sábado, 7 septiembre 2024 - 20:47

Choque de trenes. Una trágica receta privatizadora

Volvió a pasar. Un nuevo accidente en el Ferrocarril. Este viernes 10 de mayo pasadas las 10.20 la línea San Martin colisionó con una formación vacía y produjo un descarrilamiento en el viaducto de Palermo. Hay más de 90 heridos y 51 fueron trasladados a hospitales de la zona que están sobre alerta roja. La causa apunta a un robo de cables que cortó el suministro eléctrico a las señales automáticas, algo que había sido denunciado hace 10 días por los trabajadores del sector. Tampoco funcionaba el sistema de detención automática de tren (ATS). Aun con los recorridos llenos de cámaras de seguridad, no han aparecido responsables.

Los trenes se encuentran en una situación crítica por el desfinanciamiento y el despido de trabajadores: sólo este año ya hubo 435 descarrilamientos de trenes argentinos. Por falta de mantenimiento y de repuestos, han empezado a desarmar algunas unidades para arreglar otras. Además, hace meses viene paralizada toda obra de infraestructura, lo que significa el corte en todo el sistema de reparaciones, y han despedido a más de 100 trabajadores de Trenes Argentinos (ADIF) y a miles de trabajadores de la UOCRA. Cabe resaltar que este deterioro, redoblado por la gestión de Milei, empezó mucho antes. Luego de la reestatización de los trenes siguieron 10 años de desfinanciamiento y nunca se equiparo el funcionamiento de la red de trenes ni se recuperó de la privatización menemista.

Según Milei, el choque de trenes es “la prueba palmaria de que el sector debe ser privatizado”. Quitándose de toda la responsabilidad, se aprovecha de un accidente para instalar su política privatizadora. La fórmula es conocida: desfinanciar para privatizar, continuar el ferrocidio. Y no es casualidad que esto pase mientras en el Congreso intentan vender Trenes Argentinos con la Ley Bases. Bajo la lógica de la mercantilización de todos nuestros derechos, vacían lo público, suben las tarifas, despiden trabajadores, desfinancian, causan accidentes y luego intentan vender nuestros trenes. Lo trágico de esta política no solo es el retroceso social que provoca, sino también, la forma criminal en la que el gobierno coludido con los empresarios pone en peligro a la población con tal de avanzar en sus negocios. Pero el pueblo argentino ya tuvo su experiencia con las privatizaciones en los 90 que terminó con la Tragedia de Once, donde el afán de la ganancia privada se llevó la vida de 51 personas.

Frente a los casos como el de hoy, así como en los anteriores, exigimos que se investigue y se esclarezcan los responsables materiales del mal funcionamiento y deficiencias del servicio, así como los responsables políticos del desfinanciamiento que tarde o temprano puede ocasionar otro accidente que se convierta en tragedia.

Defendamos los trenes argentinos 100% estatales, con la reincorporación de todos los trabajadores despedidos y la asignación del presupuesto correspondiente. Con la acumulación de experiencias sociales y organizativas de trabajadores junto a familiares de víctimas, queda claro que para hacerle frente a la avanzada privatizadora, no basta con la estatización corporativa y burocrática. Para que no sea botín de guerra de los gobiernos de turno, necesitamos organizar el control social de trabajadores y usuarios, quienes usamos diariamente el transporte público y más lo conocemos. Solo así habrá servicio seguro, barato, eficiente y a servicio del pueblo trabajador y de las mayorías sociales.

Julia Vendramini y Mohamet Pacheco

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