Durante la noche del miércoles 5 de abril detuvieron dos choferes de colectivo mediante un operativo represivo aparatoso de las policías porteña y bonaerense. Así Juan Carlos Galiano y Jorge Ezequiel Zerda, por disposición de la justicia de CABA, quedaron detenidos tras los incidentes con el provocador ministro bonaerense de Seguridad, Sergio Berni.
Ni bien se supo de la detención, se dispuso un paro en 8 líneas de la zona oeste del Gran Buenos Aires exigiendo la inmediata liberación de ambos colectiveros. Como bien lo denuncia la declaración del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, esas detenciones tienen “un evidente carácter de revancha y persecutorio tras el merecido repudio recibido ayer por el represor Sergio Berni, jefe de la Policía Bonaerense, cuando patoteó la protesta de los choferes que reclamaban medidas de protección tras el asesinato de su compañero Daniel Barrientos”.
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Más allá de las hipótesis políticas sobre el crimen de Barrientos, como la que impulsa el oficialismo del Frente de Todos y sobre todo el gobierno provincial de Axel Kicillof, el accionar de la fiscalía porteña por orden del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y el operativo conjunto de las fuerzas policiales, más el allanamiento de la empresa de transporte para secuestrar los legajos de los trabajadores, muestra cómo las instituciones de este régimen político actúan en contra del pueblo trabajador. Primero, son las responsables políticas de la situación de inseguridad que llevó al asesinato de Daniel Barrientos, junto a las patronales que se niegan a invertir en las cabinas de protección que reclaman los choferes. Y encima después, cuando los colectiveros protestan con legítima bronca, los reprimen y persiguen.
El hartazgo social de los compañeros choferes y otros sectores del pueblo trabajador no admite más shows de un ministro que se hace el “Rambo” ante los medios, pero tiene alta responsabilidad en todo lo sucedido. Berni, como ministro de Seguridad, debe rendir cuentas sobre la connivencia de la Bonaerense con el crimen organizado y el narcotráfico en la Provincia. El mismo que reprimió a las familias sin techo en Guernica, el mismo que protegió a los asesinos de Facundo Castro, el mismo que mandó al “gendarme carancho” contra los obreros de Lear, debe renunciar ya mismo. Y lo mismo D’Onofrio, el inepto ministro bonaerense de Transporte.
Desde el MST en el FIT-Unidad exigimos la inmediata liberación de Galiano y Zerda, así como el cese de la criminalización y persecución del Estado. En ese sentido, repudiamos los discursos de “mano dura” de Berni y otros referentes del FdT, iguales a los de Patricia Bullrich y sus amigos como Milei. Las soluciones para los choferes no van a venir con más represión policial, sino con obligar a las empresas a instalar las cabinas de protección que los choferes reclaman desde hace años. También es urgente avanzar en la iluminación de las zonas de riesgo, disolver esta policía y crear una nueva seguridad preventiva en base a la autoorganización vecinal, y combatir la desigualdad social que es la causa de fondo del aumento del delito.