La victoria de Trump le hace agua a la boca de los libertarios que insistirán en el bloque sudamericano por un Tratado de Libre Comercio con el amo del norte, y tensarán las relaciones en el Mercosur.
Cumbre en Montevideo
El 5 y 6 de diciembre se desarrollará en Montevideo, Uruguay la última cumbre del año del Mercosur. En la misma, Lacalle Pou hará entrega de la presidencia pro temporé a su par argentino.
A su vez será la retirada del presidente uruguayo, quien va a ser reemplazado el próximo 1ro de marzo por Yamandú Orsi, que obtuvo una reciente victoria en las elecciones del país hermano.
El bloque atraviesa tensiones por los reclamos de la flexibilización para poder realizar Tratados de Libre Comercio (TLC) de conjunto o de forma bilateral. Lacalle Pou insistió durante su mandato en la posibilidad de realizar TLC con china, ya sea como bloque o de forma bilateral, pero el no acuerdo del resto de los socios le impidió concretar el mismo. “Los socios del Mercosur entiendan o que tenemos que avanzar todos con China o con otros países o que Uruguay puede avanzar bilateralmente“, sostenía el presidente uruguayo.
Con el triunfo de Trump en Estados Unidos, quien saliva por un TLC con el país de la bandera de barras es Javier Milei y la cúpula liberal. Por lo tanto, revivirá llamas dentro del bloque sudamericano con intención de lograr el mismo.
Desde Casa Rosada dejaron trascender amenazas con dejar el bloque si no logran su cometido: “siempre podés sumar 129 votos en la Cámara y salir del Mercosur”, revelaron fuentes cercanas a Balcarce 50. Según difundió la Agencia NA, el gobierno cree que “el Mercosur no funciona para lo que fue creado” y creen que “en estas condiciones a la Argentina no le sirve”.
Por otro lado, el vocero Manuel Adorni declaró al respecto del posible acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur: “En todo lo que sean acuerdos comerciales vamos a estar de acuerdo siempre. Sea Unión Europea-Mercosur o sea un tratado de libre comercio con Estados Unidos”.
Se vislumbra que la visita de Emmanuel Macron al presidente argentino no tuvo el efecto esperado, ya que Francia se opone a dicho acuerdo que considera perjudicial para su producción agrícola.
La postura del gobierno
Como hemos visto a lo largo de estos meses, la administración libertaria pendula entre la dinámica del loco y el mendigo. El loco es fanático, lleva hasta el final la “batalla cultural”, vota contra los pueblos originarios, los derechos de las mujeres y el cambio climático. Es más trumpista que Trump y se quiere vender ante el mundo como pieza clave del fenómeno internacional ultraderechista.
No obstante, la realidad golpea mucho mas duro que la ficción liberal. Tarde o temprano los vencimientos de deuda y la falta de inversiones van apretar el cuello del gobierno y deberá negociar incluso con quienes denomino “comunistas”, como China y Brasil. Los “principios” del liberalismo se desdibujan cuando hace falta plata.
Esa misma dinámica puede exportarse a la cumbre del Mercosur. Aunque la Rosada amenace, con quien más comercia nuestro país es con los países del Mercosur y principalmente Brasil, que lideró las exportaciones e importaciones que se han realizado de enero a junio y significó el 16,1% de las exportaciones y el 22,1% de las importaciones de Argentina. Puede tirar la soga, pero va a tener que procurar cuidado de que no se corte.
Sin importar la postura de Milei frente al Mercosur, cabe destacar que el bloque sudamericano refleja los intereses de las burguesías de la región, principalmente de Brasil y Argentina. Como tal, nunca jugó un rol positivo para los pueblos y sus necesidades.
En clave socialista defendemos otro modelo de integración de los pueblos, con plena democracia de los trabajadores de cada país e independiente de los debates entre conservadores, derechistas o ultraderechistas.