El ministro no pudo derrotar a sus enemigos en el terreno económico, así que se desquita contra el periodismo.
Las declaraciones
Por medio de su cuenta de X, el ministro de Economía citó un comentario del conductor Jonatan Viale respecto de una encuesta de la consultora Zuban Córdoba, la cual afirma que para el 81 % el periodismo político es poco creíble.
“Esa encuesta no es otra cosa que un anticipo de lo que inevitablemente va a suceder a menos que el periodismo tome nota y cambie: es una profesión que tiende a desaparecer“, expresaba el mesadinerista Luis Caputo.
Cerró su mensaje sosteniendo que la situación “nada tiene que ver con este gobierno. Es puro mérito propio“. En paralelo, el propio presidente sostenía, hace tan solo unos días: “No odiamos lo suficiente a los periodistas… ¡Ciao!”
Al contrario de lo que sostiene Caputo, el gobierno tiene una intensa política hacia el periodismo, donde premia a los bufones del poder, a quienes puede intervenirles las entrevistas y dictarles las preguntas, como es el caso del mencionado Jonatan Viale.
Mientras tanto, castiga a todo el arco periodístico que esboza alguna crítica a la tragedia social que representa su gobierno. En ese sentido, ha tratado de silenciar todo lo posible a las voces que lo cuestionan, incluso privando o limitando a periodistas y fotoreporteros en coberturas oficiales, como fue el caso en la apertura de sesiones en el Congreso.
La gestión libertaria también ha actuado en el desguace de los medios públicos y en la represión directa a periodistas y fotógrafos en cada movilización. Uno de los casos más graves fue el de Pablo Grillo, quien resultó gravemente herido tras el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno en la cabeza, en el marco de la brutal represión del 12 de marzo durante una movilización en defensa de los jubilados.
Un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) detectó un “alarmante deterioro” de la libertad de prensa en Estados Unidos y países de América Latina, haciendo especial mención a Argentina y a un “giro autoritario“.
RSF destaca que el país gobernado por Javier Milei ocupa el puesto 87 en el índice de libertad de prensa, y denuncia que “ha estigmatizado a los periodistas, desmantelado los medios públicos y utilizado la publicidad estatal como arma política“.
“Muchos líderes políticos de la región han adoptado, como parte de su estrategia de gobierno, una lógica sistemática de atacar a la prensa como una forma de movilizar a sus bases electorales“, explicó Artur Romeu a AFP, director para América Latina de RSF, para quien esta estrategia “de odio” no se limita a una parte del espectro político.
De bufones y serviles al poder
Lo que realmente le molesta al ministro es que existan sectores periodísticos que confronten el plan político y económico del gobierno, en vez de actuar de forma servil y leal, como los bufones que, en desmedro del periodismo y la libertad de prensa, lo militan.
Desde PDI construimos un periodismo sin falsas neutralidades, basado en la libertad de prensa y en la lucha por democratizar el conjunto de los medios de comunicación desde una perspectiva socialista. Lejos de desaparecer, como desean los Caputo de la vida, seguiremos firmes visibilizando cada lucha social, política y de la clase trabajadora, así como también difundiendo nuestras posiciones profundamente anticapitalistas