Ayer fue el Día Internacional de los Derechos Humanos y se cumplió un año de la infame asunción de Javier Milei como presidente. El blanco principal del plan motosierra fueron los adultos mayores y no la casta, como le hicieron creer a muchos argentinos. Es por esa injusticia que los jubilados autoconvocados de Catamarca, junto al MST y otras organizaciones sociales se concentraron nuevamente a las 10 h en plaza 25 de mayo para realizar una “marcha de ollas vacías”.
En primer lugar se dirigieron hacia la Legislatura provincial y luego hacia la ANSES, debido a que ellos también son cómplices de la injusta burocracia a la que se tienen que someter los ancianos para seguir recibiendo sus remedios gratis, en un contexto similar o peor al que vivimos en el 2001.
Lamentablemente, los jubilados y pensionados de Argentina no tendrán nada para festejar este fin de año. Sin embargo, la única esperanza que tienen es la firme convicción de resistencia y lucha contra el avasallamiento, tanto del gobierno provincial como del gobierno nacional, que solo duplica la pobreza y promueve como uno de sus ejes principales la guerra en contra nuestro núcleo más vulnerable: los ancianos, quienes día a día sobreviven con haberes de indigencia; el cese de las moratorias; el vaciamiento del PAMI; la liquidación del FGS (en manos del ministro Toto Caputo) y la reforma previsional; la represión, a través del cruel y autoritario protocolo de la ministra Patricia Bullrich y para el colmo viven de una miserable jubilación de $ 329.598.76, (que se va en los servicios, alimentos, y medicamentos), mientras la canasta básica del adulto mayor se estima que por estos días está al rededor de $ 980.000.
Con todo ello y más cuestiones que nos esperan para este 2025, está más que claro que el gobierno de Milei y de Jalil en Catamarca es incompatible con la calidad de vida de los jubilados, que trabajaron toda su vida para terminar así.
Por ello se hace imprescindible el “Fuera Milei”, porque hoy somos resistencia, mañana todos seremos jubilados.