viernes, 22 noviembre 2024 - 18:32

CABA. Otra vez Soledad Acuña violenta las escuelas

Durante las primeras horas del 4 de julio trascendió públicamente la noticia de que Mónica Casalini, directora de la escuela 25 del DE 1 -conocida como La Banderita-, había agredido a un estudiante. El niño de diez años entró a la dirección y salió con el labio sangrando.

A raíz de esto salieron a la luz otras situaciones: la denuncia policial de la familia del estudiante en cuestión, así como otra denuncia policial contra la directora durante este año.

Les docentes tienen miedo de ir a trabajar y por eso ya 20 renunciaron a sus cargos. Cualquiera que esté leyendo esto o haya escuchado lo sucedido se preguntaría cómo puede ser que personas como Mónica Casalini hayan llegado a ese cargo, o cómo es que nadie hizo nada ante la primera denuncia? La respuesta: Casalini fue puesta “a dedo” por Soledad Acuña. Incluso es parte del ciclo Mujeres que inspiran que largó el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para el 8M. Porque sí, parece que a este gobierno lo inspira la violencia simbólica, pero también la literal. Fue también en esta escuela, bajo la conducción de esta mujer, que Larreta y Acuña festejaron el 25 de mayo.

Este no es un caso aislado en las escuelas de la Ciudad. Aquella que hace dos semanas prohibió el lenguaje inclusivo por los “malos rendimientos” en pruebas estandarizadas. Aquella que reformó nuestro convenio colectivo de trabajo con la excusa de que les pibis no pierdan horas de clase. La misma que extendió en 12 días el calendario escolar sin pensar en la calidad educativa.

No es de extrañar que entre sus filas haya conducciones violentas que usan su lugar de poder para hostigar a docentes, familias y niñes. Es por eso que acompañamos todos los reclamos de las familias; pero también acompañamos a todo docente que sufra maltrato de su conducción, como parte también de una política de persecución y precarización de este gobierno.

Este es otro ejemplo de lo que sucede cuando prima la discrecionalidad de este gobierno. Mientras en las conferencias aparecen gritando “¿Alguien quiere pensar en los niños?”, son les primeres que atacan a las infancias, adolescencias, docentes y a las escuelas públicas de conjunto.

Por eso seguimos insistiendo en que tienen que volver los actos públicos presenciales, para que podamos tener un mayor control de quienes acceden a los cargos. Seguimos reclamando que no pueden hacerse cambios en la educación sin debatir con quienes la hacemos todos los días. Pero sobre todo, seguimos exigiendo que los sindicatos de la docencia, como UTE, llamen a asambleas de toda la docencia para que podamos debatir un plan de acción.

No podemos permitir que estas medidas vayan pasando escuela por escuela como hechos aislados. Ante los ataques tenemos que dar una respuesta de conjunto de toda la docencia, junto con la comunidad educativa. La educación no puede quedar en manos de estos CEOs.

Súmate a les que queremos luchar, súmate a Alternativa Docente.

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