Carta abierta al Rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Dr. Hugo Juri, rectores, funcionarios y representantes y miembros de las instituciones y organizaciones de la Red de Intercambio Técnico con la Economía Popular (RITEP).
Como docentes de las Universidades Nacionales, investigadorxs integrantes del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), miembrxs de asambleas, redes y organizaciones socioambientales y pueblos y comunidades indígenas nos dirigimos a los integrantes de la RITEP y al público en general a fin de manifestarnos en torno a lo acontecido en el II Encuentro Nacional de la RITEP que se desarrolló en la Universidad de Córdoba el jueves 21 de abril del corriente año y que contó con la participación de autoridades de la UNC, del Ministro de Desarrollo Social de la Nación Dr. Juan Zabaleta, del Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República Argentina Dr. Gustavo Beliz, de miembros y referentes de movimientos sociales como Fernando “Chino” Navarro, Emilio Pérsico y Juan Grabois, entre otros.
Específicamente nos manifestamos ante lo sucedido durante el Panel realizado en el Auditorio de la Reforma de la UNC, en el cual, para abordar el tema Productividad en la Economía Popular se convocó al empresario Gustavo Grobocopatel del grupo económico Los Grobo y promotor del modelo de los agronegocios, y al señor Juan Grabois, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Lejos de abordar el tema, y especialmente promovido por el Coordinador del Panel Marcelo Conrero, las exposiciones mediante falacias y violencias pretendieron imponer como dogma la inevitabilidad del modelo sojero y su expansión, la descalificación de sus efectos contaminantes sobre la vida humana y los ecosistemas y fundamentalmente su compatibilidad con los intereses populares en tanto el empresario cumpliera un acuerdo realizado con la organización, no explicitado en sus términos pero propagandizado como un hecho, que beneficiaría a 50.000 productores frutihortícolas. Ante la interpelación realizada por asistentes en el auditorio a la desvirtuación del panel como instancia de debate público en el ámbito universitario sobre el rumbo de la Argentina a futuro y su modelo agrícola y social, y a su conversión en un evidente acto de promoción de un acuerdo entre empresarios del agronegocio y organizaciones de la economía popular, la respuesta a la crítica fue de una violencia sin límites. No sólo se descalificó agresivamente a la persona y a los argumentos del profesor que enunció el discurso disidente y se apeló a eufemismos demagógicos para no explicitar el contenido del acuerdo. Incluso se generalizó la descalificación de manera agraviante a las prácticas de debate en la Universidad Nacional de Córdoba y sin solución de continuidad a las de agrupaciones universitarias y corrientes de pensamiento político.
Ante ello expresamos que celebramos la generación de instancias que favorezcan el encuentro de saberes populares y saberes científico-técnico-académicos, para que los habitantes del país expresen y establezcan relaciones de reconocimiento mutuo de derechos sin exclusiones a fin de contribuir a la construcción de una sociedad más democrática. A su vez proponemos que los espacios de encuentro e intercambio de saberes reconozcan la pluralidad de posiciones y experiencias del conjunto de asociaciones, comunidades, instituciones, docentes e investigadorxs. En este sentido, denunciamos la exclusión por parte de la RITEP de personas, trabajos, políticas y propuestas realizadas desde las luchas contra actividades contaminantes y extractivas que tienen lugar en nuestro país, que se vienen
realizando desde el mismo diseño e implementación de las estructuras institucionales nacional-globales del saqueo y la contaminación, y también desde el inicio de la percepción de sus efectos devastadores sobre la salud humana y no humana. Vecinxs, comunidades indígenas, asociaciones, académicxs e investigadorxs, hemos desarrollado estudios y análisis populares y científicos, estrategias de intervención, tecnologías duras y blandas, desarrollos y experiencias agroecológicas con productores y comunidades que recuperan saberes
ancestrales e innovaciones. Hemos logrado con ello visibilizar y denunciar la conformación de zonas de sacrificio ambiental, en donde sobre nuestras vidas de trabajadores y las de nuestras familias, se superponen situaciones de explotación, dominación y contaminación.
Este trabajo inclaudicable ha interpelado y dinamizado las instituciones democráticas desde la producción de saberes populares y científico-técnicos, generando legislación local, provincial y nacional, logrado la formalización de compromisos de trabajo en las universidades, fallos judiciales, reformas institucionales y herramientas de gestión para evitar, mitigar, remediar y resarcir los riesgos y daños definidos como criminales por la legislación vigente. Es por ello que consideramos que no es posible la convivencia de un modelo tecno-extractivo contaminante con formas de producción desarrolladas desde la consideración de la salud humana y de los ecosistemas. El impacto de las actividades extractivas (agronegocios, megaminería metalífera, radioactiva y evaporítica, fracking, off shore, entre otras) sobre los territorios es destructivo e irremediable con las tecnologías existentes. La diseminación de sustancias contaminantes es incontrolable, permea y se acumula en la tierra, las aguas superficiales y subterráneas y hasta en la de lluvia; ingresa a nuestros cuerpos por distintas vías donde también se acumula, sumando los valores admitidos desde los laboratorios hasta producir alteraciones fatales, diversos tipos de cáncer, malformaciones, enfermedades conocidas y raras que transforman nuestros cotidianos.
También desde estos trabajos denunciamos las condiciones de destrato, violencia y hasta persecución y criminalización que vivimos en nuestras redes, cuestión que afecta profundamente la salud integral (física, emocional y social), puesto que el sufrimiento que ocasiona la superposición de violencias vulnerabiliza sustancialmente la salud mental individual y colectiva. Ante ello, reivindicamos el trabajo y la persona del Dr. Andrés Carrasco, quién nos representa como precursor de la Ciencia Digna y la ciudadanía activa para dar vigencia al principio de precaución como pilar de un ambiente sano y los derechos fundamentales de todxs y cada unx.
Es desde estas consideraciones que cuestionamos que la Universidad Pública sea usada como escenario de propaganda de acuerdos políticos entre facciones que se arrogan la representación popular y empresarios que priorizando el lucro nos proponen un país deshumanizado, despoblado, con su comunidad humana expuesta al riesgo y sin su flora ni su fauna nativa, constituido por un inmenso territorio dedicado a la agricultura tecnoextractiva-venenosa y pequeños territorios conurbanizados constituidos como “reservas” para el desarrollo de agricultura orgánica. Este modelo país además incluye una notoria merma en la calidad alimentaria, por la incorporación de derivados de soja transgénica en la producción industrializada de alimentos, con su consecuente impacto, largamente demostrado por el conocimiento científico actual en la salud humana.
Consideramos que este modelo distópico de país no debe ser auspiciado por esta histórica Universidad Nacional ni por ninguna otra universidad e institución pública y democrática. Por el contrario, afirmamos que la gravedad de la situación exige la realización de debates
amplios y profundos para construir un modelo de país más justo, más libre y más humano, en donde el uso manipulatorio del lenguaje, la agresión y los actos de discriminación no sean utilizados para la cancelación de saberes y conocimientos populares y podamos así avanzar
en la realización de compromisos efectivos con la defensa de la salud pública, especialmente con la de aquellos que han sido y son sometidos a riesgos y daños irreparables y las generaciones futuras.
Firman este pronunciamiento personas y colectivos de distintos ámbitos, provincias y países.
Francisco Gelman Constantin, Universidad de Buenos Aires – Conicet – Universidad
Nacional de Lanús – Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Cecilia Carrizo, IIFAP – Facultad de Ciencias Sociales, UNCórdoba. Vocal por Lista
Fucsia y Blanca en ADIUC.
Pablo Nicolás Fernández Larrosa, IFIBYNE, UBA-CONICET, FCEN, UBA.
Susana Roitman. Doctora en Ciencias Sociales. Docente investigadora de la
Universidad Nacional de Villa María, Córdoba.
Gabriel Mellibosky no docente Facultad de Psicología UNC, Córdoba.
Matías Blaustein, iB3-UBA, CONICET.
Movimiento Amplio de Izquierda, M.A.Iz, Santa Fe.
Cristina Arnulphi. Investigadora UNC. Integrante de UCCSNAL, Unión de
Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América Latina.
Grupo de Madres de Barrio Ituzaingó Anexo, Ciudad de Córdoba. Vita Ayllón, Isabel
Lindón y Norma Herrera.
Foro Ambiental y Social de la Patagonia, Comodoro Rivadavia, Chubut.
Aldo Casas, antropólogo, ensayista, revista Herramienta.
Silvia Beatriz Adoue, Docente investigadora de la Universidad Estadual Paulista
(UNESP) y del Programa TerritoriAL, Brasil.
José Piñeiro, periodista integrante de la Multisectorial de Derechos Humanos de Río
Grande -Tierra del Fuego.
Guillermo Folguera, UBA-CONICET.
Omar Acha, Docente UBA – Investigador CONICET.
Facundo Nahuel Martín, UBA – UNIPE – CONICET.
Frente de Lucha por la Soberanía Alimentaria.
Marabunta -Corriente Política y Social.
Venceremos Partido de los Trabajadores.
Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas.
Gerardo Mesquida, Red Protierra Argentina.
Genaro Carrizo, Colectivo Volviendo a la Tierra.
Dina Barrionuevo, Colectivo Volviendo a la Tierra.
Silvia Marcela Cruz, Organización social V.U.D.A.S Fuera Porta.
Cecilia Michelazzo, Docente investigadora de la Facultad de Ciencias de la
Comunicación, Universidad Nacional de Córdoba.
Feria Agroecológica de Córdoba.
Eli Ferrari, Colectivo Volviendo a la tierra.
Valeria Cotaimich. Doctora en Adm. y Política Pública y en Artes. Docente en
Psicología Sanitaria. Coordinadora del E.L.A.P.P.S.S. Fac. de Psicología-UNC.
Integrante de la Asamblea de Vecinxs del Chavascate.
Asamblea Paravachasca, Córdoba.
Paola Becco, Movimiento Antinuclear Zárate Campana /MARA Movimiento
Antinuclear de la República Argentina.
Instituto Orco Huasi. Investigaciones Interculturales, Salta.
Prof. Dr. Phil. Carlos María Pagano Fernández, de Salta.
Colectivo Paren de Fumigar, Córdoba.
Eliana Lacombe. Doctora en Antropología. Docente e investigadora de la FFyHUNC.
Lucas Vaca, vecino de Malvinas Argentinas. Cofundador de la Asamblea Malvinas
Lucha por la Vida.
Manuel Serrano. Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria y Bioética del Sur. UNSLCONICET.
Raúl Gómez Docente Investigador. Coordinador de la Unidad de Estudios
Epidemiológicos en Salud Mental. UNC.
Asamblea de Vecinxs del Chavascate, Córdoba.
Multisectorial contra el Agronegocio “la 41”.
Julián Galeano. Cooperativa William Morris. Centro Cultural el Ojo Abierto.
Agencia de la Calle, Periodismo por el Desarrollo Sustentable. Asociación Civil
Escuela de Vida.
Luciana Echevarría. Docente universitaria y Legisladora provincial del MST en el
FITU. Provinciade Córdoba.
La Marea -MST en el Frente de Izquierda Unidad.
Asamblea Pueblos por el Agua Quebrada y Puna Jujeña.
Sociedad Ecológica Regional Comarca Andina.
Marisa Figueroa, En Defensa del arraigo y la vida rural – Asamblea Autoconvocada.
Santiago del Estero.
César Baudino, ex Secretario General Asociación Gremial del Magisterio de Entre
Ríos. Militante de la educación pública y socioambiental.
Laura Marrone. Ex legisladora de CaBA. por Izquierda Socialista en el FITU.