el padrinazgo del presidente en retirada, como Wado de Pedro tampoco han puesto en cuestión la unidad del frente oficialista que hoy aplica el ajuste del FMI, cumpliendo con cada detalle solicitado por los burócratas de Washington. Más bien, las rispideces que se dan encabezadas por estos personajes del peronismo, son sobre impulsar una interna en la carrera presidencial y obturar la idea de Massa de ir con un único candidato.

De los mencionados quedaría destacar que Grabois, más allá de mostrarse crítico al gobierno, hasta el momento tampoco ha manifestado intenciones de romper con el frente. Coquetea discursivamente, queriendo posar de combativo, pero hasta el momento, con su fuerza Patria Grande, sigue formando parte de la coalición que hundió en la pobreza a más del 40% de la población en general. Quedará ver en estas horas de definiciones si existe una postura diferente.

Para cerrar la discusión del Frente de Todos, como lo refleja un artículo de Página 12, hoy lo que se pondrá en discusión de forma más acalorada que cualquier otra cosa, es que “el reglamento que se presentará a última hora deberá establecer las reglas para una posible competencia en las PASO, además de las alianzas, por más que después, a último momento, la política defina que no se hagan. El marco regulatorio tiene que quedar asentado. Allí se establecerán cuáles son las condiciones para presentar una lista y cómo se van a desarrollar las PASO para después, el 24 de junio, presentar finalmente los nombres de los que competirán y sus avales. También deberá presentarse el nombre de la alianza y los partidos que la integran”[1]. Mientras, a las presiones por una candidatura única, se suma una presión manifestada por la CGT, una central sindical en la que sus dirigentes, en vez de estar trabajando para unir las luchas en curso contra el ajuste, bregan por una única figura política del peronismo quien sea el que acelere más el hachazo hacia los ingresos y salarios.

Juntos por el Cambio

Seguramente este es el frente patronal que de cara al cierre de alianzas presenta más rencillas internas. La discusión que se hizo pública para ver si se integraba o no al actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, fue la que profundizó la disputa entre los diferentes sectores del PRO: los “halcones” y las “palomas”. Sin embargo, este último espacio, liderado por el presidenciable Horacio Rodríguez Larreta cuenta con el apoyo de la totalidad del resto de los partidos que integran Juntos por el Cambio para expandir la coalición.

La carta que firmaron hace dos días el jefe de gobierno porteño, Gerardo Morales, Maximiliano Ferraro, Elisa Carrió, Gustavo Valdés, Miguel Ángel Pichetto, José Luis Espert y Martín Lousteau muestra la confluencia de la mayoría de los sellos en apoyo a esa orientación. En la otra vereda de la coalición Patria Bullrich, apoyada en la compañía de Mauricio Macri, ya descartado en la carrera electoral, se opone rotundamente a la ampliación de la coalición y centralmente a la idea de sumar a Schiaretti.

Según diferentes análisis, esta rosca ya quedó descartada, y además ambas partes dejaron trascender que no corre ningún riesgo de ruptura la coalición que durante la gestión de 2015 a 2019 fue la responsable de traer nuevamente al FMI. Sin embargo, más allá de estas definiciones, que se podrían tomar como una victoria interna de Bullrich, también se ve como un triunfo de Larreta al lograr aislar dentro Juntos a su correligionaria. Lo cierto es que la interna no se ha terminado.

Al igual que el Frente de Todos, los aspectos técnicos y el reglamento interno es lo que ocupa a los partidos de la coalición patronal opositora del oficialismo. Volviendo a la interna y a la última idea remarcada, según lo refleja un artículo, la idea de Schiaretti dentro del frente no está descartada. Si bien no participará de la coalición, la nota aludida de La Nación refleja: “No habrá ‘frente de frentes’, pero le quedan otras alternativas, como negociar un lugar en la lista e incorporarlo como extrapartidario. ¿Vice de Larreta o diputado? ‘Todo está abierto. A partir del jueves retomaremos las conversaciones’, dicen en el entorno de Larreta. Por lo pronto, Schiaretti se alista para anotar este miércoles su frente “Hacemos por nuestro país” para disputar la presidencia”[2].

En el fondo de la cuestión, un espacio del frente refleja la idea de encarnar una “unidad nacional”, misma política que ha expresado Cristina Fernández de Kirchner, para comprometer a todos los partidos patronales en la aplicación de los planes de austeridad fondomonetaristas que todo indican que se profundizarán. Por otro lado, Bullrich y Macri, compartiendo el proyecto de ajustar más se muestran como una ala radicalizada del frente, que quiere competir con la sangría de votos que le significa el fenómeno de Javier Milei y los liberfachos, admitiendo también la idea de aplicar el mazazo a los trabajadores en menos de 6 meses.

Los liberfachos

Vale destacar que la alianza nacional de los libertarios, integrada por el Partido Demócrata, el Partido Libertario, Fuerza Republicana, el Partido “Unite por la Libertad y la Dignidad”, la Unión Celeste y Blanco y el Partido Renovador Federal, fue presentada con anterioridad.

Este frente hoy no participará tanto de la discusión nacional, y si ocurre, como pasa en varias editoriales, es para poner en cuestión al fenómeno de derecha. Sin dejar de encarnar una expresión de la creciente polarización social y política que existe tanto en el país como en el continente, el espacio de Javier Milei, ante cada elección provincial que transcurre pone más en duda pone su potencial electoral.

La fuerza conservadora que quiere terminar con cualquier derecho democrático, laboral y de cualquier índole de los trabajadores no ha tenido éxito alguno por ahora. Más bien como lo expresa la columna de Eduardo van der Kooy: “El domingo último fue aliado en Tucumán con Ricardo Bussi, hijo del ex militar, represor y gobernador provincial de la dictadura. No llegó al 4% de los votos, en su peor versión electoral. En un tiempo alcanzó el 14%. Antes le ocurrió algo parecido en La Rioja. Su apuesta tuvo una mejor presentación: impulsó a Martín Menem, sobrino del ex presidente. Sacó solo el 13% con manchones en lugares emblemáticos para aquel apellido: en Anillaco, por caso, solo reunió un 6%”[3].

Por ahora, sin descontar que el fenómeno pueda tener su potencialidad en el AMBA, la única noticia del espacio de Milei es el fracaso en las elecciones provinciales.

El FIT-Unidad, el único frente de los trabajadores

El FIT-Unidad también es una de las alianzas que se inscribirá en el día de hoy. El frente que significa una conquista para los trabajadores y sectores populares se encuentra ante grandes posibilidades de convertirse en una herramienta que organice a miles y miles de cara al ajuste que se va a profundizar gane quien gane de las coaliciones que repasamos anteriormente. Esto no lo sostenemos como una profecía a cumplirse, sino a partir de la orientación política estratégica de todas las coaliciones que representan a los capitalistas locales e internacionales, ni hablar de su ligazón con las instituciones del imperialismo como el FMI.

Sin embargo, es de resaltar que el frente, sin correr riesgo de ninguna forma su unidad, presenta debates hacia su interior. Debates también de carácter estratégico. Representados por un lado por el MST y el PO, que convocan este 17 de junio a discutir el programa, el carácter del frente y las candidaturas en un plenario abierto de la izquierda de cara al país que se viene. Del otro lado, el PTS, con el seguidismo de IS, busca imprimir un proyecto hegemonista al interior del frente, negando prácticamente la existencia de las demás fuerzas y consolidando una característica netamente electoral; negándose además a debatir y a que decida la militancia y los trabajadores que simpatizan con el FIT Unidad

Con desafíos nuevos puestos por la lucha de clases, que más allá de las particularidades propias de las provincias de Jujuy y Salta, es necesario poner en pie una herramienta política que funcione de forma cotidiana y organice miles de activistas de cara al país que se viene. Ese, como lo sostenemos desde el MST, tiene que ser el rol del FIT-Unidad. Un polo de atracción para los trabajadores y sectores populares, dispuesto a abrirse a más luchadores y organizaciones con las que hoy compartimos la calle, sosteniendo el programa anticapitalista y socialista que hoy levantamos, para afrontar la perspectiva de lucha venidera.


[1] La negociación puertas adentro en el cierre de alianzas y el sello que puede cambiar. Página 12 (14/6/2023)

[2] Luego de los cruces por el affaire Schiaretti, Larreta cierra filas con el sector aperturista de JxC y busca aislar a Bullrich. La Nación (14/6/2023)

[3] Pasan las elecciones provinciales y el enigma indescifrable de Javier Milei se agiganta. Clarín (14/6/2023).

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