Este miércoles 10, en el marco del paro nacional y como parte del sostenido plan de lucha que venimos realizando en Chubut con la ATECh, concretamos un muy fuerte paro y movilización en Rawson, así como movilizaciones en otros distritos.
Hace tiempo que la docencia, junto a las y los estatales, la salud y otros sectores, enfrentamos al gobierno de Arcioni y el Frente de Todos. Pero este paro nacional fue el primero en casi 3 años, que convocó la conducción Celeste-Violeta de CTERA al gobierno de Alberto, Cristina y ahora el “súper” ministro Massa, quienes ajustan para cumplir con el FMI.
Por eso, un motor clave del paro, fue reclamar mayor salario en Chubut y en todas las provincias, por la reapertura incluso de la paritaria nacional y por un aumento inmediato del Presupuesto Educativo al 10% del PBI, entre otras demandas.
Luego de años de letargo de la Celeste fue Chubut y su aguerrida docencia, junto al proceso en 11 provincias, la que obligó y pechó para transformar en paro la “jornada de protesta” de CTERA, que inicialmente habían definido para este 10 de agosto. El último paro nacional había sido en 2019, a instancias de la lucha sindical de esta provincia, la que resiste una ofensiva ajustadora y represiva brutal a manos de un gobierno que accedió al poder en 2015, con buenas migas con la administración macrista. Y que luego del deterioro de esa coalición de gobierno, se pasó al Frente de Todos, justamente ese año.
Más allá de los firuletes oportunistas que acostumbran los partidos patronales, el hilo de continuidad ha sido el ajuste al pueblo trabajador; el recorte y desconocimiento de derechos; el endeudamiento externo fraudulento y la continuidad de su esquema de acumulación capitalista por despojo de bienes comunes, territorios y empobrecimiento generalizado de la clase de quienes vivimos de nuestro trabajo.
Desde la Atech le veníamos reclamando a CTERA el paro y acciones en apoyo a Chubut y a las demás provincias para triunfar. Pero la Celeste aísla y deja sola las luchas. Llamaron el 10 debido a la enorme presión de las bases y por la condena a uno de sus referentes de la Celeste, Santiago Goodman, el ex secretario general de la ATECh.
Incluso centraron el paro por su absolución, un reclamo que compartimos por tratarse de una condena inadmisible. Pero este aspecto fue usado por la derecha macrista, los sectores privatistas y medios corporativos para criticar el paro y decir que “se deja sin clases a los chicos” por el juicio a un dirigente en una provincia. Lo que, decían, debería resolver y condenar la justicia.
Por eso viajó a Chubut una cantidad nunca vista de dirigentes que participaron de la movilización y el acto en Rawson. Estuvo Sonia Alesso por la Junta Ejecutiva de CTERA y muchos representantes de gremios como SUTEBA, UTE, Aten, UDAP, UEPC, UnTeR o UTELPA, además de ADOSAC. También los otros gremios docentes de Chubut como SADOP y Sitraed, ATE, SISAP, Judiciales, las dos CTA, la Unidad Piquetera y fuerzas como el MST en el Frente de Izquierda Unidad.
El caso Goodman, quien no pidió su absolución
La CTERA llamó al paro para pedir la absolución de Goodman y rechazar la criminalización de la protesta. Junto a la docencia del país salimos a parar y movilizar diciendo que #LucharNoEsDelito. Pero mientras exigíamos esa absolución ya de Goodman, nos dimos con la lamentable noticia que, para este representante Celeste y su abogado, la cosa no sería así.
La Fiscalía había pedido 5 años de prisión, de cumplimiento efectivo. Pero en los alegatos y el pedido de pena del abogado defensor, Sergio Miranda con Goodman sentado a su lado, nunca planteó ni pidió esa absolución. Al contrario, solicitó textual que se le aplique “el mínimo legal establecido por el delito de daño simple, esto es 15 días (arresto). Y para el caso que la señora jueza entienda que esto no es posible o realizable, solicitamos el mínimo legal de la escala penal, de 3 años”. Es decir, de prisión, que puede “ser de cumplimiento condicional”. Aunque hicieron reserva del caso federal, se trata de una postura equivocada, que no fue informada, que desconocemos y para nada compartimos.
Entre otros argumentos, su abogado marcó sus “buenos antecedentes”, pidió que se tenga en cuenta que en todo el proceso judicial, Goodman tuvo “buena conducta”. Que su participación en el hecho “no es esencial”, que “no colaboró en avivar el fuego” al acercar cubiertas a una fogata que se había encendido en la entrada de la Legislatura, sino que “estaba cocinando para los manifestantes”.
Por todo esto es inentendible que no se pida la absolución, más cuando en Chubut ya se aclaró que es mentira lo del incendio. Porque no hubo ningún “incendio” de la Legislatura, solo esa quema de unas maderas cerca de la entrada. Por lo que como acusado podía zafar fácil del tema. Se evidenció que esa defensa es una “estrategia” que decidió solo Goodman con su abogado, sin informar al sindicato ni a la docencia ni a quienes hacíamos el aguante. Como siempre hizo, se maneja solo.
En este juicio dijo muchas cosas, pero las más equivocadas fueron asegurar que lo “apretaron” y amenazaron docentes. Que se habría visto “desbordado” e hizo cosas que “no debería haber hecho”. Todos dichos que han ido generando una lógica indignación y malestar.
Se hizo entonces una reunión de la ATECh, con representación de la Celeste, y se dejó expresamente claro que esa estrategia no era conocida ni informada al sindicato y que tampoco se la comparte. Incluso Goodman entra en contradicción con su base Celeste, la que cantaba por su absolución. Lo que muestra la actitud de un burócrata que intenta zafar personalmente. Sin importarle que, al no pedir la absolución de los cargos imputados, deja un precedente negativo para lo que se viene.
Una “estrategia” equivocada, a espaldas de la docencia
Aunque luego, abogado e imputado puedan apelar la sentencia si no fuera como piden, creemos necesario que la Celeste de CTERA y quienes la expresan en la ATECh o la CTA, se pronuncien sobre esta “estrategia”. Porque convocaron a toda la docencia del país a parar y reclamar por la absolución, cosa que el afectado no pidió, sino que se asume “culpable”.
Es clave porque Sonia Alesso habló en el acto frente a Educación y no dijo una palabra de esto. No es posible que no supieran nada. Aunque sí sintió la presión y los cánticos pidiéndoles “queremos plan de lucha”. Por lo que debió dedicar parte su discurso a eso, aunque sin responder al reclamo. Se limitó a decir que estarían presentes el 18 cuando se lea la pena.
Esta estrategia de Goodman choca y trastoca la esencia de lo ocurrido y las responsabilidades que él mismo señalara: “aquí se ha criminalizado la protesta social con una pena y bajo un código que no se debería, donde hay muchos responsables que no dan la cara”. Pero para concluir diciendo: “Yo me someteré a lo que diga la Justicia…”.
Todo muy equivocado y grave porque no se puede ceder a las presiones y a “lo que diga” una justicia patronal ni los políticos del sistema y sus medios corporativos. Porque los planes capitalistas se vienen topando con una enorme resistencia y lucha de clases. La docencia de Chubut, junto al pueblo trabajador, no baja los brazos y los pone una y otra vez en jaque.
Como ocurrió en aquellas jornadas de septiembre de 2019, cuando se produjo un estallido que puso a Arcioni contra las cuerdas. Y que el 17 de ese mismo mes, concentró movilizaciones en toda la provincia. A lo que se sumó que esa noche murieron Cristina y Jorgelina, dos docentes que regresaban de Rawson a sus hogares en Comodoro. Todo eso pegó un salto, con expresiones agudas de descontento social y fogatas en las puertas de legislatura y la casa de gobierno.
Seguir la pelea por la absolución, luchar no es delito
Por eso vemos una diferencia política clave en las metas de esta lucha. Tomada por la docencia provincial en unidad, junto a un amplio arco de organizaciones del movimiento obrero y social para enfrentar la criminalización de la protesta y dejar bien claro que luchar no es delito.
Este programa y reclamo no deja lugar a dudas ni a especulaciones. Se lucha por la absolución del imputado en el juicio por los hechos de septiembre de 2019, una causa armada por el poder político y judicial para criminalizar la protesta.
Los argumentos de Goodman y su abogado, tal cual se escucharon en las audiencias para pedir penas menores ante el fallo condenatorio, son un error grave. Porque se trata de un juicio penal amañado contra las protestas de esos años, donde se acusa y culpabiliza a militantes y dirigentes sindicales. Rompen así con lo instalado por la lucha del movimiento obrero y social, al rechazar la criminalización de la protesta.
Solicitar una pena menor implica aceptar culpabilidad por estar en una lucha. No es correcto, tampoco por el peligroso antecedente hacia futuras acciones judiciales-políticas. Porque se sabe que hay otros 5 juicios pendientes por cortes de ruta, incluso en la regional Sur hay 13 causas sin resolver, las que no pueden resultar condenatorias.
Tampoco se puede ni debe buscar zafar individualmente con algún pago o una “probation”, porque eso implica reconocer el delito y culpabilidad. Por eso seguiremos peleando y exigiendo la absolución final y el rechazo a toda condena a Goodman y a todo activista que reclame. La lucha continúa.
Alternativa Docente Chubut
ANCLA, Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática
MST en el Frente de Izquierda Unidad