La dirigente de la Coalición Cívica y Juntos por el Cambio ha señalado, como parte de sus debates internos, que Mauricio Macri busca una alianza con los sectores de ultra derecha de Milei para imponer un orden que descargue un brutal ajuste, que reprima y llegue a matar si es necesario. Más allá del oportunismo de Lilita, que acaba de recibir a Espert en Juntos por el Cambio, sus declaraciones revelan los planes de un sector de la burguesía para descargar la crisis sobre las espaldas de los sectores populares recortando los más elementales derechos democráticos conquistados por nuestro pueblo. Es necesario prepararse para enfrentarlos.
Las declaraciones de Carrió, que en su disputa con Macri y Bullrich había señalado que su ex aliado tiene un lado “oscuro” que quiere romper la coalición actual de Juntos por el Cambio para girar a otro proyecto más de derecha con Milei, develan que para imponer un fuerte ajuste pos elecciones, la burguesía y la casta política que gobierna el país apelarán a una dura represión para que le cierren sus negocios y seguir acordando con el Fondo.
Milei y Bullrich , la candidata de Macri, lo están anunciando con absoluta claridad cuando comentan cómo pretenden comportarse frente a las movilizaciones de las organizaciones sociales o los que cortan rutas. El gobernador radical de Jujuy, Morales, que comparte con Lilita y Larreta, la misma fracción interna de Juntos por el Cambio, hace campaña hablando de la mano dura contra los que se manifiestan y va a incorporar a la nueva constitución provincial cláusulas totalmente anti democráticas que reprimen los cortes y manifestaciones populares. En Salta, el massista gobernador Gustavo Sáenz reprime salvajemente a los docentes e intenta imponer una legislación represiva.
En campaña electoral es algo común que la hasta ayer centro izquierdista y progre Lilita quiera despegarse de estas actitudes brutales, e incluso las denuncie a favor de su proyecto político, alertando en su disertación en el instituto Hannah Arendt que “ese espacio va por un ajuste muy brutal sobre las clases medias, digo yo, en cuatro meses y banca también la noción de un orden que no proviene ni de la justicia ni de la república, ni de la represión respetando los derechos humanos, sino en la ilusión de que hay que reprimir hasta matar si es necesario”.
No le convino mencionar en esa ocasión que Espert, quien ha ingresado recientemente a Juntos por el Cambio de la mano de Larreta y su sector, hace poco habló de “meter bala” contra los piqueteros.
En realidad, la líder de la Coalición Cívica no es la primera, entre los referentes políticos más conocidos, en describir esta dura perspectiva. Este doble discurso lo podemos encontrar también en el inefable Aníbal Fernández. A mediados de abril pasado, este hombre que es corresponsable de la masacre del puente Pueyrredón cuando era parte del gobierno de Duhalde, pronosticó que si se cumplía el programa de la derecha (de Milei o JxC) “las calles regadas de sangre y muertos (que) van a producir si tuvieran la posibilidad de ser gobierno“.
Más allá del cinismo y la hipocresía de los portadores de estos mensajes, que son parte y han convalidado enormes ajustes de sus gobiernos contra los trabajadores, cuyo programa económico solo difiere en matices y tiempos en cómo redoblar el ajuste existente, es necesario detenerse en la perspectiva cierta que mencionan en sus dichos. El fuerte ajuste que se prepara no pasa sin una dura represión.
La responsabilidad del gobierno nac&pop del Frente de Todos
Lo primero que habría que preguntarse es cómo llegamos hasta aquí de la mano de un gobierno “nacional y popular” que derrotaría a la derecha, cómo nos prometieron Cristina y el kirchnerismo. Habría que preguntarse en que quedó la táctica de tragarse el sapo de la derecha del PJ para que no siga Macri, con que el ala izquierda del kirchnerismo y las corrientes populares que le fueron y le son funcionales justificaron el voto por Alberto Fernández y el Frente de Todos.
Y lo que es peor, todavía hoy justifican su permanencia dentro de un frente en el gobierno que aplica justamente el programa económico de la derecha y el FMI. Llaman a seguir dando pelea dentro de él, o sea, a seguir apoyándolo “para evitar que vuelva la derecha”, cuando el programa de la derecha está instalado en el Gabinete, tiene nombre propio, se llama Sergio Massa, y Cristina lo apoya y pacta con él su estrategia política.
La realidad es que si Milei ha crecido como creció, si su discurso y propuestas ha servido para que todo el arco político tradicional se corra a la derecha, tanto que gran parte de él no tiene ningún problema en develar sus planes represivos y adelantarlos en algunos casos, como Salta o Jujuy, en la represión al pueblo mapuche y otras violaciones a los más elementales derechos democráticos, es por responsabilidad del Frente de Todos en el gobierno. Responsabilidad que comparten los dirigentes kirchneristas o progresistas que pese a sus críticas siguen integrándolo y apoyándolo.
Para enfrentar a la represión y los fachos hace falta una fuerte alternativa de la izquierda
La táctica de hacer unidad con un sector de la derecha del PJ para enfrentar a la derecha no peronista, con la excusa de que la pelea se puede dar desde adentro y se puede ganar no es nueva, ha llevado a enormes frustraciones de generaciones enteras de luchadores. Fue la táctica que tuvieron los Montoneros y la izquierda peronista y tuvo terribles consecuencias. Lejos de ganarle a la derecha del peronismo, los que se impusieron fueron los planes de ajuste, la Triple A y la burocracia sindical. Luego vino el golpe como consecuencia de esto. Gran parte de la vieja dirigencia política de aquellos nefastos años fue cómplice de los militares por acción u omisión.
Nuestro pueblo libró una tremenda lucha contra los genocidas y logró derrotarlos. Fue una extraordinaria conquista que ha quedado en la memoria y es compartida por las nuevas generaciones, lo que hasta el momento hace que gran parte de la población tenga un fuerte odio y desconfianza de los militares, policías y todo el aparato represivo.
Pero esa conciencia y las energías intactas de nuestro pueblo, que conquistó grandes libertades democráticas y no ha sufrido ninguna derrota grave después de ese triunfo contra la reacción, necesitan de una fuerza política y social capaz de aprovecharla, liberarla con todo su fuerza y llevarla al triunfo en los futuros y seguros combates contra la represión que se avecina en el horizonte y las duras peleas por enfrentar un durísimo ajuste que necesitan los representantes del capitalismo local para “estabilizar” sus negocios.
La creciente polarización social y política que atraviesa el país, la enorme crisis que viene debilitando el “centro” político tradicional que Lilita dice defender, preanuncia esas batallas. La lógica de ajuste más ajuste, a la que tampoco la líder de la CC escapa va a enfrentar a la gran mayoría de la clase trabajadora contra el intento de licuar aún más los salarios y achicar al máximo conquistas históricas como los derechos laborales o las jubilaciones, en rematar los bienes comunes de este país a los intereses de las multinacionales y las potencias imperialistas. Basta mirar las últimas grandes luchas que se han librado en nuestro sub continente latinoamericano para tener una idea del panorama que se avecina en nuestro país.
Debemos prepararnos para esas batallas que se avecinan en el horizonte y que hoy ya se expresan en las peleas presentes. Para eso es necesario construir un fuerte polo de la izquierda política, sindical, social, cultural, de los derechos humanos. Esa es la responsabilidad que tenemos por delante desde nuestro MST, que integramos el Frente de Izquierda Unidad y todos aquellos que aspiramos a una sociedad sin explotación, opresión y miseria. Cómo llevar esta tarea a cabo es el debate que hoy cruza nuestro frente. Como lograr que la izquierda combativa pegue un salto en las luchas, en la intervención en los procesos políticos.
Cómo lograr que los miles y miles que buscan una nueva referencia de lucha puedan ser parte de ese proyecto. Que se incorporen al FIT-U nuevos luchadores sociales y políticos, agrupaciones y organizaciones dispuestos a dar la pelea, personalidades e intelectuales independientes. La intervención en la campaña electoral en marcha, el programa, perfil, las candidaturas, deben estar al servicio de esta tarea estratégica.
Para discutir de la manera más amplia posible este desafío fundamental para el futuro de nuestro pueblo trabajador, desde nuestro MST junto al PO, integrantes del Frente de Izquierda Unidad, junto a un conjunto de referentes sociales que se han sumado a la iniciativa te invitamos a participar del Plenario Nacional que el próximo sábado 17 de junio convocamos en la plaza Congreso.
Aspiramos a que las fuerzas convocantes podamos contar, además, con la presencia de muchos trabajadores y luchadores sociales, que provenientes de distintas experiencias políticas aspiren a construir una nueva y amplia herramienta de lucha y postulación política, contra estos planes de ajuste y entrega que las distintas variantes del sistema y la casta con que pretenden imponerse. Te esperamos.