El 22 de diciembre el medio Infobae publicó una investigación periodística de Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli donde se dieron a conocer los sueldos que cobran algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires. Como era de esperar, el resultado del trabajo pone a la luz los sueldos exorbitantes con los que cuenta la casta política en contraposición de la realidad que vive la mayoría de los trabajadores. Además, si de privilegio se trata, la pieza periodística revela una conclusión sustancial: no existe grieta entre los integrantes del Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
Pasando revista por los recibos de sueldos de los intendentes bonaerenses nos encontramos con los siguientes datos:
- 8 intendentes cobran por encima del sueldo de privilegio que tiene el presidente Alberto Fernández y el mismo gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Esto en resumidas cuentas quiere decir que 8 intendentes perciben más de $ 354.694.
- Resaltan entre estos intendentes Héctor Gay, intendente de Bahía Blanca, de Juntos por el Cambio, quien percibe mensualmente en bruto $ 826.943, lo que en mano significa un poco menos que medio millón de pesos. Es seguido por Guillermo Montenegro, presidente municipal de General Pueyrredón, quien cobra $ 534.232 y completa el podio Julio Zamora, del Frente de Todos e intendente de Tigre, percibiendo en bruto $ 468.126 mensuales.
- Como remarcan las periodistas Fitz Patrick y Crucianelli, solo 22 intendentes de los 135 municipios informaron sus sueldos. Una obligación por ocupar un cargo público que es incumplido por casi el 84% de los funcionarios. Claro, ante semejantes sumas la vergüenza los lleva a esconder el descaro.
- Justifican los ingresos a partir de argumentos leguleyos engendrados en plena dictadura de Pedro Eugenio Aramburu. El decreto que se efectuó en el mandato del dictador, la Ley Orgánica de las Municipalidades, es su basamento para exigir 10 sueldos mínimos municipales y un máximo de 16, según la cantidad de concejales electos en cada distrito.
- Los ingresos de los barones del conurbano, como refleja la investigación, puede que no terminen en sus sueldos. No se sabe si existen otros tipos de ingresos de carácter privado.
Desigualdades entre la clase trabajadora y la dirigencia política
Una vez más se volvió a hacer visible algo obvio, la diferencia sustancial entre la vida de los trabajadores y la dirigencia política. La citada investigación colabora a desenmascarar los privilegios de un sector de la sociedad que, producto de sus ingresos desorbitantes, tiene una vida totalmente desligada a la realidad de los trabajadores y las mayorías populares.
Teniendo en cuenta el valor del salario mínimo del país, unos $ 20.588, podemos concluir que la dirigencia política bonaerense, en promedio, afronta sus gastos con ingresos 15 veces superiores.
Como reflejo de esta desigualdad los “servidores” públicos se comportan como su contario y atacan todo lo que sea público y utilizado por la mayoría. El resultado de esto se ve en la desinversión constante de las escuelas y efectores de salud. Ni hablar de las magras paritarias que les otorgan a los trabajadores estatales.
En conclusión, para mantener un orden social donde las prioridades sean las de empresas, extractivistas y especuladores financieros, el Estado burgués -como decía Marx- organiza los sueldos y privilegios materiales de sus funcionarios de este modo para que puedan actuar como “…la junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa”.