Luego de haber conocido la inflación de julio (7,4%), el INDEC, con su publicación sobre la “Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total”[i] mostró que una familia tipo necesitó $ 111.297 para no encontrarse por debajo de la línea de la pobreza.
La Canasta Básica Total (CBT) indicó que su crecimiento en el mes de junio fue del 6,8%. Este indicador, que establece el valor de la línea de la pobreza, en su variación interanual se incrementó un 64,7%.
Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) incrementó su valorización mensual en un 6,3%. Este aumento hizo que una familia tipo, para no encontrarse en situación de indigencia, necesitara $ 49.466 en el mes de julio. En los últimos doce meses la CBA aumentó un 70,6%.
Con estos niveles de inflación, donde los números anteriormente publicados fueron los más altos en los últimos 20 años, las presiones que sufre el bolsillo del trabajador son constantes. Hoy con la canasta básica total ubicada en los $ 111.297 la carestía de vida es insoportable, sobre todo cuando se tiene en cuenta que ni el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) puede asegurarnos estar por encima de la línea de la pobreza. En julio el SMVM se encontraba en $ 45.540 y recién agosto se actualizó a los $ 47.800, una mísera actualización ante una espiral inflacionaria que lejos está de solucionarse por parte del gobierno. Con una simple operación se puede ver que el mes pasado se necesitaron casi más de dos salarios mínimos para estar por encima de la línea de la pobreza.
Según la última publicación[ii] realizada por la Junta Interna de ATE – INDEC, “un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijxs en edad escolar necesitó, en julio de 2022, de $ 179.990.- para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $ 61.383.- necesarios para adquirir una canasta alimentaria mínima y de $ 118.607.- para acceder a otros bienes y servicios básicos”.
Al igual que la inflación, los números publicados sobre el aumento de la canasta básica fueron producto de uno de los tantos episodios de crisis que viene sufriendo la coalición gobernante del FdT. Pero estos incrementos no son una excepción, sino la regla a este contexto de crisis, dirigido por un programa de ajuste pactado con el FMI. Mientras ocurre esto, las nuevas medidas del superministro Sergio Massa no son ninguna sorpresa, ya que todas están inscriptas dentro de las exigencias que pide el Fondo Monetario. El nuevo tarifazo – o como a Malena Galmarini, presidenta de Aysa le gusta decirle, “redistribución de subsidios”- será un nuevo ataque a los ingresos de las mayorías trabajadoras. Además, estos futuros aumentos en las tarifas podrían trasladarse a los precios. Todo en pos de achicar el famoso déficit fiscal, un punto fundamental que el FMI obliga a cumplir a rajatabla.
Por más que el Frente de Todos trate de lavarse la cara con algunas medidas, como el aumento insuficiente de las jubilaciones (15,53%), este gobierno para normalizar esta situación de crisis ha decidido elegir la opción de ajustar aún más a la clase trabajadora y a las mayorías populares. A todo esto, las direcciones burocráticas de las principales centrales de trabajadores, lejos de enfrentar el ajuste deciden mantenerse dentro de las filas del gobierno. En la jornada del 17 de agosto pasado, estas direcciones dejaron en claro que en ningún momento van a ir contra los culpables de la degradación que sufren nuestros salarios; por otro lado, también prefieren, como lo hicieron algunos de sus referentes, atacar a las acciones que realiza la izquierda y otros sectores combativos.
El rechazo a este programa de miseria que nos presenta el oficialismo debe ser central en todas las luchas, o el futuro será la profundización de este ajuste. Ayer, con la izquierda, el Sindicalismo Combativo y la Unidad Piquetera en plaza de mayo se mostró cual es el camino a seguir en esta pelea contra la brutal crisis que nos quieren hacer pagar.
Como venimos diciendo desde el MST en el FIT-U, se vuelve necesario organizarse para poder luchar contra los tarifazos, para conseguir mejores salarios, trabajo genuino y lograr una mejora en todas las asistencias sociales. Además, es fundamental cortar con el programa del FMI, solo así se puede terminar con esta degradación en las condiciones de vida de las mayoría trabajadoras.
[i] https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_08_22D4FF94DF70.pdf
[ii] https://drive.google.com/file/d/1G-H_jmK8zhGpJdrPzE-EjPJE0m3e0uPF/view