Durante la pandemia cobraron una relevancia inédita. En el peor momento de la historia sanitaria del capitalismo, fueron la indiscutida primera línea contra el COVID-19 y cuidándonos a todos y todas. Se ganaron así un reconocimiento social enorme. Pero, desde CABA como vanguardia a todo el país con expresiones de lucha, pusieron en agenda el reclamo que resume la causa estratégica que moviliza a este colectivo: el Reconocimiento salarial, profesional y laboral que gobiernos de distinto signo, burocracias, corporaciones elitizadas y empresarios de la salud, le niegan. El combativo sindicato independiente de CABA, la Asociación de Licenciadas/os en Enfermería (ALE) resolvió hacer esta convocatoria pública a la enfermería de toda la Argentina en el camino de su Día Nacional en el mes de noviembre. Reproducimos la Carta por entero para que sea difundida desde Jujuy hasta la Patagonia en sindicatos del sector, agrupamientos, activistas individuales y todo el colectivo de lucha por lo que este eslabón decisivo del Equipo de Salud reclama, se merece y lucha por conquistar.
La situación de la enfermería en el país es deplorable e insostenible, en todos los aspectos:
- Salarialmente, por debajo de la canasta de pobreza fijada por el INDEC (hoy de casi $ 120.000) y ni hablar de la canasta familiar (casi de $ 200.000). Empezando por CABA, la ciudad más rica de la Argentina, y terminando en los hospitales municipales del Conurbano, feudos de los intendentes con sueldos cercanos a la línea de indigencia, y ni hablar en las demás provincias del país.
- Laboralmente, con pluriempleo, debido a los salarios de miseria, con contratos precarios durante años y años, sometidos y especialmente, las compañeras (mayoría de nuestro colectivo) a violencia laboral permanente.
- Profesionalmente, sin reconocimiento en igualdad de condiciones y derechos al resto de los profesionales de la salud, con casos de discriminación especialmente aberrante como en CABA, donde se aprobó en 2018 una Ley de la Carrera Profesional de Salud N°6035 en la que se incluyeron 24 profesiones del equipo de salud, pero expresamente se dejó afuera al colectivo más numeroso y clave en el equipo: a la enfermería con miles de licenciadas/os cumpliendo con todos los requisitos legales para ser incluidos.
Esta realidad que pusimos en agenda de forma consecuente a lo largo de toda la pandemia, cuando nuestro rol social cobró visibilidad y fue socialmente valorado, ya que nos jugamos la vida, y decenas de compañeros/as la perdieron en la primera línea de todo el país, no deja margen para más demoras en dar solución estructural a los reclamos que planteamos, justos y elementales.
Pero de ninguna manera la solución es en CABA una nueva “carrera de enfermería” que se presenta como de “equiparación salarial” con los profesionales encuadrados en la Ley N° 6035 y, sin embargo, leyendo nos encontramos con que es un plan en cuotas hasta el 2025 para incrementar el 46 % de nuestro salario. ¡Ni siquiera equiparación real al 100 % y de una sola vez!
Tampoco, y lo tenemos que decir, es la salida la ley nacional aprobada hace pocos días en el Congreso de la Nación, que se presenta como de “promoción y jerarquización profesional de la enfermería”. Presentar un plan de becas –insuficiente- como la política pública nacional para promover la enfermería profesional, es un engaño. No se condice con la realidad. Tampoco el llamado Convenio 149 de la OIT que plantea “recomendaciones”. No necesitamos más legislación “declarativa”. Queremos derechos reales, y queremos que se escuche a la enfermería que sabe de qué se trata esta profesión hermosa y apasionante.
Señores Larreta, gobernadores, intendentes, legisladores, presidente: es muy simple la forma de promover la enfermería y “jerarquizarla”. Se requiere una Ley Nacional de Reconocimiento salarial, laboral y profesional a la enfermería de todo el país, que obligue a todas las jurisdicciones de la Argentina a aplicarla, sorteando la trampa de descentralización provincial que viene del menemismo, que fragmentó la salud para vaciarla y que ningún gobierno revirtió.
Concretamente, el texto tiene que contemplar:
- Salario de inicio equivalente al costo de la canasta familiar, ajustable de forma automática a la inflación real cada 3 meses.
- Derecho a capacitación en servicio, para promover la profesionalización del actual plantel de enfermería.
- Inclusión inmediata en las carreras profesionales de la salud en cada jurisdicción –la Ley N° 6035 en CABA, por ejemplo- a todo el personal que cumpla con los requisitos para ella. Terminar con esa aberrante e ilegal discriminación.
- Declarar insalubre el trabajo de la enfermería, jubilación anticipada por desgaste laboral y 82 % móvil asegurado.
- Pase a planta permanente de forma automática de todo el personal contratado.
¿Lo ven autoridades políticas del país y la CABA? Es simple, la Enfermería tiene propuestas. Si nos convocaran, si nos escucharan, si hubiera lo que hace falta que es una Paritaria Nacional de la Enfermería, con representantes de los sindicatos genuinos del sector y, además, hubiera voluntad política, entonces sí se jerarquizaría la profesión socialmente nunca tan valorada como en pandemia por el conjunto de nuestro pueblo.
Obviamente, no somos ingenuas/os. Por eso, confiamos exclusivamente en nuestra propia capacidad de conciencia, organización y movilización.
Por eso, queremos proponerle a toda la enfermería del país, la de CABA, la del Conurbano y provincia de Buenos Aires, a la enfermería desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, preparar una gran acción hacia nuestro Día Nacional el próximo 21 de noviembre. Tenemos que ser una verdadera marea de la primera línea en el corazón del poder político y en todo el país.
Pongámonos de pie. No nos callemos más.
En esa perspectiva, proponemos también a consensuar, la realización el 28 de octubre como fecha tentativa de un Gran Encuentro Nacional de la Enfermería en Lucha por Reconocimiento Salarial, Laboral y Profesional.
Desde la ALE, sindicato independiente de todos los gobiernos, combativo y democrático, hacemos este llamado público. Que tiemblen los que nos subestiman. Que se preocupe el poder político. La Enfermería se está empoderando y ese, es un proceso irreversible.
Consejo Directivo
Asociación de Licenciadas/os en Enfermería
Buenos Aires
27/09/22