La acumulación de tensiones sociales y políticas que comenzaron a estallar entre el 15 y el 16 de diciembre en la provincia son tales -luego de la aprobación express del proyecto de zonificación minera- que el proceso de rebelión en curso apunta no solo contra el odiado gobierno de Arcioni-Sastre (promotor junto al gobierno nacional del proyecto minero) sino contra el conjunto del régimen político ordenado por el saqueo sistemático al pueblo trabajador y la destrucción ambiental del territorio a manos de los pulpos capitalistas. Se desarrolla una rebelión con resultado abierto.
El pasado miércoles 15 se desarrolló una sesión especial citada para nombrar jueces adictos al Superior Tribunal de Justicia. Luego de un cuarto intermedio, lxs diputadxs entregadores de nuestros bienes comunes aprovecharon la oportunidad de aprobar por simple mayoría el proyecto 128/20 de zonificación minera que en unos días más perdía estado parlamentario.
Adelantándose maniobreramente a la sesión ordinaria del jueves, 14 diputados votaron afirmativamente, entre ellxs diputadxs del peronista Chubut al Frente y del Frente de Todos en sus distintas variantes, desde camioneros hasta petroleros. 11 diputadxs votaron en contra, pero de conjunto le dieron quórum a esta nueva estafa y entrega antidemocrática. De este modo, el conjunto de los legisladores provinciales escriben una nueva página luctuosa para el pueblo y los intereses de las mayorías, obedeciendo ciegamente a sus propósitos de garantizar las ganancias de empresas imperialistas y sus satélites locales que arrasan con todo, medioambiente incluido.
Párrafo aparte merecen las burocracias sindicales de UOCRA, Camioneros y Petroleros entre otras, que apoyaron inescrupulosamente la ofensiva minera del gobierno y ya habían lanzado incluso una movilización para el día jueves bajo la muy engañosa consigna de “trabajo” para encubrir su vocación pro-patronal. Muy por el contrario, la nueva conducción de ATECh que integramos sumó al paro ambiental declarado por la CTA, convocó a la docencia y puso micros a disposición de la lucha. Dos métodos diametralmente opuestos.
Cronología de una rebelión y la represión
Ante la aprobación de la Ley de Zonificación Minera al servicio de PanAmerican Silver, vecinxs, activistas y organizaciones rodeamos Legislatura y a cambio recibimos gases, balas de gomas y perdigones a manos de la policía que garantizó así la huida de los diputados. Inmediatamente miles de vecinxs se acercaron a las inmediaciones de la Legislatura para repudiar la represión y comenzó la resistencia popular que se extendió por todo el centro de Rawson durante más de cuatro horas, entre avances y retrocesos frente a las fuerzas represivas.
Hacia la 1:30 a.m. del jueves, al lograr dispersar y dividir a quienes nos encontrábamos resistiendo, comenzó una feroz cacería por parte de infantería, quienes desde camionetas dispararon a quemarropa a quienes nos encontrábamos en retirada. En simultáneo, en ciudades como Trelew y Comodoro se realizaron movilizaciones y concentraciones autoconvocadas que fijaron cita para movilizarse durante el jueves.
El jueves 16 desde el mediodía Rawson empezó a colmarse de pueblo para exigir el veto por parte de Arcioni a la ley de zonificación; sin embargo este la promulgó, nuevamente de manera express. La bronca motivó que miles se acerquen a Rawson y la bronca popular ante esta falsa democracia, que no es más que la dictadura de las corporaciones mineras volvió a estallar, esta vez frente a Casa de Gobierno. Esta masividad se replicó en las principales ciudades, como Comodoro, Esquel y Puerto Madryn con miles y miles en las calles.
En la capital, la respuesta fue nuevamente gases, balas y otra feroz cacería, esta vez incluso disparando hacia la entrada del Hospital de Rawson, donde varixs nos resguardábamos luego de ser dispersados por la represión. Han trascendido incluso videos de la policía ingresando a comercios y sacando gente por la fuerza, a los golpes.
Al finalizar la jornada de lucha del día de ayer jueves en la que ardió Rawson, también sufrimos la represión en las rutas quienes regresábamos a Trelew, donde pretendieron llevarse detenidos a compañerxs cartoneros. Logramos que no suceda, aunque fueron golpeados brutalmente; y mientras esto ocurría, vecinxs que se encontraban concentradxs en Trelew también sufrieron la represión por parte de la policía del Chubut frente a la municipalidad.
En las últimas 48 horas se desarrollaron más de 30 detenciones, pero al momento de escribir este artículo todxs lxs compañerxs se encuentran liberadxs y la mayoría de ellxs sin causas en su contra; decenas fueron hospitalizadxs por la represión, y aunque si bien la mayoría no son de gravedad, sí hay entre ellxs niñxs que se movilizaron con sus padres que sufrieron también la violencia del Estado que repudiamos enérgicamente.
En horas de anoche hasta circuló la versión de un posible Estado de sitio; sin embargo el gobierno carece de correlación de fuerzas para imponerlo ya que el pueblo sigue firme y no está en sus planes dejarse doblegar. A pocos días de cumplirse 20 años del Argentinazo, sus lecciones siguen más que vigentes.
Que se vayan todxs, que no quede ni uno solo
El régimen político provincial, azuzado por el gobierno nacional arremetió contra un pueblo que lleva 19 años luchando denodada, pacífica y democráticamente contra la instalación de la megaminería trasnacional que pretende nuevamente situar el suelo provincial como zona de sacrificio. La respuesta popular, la indignación y la ira están empezando a producir un verdadero tembladeral político con epicentro en la ciudad capital de Rawson. Las imágenes que ayer circularon por los más diversos medios de comunicación así lo atestiguan. Miles marchando en todas las localidades exigiendo la derogación inmediata de la zonificación minera, incendios en edificios públicos icónicos del poder político. Y una represión salvaje de parte de la policía provincial acostumbrada a hostigar y reprimir a las clases populares.
Que la ciudad de Rawson, convertida para el pueblo en símbolo del oprobio y el atropello más desembozado de parte de una verdadera casta política llena de privilegios, corrupta hasta la médula y fiel servidora de los poderosos, hoy se encuentre en llamas nuevamente es un indicador profundo de los tiempos que corren en un mundo signado por la crisis capitalista, la polarización social y un ascenso en la lucha de clases que día a día va poniendo blanco sobre negro las posiciones y los bandos en disputa más allá de la espuma demagógica de las grietas de los que por arriba apuntan contra los pueblos que resisten y la clase trabajadora.
Esta nueva oleada de movilizaciones callejeras esbozan un nuevo estallido contra el brutal plan de saqueo y destrucción del gobierno, se inscribe en el marco de la pelea abierta que iniciara en la provincia la clase trabajadora en 2018 y 2019. Luego del impasse de la pandemia, los elementos sociopolíticos ya explosivos antes de la misma no han sido sino exacerbados por la política llevada a cabo por el gobierno provincial de Arcioni y el gobierno nacional de Alberto Fernández. De conjunto, el régimen político provincial, aferrado a instalar la megaminería, la baja salarial y el vaciamiento de todo lo público se ha lanzado a intentar frenar las fuerzas liberadas por medio de la represión.
Por una salida obrera y popular
Exigimos un alto a la represión. Basta de atropellos de parte de las fuerzas represivas contra el pueblo. Derogación inmediata de la zonificación minera. Imponer un paro general y darle continuidad a las movilizaciones hasta que caiga la zonificación minera y se vayan Arcioni-Sastre y todos lxs diputadxs entregadores. Vamos por un plan económico alternativo de emergencia que empiece por el no pago de las deudas externas fraudulentas. Que esa plata vaya a la emergencia social, a verdaderas obras públicas y de viviendas que generen empleo. Urgente aumento general de salarios y mayor presupuesto para salud y educación.
Debemos refundar Chubut al servicio de las mayorías populares y en defensa de los bienes comunes. Por eso, junto a la exigencia de que se vayan el gobernador y todos sus socios, planteamos la necesidad de una Asamblea Constituyente libre y soberana, o el mecanismo democrático que el pueblo opte para deliberar y decidir desde abajo hacia arriba. Todo esto en el camino de un gobierno de los que nunca gobernamos, lxs trabajadorxs y el pueblo.
Juan Aquino y Maxi Masquijo