jueves, 19 diciembre 2024 - 01:41

CBC. Que ningún estudiante quede afuera

Vamos por un modelo educativo gratuito, de calidad y para las mayorías.

Venimos de un 2020 con una cursada educativa totalmente virtual, donde predominó la improvisación y la incertidumbre;  agravando más la precariedad tanto para docentes como para estudiantes. Resulta que aun habiendo pasado un año, la organización de la Universidad mantiene un panorama desfavorable, en este caso para les estudiantes del Ciclo Básico Común: dentro del calendario académico las fechas de inscripción a finales se superponen con la inscripción para ingresar a las distintas facultades (entre ellas las de Derecho, Sociales, Agronomía, Exactas, Naturales y Arquitectura).

Si esto sucede, muches estudiantes perderían un cuatrimestre entero, una sinvergüenzada por parte de la gestión de la Universidad, encabezada por el rector Barbieri. Ante esto, exigimos que se garanticen las condiciones para poder rendir, cursar y que se extienda la fecha para el ingreso a las facultades. Ningún compañere se puede quedar afuera de la UBA. Pero también nos preguntamos: ¿es únicamente una cuestión burocrática? ¿O es una orientación elitista de reducir el presupuesto y el cupo de estudiantes en la universidad pública?

Repasemos la última década, el presupuesto universitario ha sido ceñido por la inflación y las múltiples devaluaciones que han evaporado los recursos educativos en ciencia, tecnología, infraestructura y  becas; dominando hoy el 80% del presupuesto total por salarios docentes y no docentes. Sin embargo, el FMI y organismos internacionales no corren la misma suerte, para ellos se destinarán solo en pago de intereses 600 mil millones de pesos. Este monto equivale  a tres presupuestos universitarios. ¿No les parece absurdo e irracional que en el marco de la crisis sanitaria más importante de la historia reduzcan los presupuestos en educación e investigación y pongan trabas para el acceso a la misma? En fin, capitalismo.

La realidad es que lo sucedido con las inscripciones es solo la punta del iceberg. La falta de medidas y las constantes trabas tienen un historial largo y no discriminan en oficialismo peronista ni en macrismo-radicalismo: todes tienen una orientación política capitalista, alejada de las necesidades del pueblo trabajador y del movimiento estudiantil. Las autoridades de la Universidad junto al “Consejo Patronal de Rectores”, también conocido como CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), no son una excepción; ya que ni siquiera brindan los datos reales del éxodo masivo que dejó la fórmula del ajuste y pandemia en las universidades públicas.

Entonces…  ¿Qué hacer? En lo inmediato organizarnos para que ningún compañere se quede afuera de la educación pública, presionando a las autoridades para que desdoblen las fechas.

Y en ese camino generar espacios de debate y de participación para la acción. Por ejemplo, empezar a debatir la función real de los CBC. ¿No deberíamos  eliminarlos? Y en su lugar implementar  ingresos de nivelación irrestrictos de períodos cortos, como sucede en la mayoría de las universidades públicas del país. Siempre han sido una traba, no una guía y excluyen estudiantes.  

Es evidente que tenemos una clase política subordinada al capital financiero, incapaz de soñar un modelo educativo y de país distinto. Va a depender de la unidad de los de abajo la conquista  de una educación como derecho social, como bien común y  no como un privilegio para pocos. Una educación más pública, masiva, gratuita y de calidad. Una propuesta audaz y necesaria es la de re-pensar un modelo opuesto al que tenemos que lo cuestione todo.

Donde se pondere lo público con hechos, no en palabras; con partidas presupuestarias reales y acordes a las necesidades de la comunidad educativa, con extensión universitaria al servicio de las mayorías sociales. Que habilite al claustro estudiantil a formar parte activa en la toma de decisiones sobre el presente y futuro de nuestra formación superior, hasta para la elección de las principales autoridades, derecho en el siglo XXI confiscado.

Un modelo que termine con la precarización laboral hacia los docentes, que no aumente la deserción estudiantil por no poder costear los gastos que implica estudiar. Para eso se debe destinar la plata donde corresponde y no a instituciones nefastas como las fuerzas de seguridad ni al pago de la deuda externa, la cual  el gobierno de Alberto Fernández acepta pagar a costas del ajuste hacia el pueblo trabajador, sin ser auditada.

Creemos fundamental organizarnos colectivamente para pelear por todas estas problemáticas y  la necesidad de generar espacios de debate y reflexión. Por esto te invitamos a participar de la asamblea que impulsamos junto a la Juventud Socialista del MST el 2 de marzo a las 11 horas, en la sede del CBC de Ramos Mejía.

Clara Fiz- Juventud Socialista

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