En la mañana de hoy, viernes 24 de mayo, los operarios de Textilcom marcharon junto al MST-FITU y el PO, a la Casa de Gobierno para reclamar la continuidad de su fuente laboral, así también como el pago de los salarios adeudados.
Cabe destacar que los trabajadores, desde el martes continúan con la toma de las instalaciones de la fábrica y siguen a la espera de una respuesta favorable a su situación.
Alejandra Figueroa, la dirigente del MST, responsabilizó al gobierno de Raúl Jalil, quien aún brilla por su ausencia, y quien no da una pronta solución a las problemáticas que poseen los operarios de la fábrica, que está instalada desde hace dos años en Catamarca y que se encuentra subsidiada por el gobierno provincial.
Ella también destacó que para incrementar las producciones, la patronal los obligaba a trabajar el doble, incluso fuera de horario laboral, fines de semanas y feriados; y aún así les adeudaron casi dos meses de salarios, dejando en la calle a 133 familias de la noche a la mañana.
Una de las empleadas de Textilcom, también alzó su voz, exigiendo una respuesta a los funcionarios políticos por el repentino cierre de la fábrica y por los pagos atrasados de los salarios, ya que ellos no están pidiendo un bolsón o un plan social, sino trabajo digno para poder sostener a sus familias. Es por ello, que aún resisten y no se mueven de la fabrica, ya que tienen miedo de que le vacien completamente el establecimiento.
También, explicó que fueron estafados, que nadie se hizo cargo por lo que les hicieron y parte de la culpa es del gobierno provincial que encubre a los empresarios que se fueron con su dinero y que ahora les están quitando su única fuente de trabajo.
Al finalizar, ella agradeció en nombre de todos sus compañeros, a todos los familiares y catamarqueños que se solidarizaron con su lucha, que siguió frente a la Casa de Gobierno a la espera de algún funcionario. Cuestión que no se pudo concretar, porque mandaron a decir que hoy era imposible atenderlos.
La manifestación siguió su curso al calor de los redoblantes, hasta que una de las empleadas de Textilcom reprodujo un audio de WhatsApp que fue enviado por Carlos Vilariño, dueño de la empresa, informando que “todos queden tranquilos porque les pagarán lo adeudado, que se encuentra atrasado por la difícil situación económica que está atravesando el país, ya que las ventas cayeron”, justificándose que lo mismo ocurrió en Bs. As. con el pago atrasado de los salarios en esa localidad.
Ante el descontento general de los empleados por la magnitud de la excusa que dio Vilariño, ellos decidieron continuar con su lucha y volver a manifestarse por su trabajo las veces que sean necesarias.