Centroamérica y el Caribe. ¡Fuera yanquis de Venezuela, Palestina, Colombia y todo el mundo!

Este articulo fue extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista

Reproducimos un comunicado de la Coordinadora de Luchas Populares y ¡UNÍOS! –Unidad Obrera y Socialista, que se distribuyó el 30 de octubre en Medellín durante la marcha en el paro del magisterio y se sigue difundiendo como actividad de denuncia de la agresión norteamericana contra Venezuela y los pueblos del Caribe y Suramérica. Hoy las víctimas han aumentado y debemos reforzar la lucha contra una agresión militar de EE.UU.  que debe encontrar respuesta movilizada de los colombianos y los trabajadores del mundo.

El pueblo trabajador padece las consecuencias de un sistema de dominación imperialista que succiona cada vez más nuestras riquezas a cambio de condiciones de pobreza, hambre, desempleo, falta de acceso a vivienda, tierra, trabajo, educación, transporte, entre otras necesidades insatisfechas.

Para profundizar su dominación, el imperialismo yanqui continúa escalando su militarización en América Latina como parte de sus planes de intervención militar en Venezuela y de mayor control y consolidación de su dominio en la región, a la que considera “su patio trasero”. A través de una falsa bandera de “guerra contra las drogas” o con la excusa de la “lucha contra el narcotráfico” (que propaga por todos los medios de comunicación) justifica descaradamente sus planes de agresión, opresión y saqueo. El imperialismo yanqui desde los años 80 utiliza esta fachada para justificar su intervención militar en diferentes países del mundo.

Bajo esta máscara, en el mes de julio el reaccionario Trump señaló a Maduro como “líder de la organización narcoterrorista “Cartel de los Soles” y la última semana señaló a Petro como “líder del narcotráfico” sumado al chantaje y ataque a la soberanía nacional de imponer nuevos aranceles y retirar “ayuda” financiera presionando para que desde Colombia se apoye una invasión militar a Venezuela.

Como parte de la misma patraña del imperialismo, nada más paradójico que premiar como Nobel de Paz a María Corina Machado quien suplica a Trump de rodillas la intervención militar en su país. La ultraderecha vendepatria en Colombia apoya descaradamente el discurso de Trump, sus planes injerencistas y de violación a la soberanía nacional en Colombia y Venezuela, como ya Uribe lo había dicho en enero, cuando solicitó una intervención militar internacional en Venezuela.

Bajo esta estrategia ha desplegado una militarización sobre el mar Caribe que no se veía desde 1989 cuando ocurrió la invasión militar a Panamá. El alto despliegue de una flota de guerra en el sur del mar Caribe frente a las costas de Venezuela que consta de: más de 4.000 soldados y 6.000 marines estadounidenses, 8 buques de guerra (destructores, barcos de asalto anfibio) equipados con helicópteros y misiles, un submarino nuclear (capaz de transportar y lanzar misiles de crucero), una variedad de aviones y drones que han sobrevolado la zona y que se encuentran en pistas de aterrizaje de Puerto Rico. Con esto EEUU amenaza con realizar una intervención militar sobre Venezuela.

Pero no se trata solo de un despliegue para mostrar fuerza o una simple amenaza. La armada yanqui en menos de 2 meses ha realizado 12 bombardeos indiscriminados a barcos en el mar Caribe y en el Pacífico bajo la supuesta acusación de estar involucrados con el narcotráfico, ataques que han sido considerados ejecuciones extrajudiciales, en los que han asesinado a 47 personas sin prueba alguna de haber cometido un delito, sin que haya algún proceso, detención o juicio. Una de las personas asesinadas en el bombardeo del 15 de septiembre era un pescador colombiano de Santa Marta, cuando entrevistaron a su esposa afirmó: «Ellos (los pescadores) tienen derecho a la vida”. Otro ejemplo de estos ataques arbitrarios es que uno de los sobrevivientes a los bombardeos fue repatriado a Ecuador y puesto en libertad pues no se encontraron pruebas para acusarlo de ningún delito. Pasando por encima de su propia legislación burguesa, en donde el tráfico de drogas no se castiga con la pena de muerte, el imperialismo yanqui bombardea libremente donde ve una “amenaza” para sus intereses.

Otro hecho que muestra el avance de sus planes intervencionistas en Venezuela es que a mediados de octubre salió a la luz pública la confirmación de que el ultra reaccionario Donald Trump autorizó a la CIA (Agencia Central de Inteligencia) para llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela y la posibilidad de realizar operaciones terrestres allí. Estados Unidos a través de la CIA ha realizado intervenciones en Guatemala, Cuba, Colombia, Chile, Nicaragua, El Salvador, Brasil, Panamá, Granada y Venezuela. Y ha sido impulsor de grupos paramilitares reaccionarios y anticomunistas que han facilitado la internacionalización del tráfico de drogas.

Pero, ¿cuáles son los intereses reales del imperialismo yanqui? Por un lado, tener un mayor control de los recursos naturales de Venezuela (la mayor reserva petrolera del mundo, la décima reserva de gas, la mayor reserva de oro en América Latina, entre otras riquezas minerales) y América Latina, en pugna con otras potencias como Rusia y China. Estados Unidos, en medio de su aguda crisis actual necesita impulsar un mayor saqueo y subyugación, tener el dominio absoluto sobre su patio trasero, no permitir que las otras potencias sigan ganando terreno. En palabras de Laura Richardson, exjefa del Comando Sur de Estados Unidos “Diré que estamos inmersos en una competencia estratégica en el hemisferio occidental con la República Popular China y Rusia… América Latina es prioritaria por sus recursos estratégicos —litio, agua, tierras raras, cobre, oro y petróleo”. Por otro lado, la mayor militarización en la región sirve a los yanquis para contener las luchas populares y rebeliones en Suramérica, región convulsa con constantes levantamientos de masas como las últimas protestas en Panamá, Perú y Ecuador y la contención de la revolución agraria que viene tomando cada vez más fuerza en el movimiento campesino en Brasil. La llamada guerra contra las drogas y el discurso de combate al narcotráfico del imperialismo yanqui es una excusa para la guerra contra el pueblo, la mayor opresión nacional y la violación de la soberanía de nuestros países.

Expresamos un profundo rechazo a la escalada de la agresión del imperialismo yanqui contra el hermano pueblo de Venezuela, no creemos en su desgastada farsa de guerra contra las drogas, más aún cuando los mayores capos de la droga son los yanquis y su sistema financiero que se benefician, entre otras, del inmenso lavado de dinero (los bancos estadounidenses tienen ganancias anuales de por lo menos 25.800 millones de dólares gracias al dinero del narcotráfico). La guerra contra las drogas es en verdad una excusa para su guerra contra el pueblo y para el mayor sometimiento de nuestras naciones en el vano intento de paliar la irremediable crisis que padece el imperialismo y contener la justa rebelión de las masas.

Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano, rechazamos el chantaje y los ataques del yanqui asesino Trump contra nuestro país, América Latina y el mundo. Convocamos a todas las fuerzas democráticas, progresistas, antiimperialistas a nivel mundial, a los movimientos sociales, sindicales, políticos y a los pueblos en general, a fortalecer la solidaridad internacionalista y la lucha antiimperialista.

Debemos unirnos contra la agresión imperialista y sus planes de saqueo y dominación.

Imperialismo asesino, ¡fuera de Palestina, Venezuela, Latinoamérica y de todo el mundo!
¡Fuera las bases militares de Estados Unidos en Colombia!
¡Viva la lucha antiimperialista!
¡Construyamos un frente de lucha contra el imperialismo!
Yanquis ¡go home!

Coordinadora de Luchas Populares
¡UNÍOS! – Unidad Obrera y Socialista

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