La Legislatura de la provincia aprobó hace unos días un nuevo endeudamiento por 5.000 millones de pesos y se discutirá en comisiones la autorización para emitir letras por 50 millones de dólares. A este nuevo giro de una espiral interminable de endeudamiento, el gobernador Mariano Arcioni lo llama “previsibilidad”, al tiempo que anuncia que con ello se saldría del pago escalonado que sufren todos los trabajadores estatales de la provincia. El gobierno adeuda tres meses de salarios, el medio aguinaldo de julio y la cláusula gatillo del año 2019.
Este nuevo anuncio sobre la supuesta regularización de los sueldos, que ya tiene por lo menos 2 antecedentes en los 3 años de la lucha chubutense, lejos de calmar y dar previsibilidad al conjunto de los y las estatales, genera más bronca e indignación en las asambleas que se vienen organizando en toda la provincia.
En la semana tuvieron lugar varios cortes de ruta, siendo reprimido el de la localidad de Sarmiento, por su importancia en el paso hacia los yacimientos petroleros. La represión que estuvo en manos del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) no amedrentó a los manifestantes, sino que brindo las fuerzas necesarias para volver al otro día nuevamente a la ruta.
Otro corte importante fue en la cordillera chubutense, en Esquel, donde alrededor de 70 trabajadores provinciales de sectores diversos como las brigadas de incendios forestales de distintas localidades, trabajadores viales y docentes, realizaron un corte de ruta y una asamblea en el ingreso de la ciudad.
También hubo reuniones en Rawson, en la casa de gobierno. Gremios de los diferentes sectores de trabajadores provinciales (SITRAVICh, ATECH, SISAP entre otros) fueron convocados por el gobierno para precisar los dichos de Arcioni con respecto al fin del pago escalonado. El diálogo fracasó, por lo que las direcciones sindicales decidieron quedarse dentro de la residencia hasta que aparezca el gobernador, retirándose finalmente sin obtener respuestas, con más incertidumbres que certezas, pero sin convocar a elaborar un plan de lucha unificado que ponga fin a un ajuste que tiene como finalidad hacer frente a las obligaciones de la deuda externa provincial.
La falta de previsibilidad del gobierno provincial y un nuevo endeudamiento, que además no alcanza para cancelar salarios, profundiza aún más la crisis provincial que no tiene salida dentro de la lógica del modelo productivo capitalista de la provincia. Cada vez son más las asambleas que plantean coordinar y unificar las luchas y debaten la necesidad de dejar de pagar la deuda externa provincial y aplicar impuestos a las corporaciones de la provincia para garantizar el pago de salarios.