miércoles, 20 noviembre 2024 - 02:41

Chubut. No a la mina: a 18 años del primer grito

Hoy no es un día más para la comunidad chubutense que defiende el agua y el territorio en contra de las mineras.  Se cumplen 18 años de una pueblada que cambió la historia de Esquel y de toda la provincia, abriendo una senda para los pueblos y provincias de Argentina y también más allá, que resisten la minería metalífera a cielo abierto o megaminería, como acuñó Esquel.

El 4 de diciembre del año 2002 estaba prevista la audiencia pública del proyecto minero Cordón Esquel, en manos de la canadiense Meridian Gold. Desde septiembre de ese mismo año el pueblo esquelense empezó a inundar lugares públicos con asambleas autoconvocadas y luego las calles de la ciudad gritando “no a la mina”. Este proceso tuvo lugar luego de un breve lapso inicial donde incluso se abrieron ciertas expectativas sociales positivas con el potencial arribo de la minería en el contexto del pauperismo creciente que había acumulado la nefasta década de los 90.

La rebelión popular de esos años pospuso de un manera indefinida esa audiencia pública que el pueblo ganó en las calles, enfrentado a todos los gobiernos: el provincial en mano de Lizurume (UCR), el municipal en manos de Williams (PJ), y el nacional en manos de un Duhalde (PJ) en retirada. El argentinazo de diciembre de 2001 es el telón de fondo sociopolítico del enorme triunfo popular de aquel 2002, que meses más tarde sellara el plebiscito municipal (no vinculante) de marzo de 2003.

Desde aquel entonces a este 2020 pasaron muchos gobiernos, tanto provinciales como nacionales, y los embates mineros nunca frenaron. Pese al plebiscito de 2003 -donde el 82% del pueblo votó NO a la instalación de un emprendimiento minero a 7 km del casco urbano de Esquel) y pese a la ley 5001 que prohíbe la megaminería a cielo abierto en todo Chubut, nos encontramos hoy con un proyecto de zonificación con estado parlamentario impulsado por el cínico gobernador Mariano Arcioni y por el gobierno nacional, con los ministros Kulfas y Hensel como mayores exponentes, en el marco del Plan Nacional Minero. Proyecto que busca determinar zonas de sacrificio donde sí se habilite esta actividad extractiva.

Pero la lucha plurinacional contra la megaminería nunca claudicó ni va a claudicar. Hoy marchamos festejando y celebrando la “mayoría de edad” de esta lucha consciente, pero bien atentxs porque la Legislatura provincial, el gobierno provincial, el gobierno nacional, los medios de comunicación oficiales (y con pautas mineras) y el lobby minero siguen insistiendo en darle curso a una ley que es inconstitucional, que viola derechos de las comunidades originarias, que tergiversa en su presentación datos del CONICET, que usa trolls mineros para defenderlo en las redes, que invoca al “creador” para extraer los recursos y que, lo más lamentable, desoye al grueso de la población chubutense.

El #Chubutaguazo tiene clara su postura y la repite en todas las marchas diarias que se vienen efectuando a lo largo de la provincia en las últimas semanas: rechazo a la zonificación saqueadora y empobrecedora, apoyo y aprobación de la Iniciativa Popular 2020 que juntó más de 30 mil avales en plena pandemia y que prohíbe en su proyecto de ley la megaminería en cualquiera de sus etapas y formas, así como también el uso de químicos en sus procesos.

Hoy las asambleas del no a la mina se han diseminado por todo el territorio y son parte del capital político más preciado de este pueblo luchador. Las generaciones de pibes, que eran bebés o muy niñxs en el comienzo de esta lucha, protagonizan hoy las asambleas y las marchas que nunca cesaron y tuvieron continuidad el día 4 de cada mes desde hace 18 años. Por eso, no hay mejor manera de festejar este aniversario que estar en las calles, marchando con lxs compañerxs y cantando: “no es no”, “no pasarán”, “la cordillera no se toca”, “el agua se defiende”, “el pueblo no cambia de idea, no quiere a la mina en toda la región”, entre otros tantos gritos de guerra.

La dignidad del pueblo, al igual que la montaña, sigue en pie y no se vende. De la cordillera a la costa, pasando por la meseta, decimos: no a la megaminería.

Mariano Rossi y Maxi Masquijo- Red Ecosocialista Chubut

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