En el día de ayer los vecinos de Caballito realizaron una nueva actividad en contra de la obra ilegal e inconsulta del gobierno de la Ciudad, que pretende destruir la Av. Honorio Pueyrredón.
Hace meses que se organizan y sostienen una de las peleas con más participación ciudadana que se ve en Buenos Aires. Desde que se enteraron por los grandes medios de comunicación, y no por el gobierno, de esta obra que perjudica al barrio vienen realizando numerosas actividades de protesta y visibilización. Asambleas semanales, juntadas de firmas (ya tienen miles recolectadas), denuncias judiciales, semaforazos, cortes de calles, marchas de antorchas; ayer para variar, sumaron una caravana en donde participaron muchos vecinos con sus autos, bicicletas y de a pie.
La contundencia de su reclamo ha logrado 3 fallos judiciales contra el gobierno de la Ciudad y la incomodidad de muchos funcionarios que no pueden explicar por qué, como dice el juez, el Ministerio de Espacio Público impulsó una obra de manera ilegal por ser el cambio de uso de una avenida es facultad de la Legislatura y no del Poder Ejecutivo.
Desde el inicio de la obra y hasta que el juez la detuvo, todo lo que los vecinos decían que iba a pasar, viene sucediendo. No contar con la mano sentido norte-sur de Honorio ha generado un caos de tránsito en toda la zona y principalmente en las calles paralelas Hidalgo y Rojas. Son constantes los embotellamientos, los bocinazos intensos, las peleas entre conductores por los atascos, las ambulancias que no pueden llegar rápido al Sanatorio Mendez, etc. Ni hablar de lo que causan todos esos ruidos y el smog en las viviendas de los frentistas. Esta situación es caótica, insostenible y solo invisible para los funcionarios de Larreta.
Ahora y como si el único problema del falso «Parque Lineal Honorio Pueyrredón» fuera no haber sido aprobado en la Legislatura, el gobierno avanza el camino administrativo «correcto» y desde la Comuna se convoca a una audiencia pública para el próximo día 30 de junio en la Confitería El Greco. Oh casualidad, la misma confitería que alquilan cuando hace las visitas de campaña al barrio Jorge Macri, por ejemplo.
Esta audiencia, como instancia de participación ciudadana debería haber sucedido antes de planificar una obra para el barrio y no como una formalidad para avanzar con lo que claramente no tiene licencia social para ejecutarse. Y a pesar del carácter restrictivo, porque sólo pueden participar quienes tengan domicilio en Caballito (cuando la obra sería financiada con el dinero de los impuestos de todos los porteños), llaman a inscribirse masivamente para participar y van a demostrar una vez más que Caballito quiere con urgencia sumar espacios verdes y públicos, pero no a costa de destruir Honorio. Como siempre y desde hace años y años el reclamo que sigue cada día más vigente es la exigencia, tanto al gobierno nacional como el de la Ciudad, de que se construya un gran parque verde y público en el ex playón ferroviario del barrio. Y cada día está más claro que no van a parar hasta conseguirlo.
Ejemplo de organización y muestra de que con la participación se puede parar cualquier “transformación” que no sea para mejorar la vida en la Ciudad, ellos siguen firmes y sumando fuerzas día tras día.
Y como gritan en cada actividad: ¡Abran Honorio ya! ¡No destruyan Honorio! ¡Queremos Parque Pueyrredón en el playón ferroviario!
Adrián Hernández