Luego de que el Senado haya terminado de sancionar la elevación del mínimo no imponible de Ganancias o, mejor dicho, impuesto al salario, la CGT y la CTA decidieron movilizar nuevamente.
Sin dudas que la elevación del piso de este impuesto regresivo es algo positivo, pero sumamente insuficiente, principalmente porque sólo afecta a un universo de 800.000 trabajadores en relación de dependencia. Mientras, lo cotidiano, siguen siendo salarios de pobreza para la gran mayoría. El dato del INDEC sobre el índice de pobreza del primer semestre, desnuda esta dura realidad y, a la misma vez, las responsabilidades del gobierno por continuar con el ajuste para cumplir con el FMI.
A pesar de este escenario, la burocracia sindical, bajo el pretexto de festejar “las leyes fundamentales de cambio de Ganancias, de Compra sin IVA y de empleo Mi Pyme”, hoy vuelve a la calle. Pero no estas no son más que la excusa para hacer un acto en favor del responsable de esta situación económica, el ministro candidato Sergio Massa. Algo que, si somos sinceros, tampoco esconden. Este acto que organizó la mesa chica de la CGT, donde también estarán las organizaciones sociales oficialistas, tiene en su esencia bancar la campaña del candidato de Unión por la Patria. Andrés Rodríguez, secretario general de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), lo reflejó así: “Al margen de que la inmensa mayoría de los trabajadores asalariados tienen su paritaria, con cada uno de los sindicatos que los representan, había un abanico muy importante que estaba quedando prácticamente rezagado. Por eso, acompañamos a Sergio Massa como candidato, porque se comprometió con los trabajadores. Está también tomando decisiones concretas y será el presidente de los trabajadores”.
Entre otros argumentos, los burócratas esgrimen que apoyar a Massa es la única forma de detener a la derecha. Pero, en los últimos días, son los propios integrantes de esta podrida estructura, como Gerardo Martínez, quienes se han reunido con Milei para empezar a entablar un diálogo por si llegara a ganar en octubre o en una eventual segunda vuelta.
Los Daer, Moyano y la larga lista de apellidos enquistados en los sindicatos de los trabajadores, en vez de buscar venderse al mejor postor tendrían que estar convocando a un paro general y un plan de lucha contra el ajuste en curso.
Mientras los salarios han perdido más del 20% de su poder adquisitivo en los últimos seis años estos entreguistas de los trabajadores se deciden a levantar de su siesta para agasajar al amigo de la embajada de Estados Unidos. Contra el ajuste en curso y los demás candidatos de extrema derecha, que proponen pasar la motosierra, es necesario enfrentarlos. Exigiendo un plan de lucha para conseguir un aumento generalizado de salarios, jubilaciones y programas sociales al equivalente de una canasta familiar y fortalecer al sindicalismo clasista y antiburocrático, como el que promovemos desde ANCLA del MST en el FIT-Unidad para enfrentar estos planes contra los trabajadores.