viernes, 15 noviembre 2024 - 22:17

CABA. Audiencia Judicial de Enfermería con el gobierno de Larreta-Quirós

En el día de ayer un frente de lucha con la ALE y distintas organizaciones del sector salud en CABA volvieron a protagonizar una jornada importante. La Sala II de la Cámara de Apelaciones convocó a las representaciones de la enfermería que tramitan un amparo por equiparación salarial y de condiciones de trabajo con el régimen de la Ley N° 6035 que regula la actividad de las y los profesionales de la salud de CABA. Contundente alegato de la ALE a través de su presidenta, Andrea Ramírez. Positiva unidad de acción en las calles. La continuidad de este reclamo.

La audiencia convocada por la Sala II de la Justicia Porteña volvió a colocar en agenda, una vez más, un reclamo elemental que levanta la enfermería de CABA: su reconocimiento como profesionales de la salud. Recordemos, que en la justicia tramita actualmente, un amparo presentado por distintas organizaciones de la enfermería hace varios años, exigiendo que el gobierno de la CABA aplique las condiciones del régimen salarial y laboral regulado por la Ley N° 6035 al resto de profesionales de salud de la Ciudad. Es decir: se trata de reclamar la “equiparación” con las 25 profesiones incluidas en la llamada Carrera Profesional, de la que enfermería fue explícitamente marginada en 2018, al momento de su aprobación.

En primera instancia, la jueza López Vergara dictaminó favorable el planteo de la enfermería, pero el gobierno de Larreta-Quirós, apeló ese falló que ahora tiene en sus manos la Sala II.

Esta audiencia de partes, convocada con el propósito de encontrar un camino de “conciliación”, en realidad sirvió para consolidar la posición de la enfermería, ya que las distintas representaciones gremiales (ALE, ATE, SITRE) y en particular, la exposición de la ALE, a cargo de su presidenta Andrea Ramírez (que reproducimos más abajo). En su alegato, la presidenta de la combativa ALE, desbarató todos los argumentos del gobierno de la CABA y de la fiscalía, que opera como vocera orgánica del ejecutivo de la Ciudad:

*Explicó porque es falso el argumento de que incluir a la enfermería en la 6035 “divide al colectivo y perjudica el servicio de salud”.

*Desnudó la falacia de que en paritarias “se esté mejorando la situación del sector”, cuando a la ALE, por ejemplo, le niegan participación con paritarios propios.

Pero lo más categórico fue la demostración en términos presupuestarios de que el reconocimiento salarial, profesional y laboral de la enfermería, representaría un aumento apenas sensible del presupuesto de la ciudad más rica de la Argentina. Y como dato clave, adicional, explicó que con lo destinado a publicidad electoral (casualmente en un año de elecciones), casi 10 mil millones de pesos en CABA, se podría recomponer en más de 100 mil pesos el salario de toda la enfermería de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sobran recursos, mentiras y falta voluntad política. De eso se trata.

Un poco de historia nunca viene mal

En noviembre de 2018 la Legislatura de CABA aprobó la Ley N° 6035 que regula las condiciones salariales, laborales y profesionales del equipo de salud. Sin embargo, fueron abarcadas por esa normativa 24 profesiones en total: desde médicos, hasta fisioterapeutas, desde bioquímicos hasta licenciados en prótesis. Todos/as con razón y derechos. Pero al colectivo más numeroso del sistema de salud lo dejaron afuera: la enfermería siguió encuadrada en el escalafón municipal con rango de empleadas/os administrativos. ¡Pero interactúan con vidas y salud, todos los días! No con hojas de cálculo o expedientes. ¿Alguien considera que la enfermería no es parte del equipo de salud? Bueno, en CABA, Larreta, Quirós, las conducciones burocráticas y elitistas de SUTECBA y Médicos Municipales, bloquearon ese acto elemental y básico de justicia. Miles de enfermeras, licenciadas, con posgrados y formación equivalente a todas las profesiones incluidas en la Ley N° 6035, quedaron a partir de entonces, discriminadas. La reacción no se hizo esperar y enormes movilizaciones semi-espontáneas, como una especie de “2001 de la enfermería”, se transformaron en una gigantesca marea blanca en las calles de Buenos Aires. Sin embargo, la ausencia de una potente herramienta sindical que orientara el movimiento con una perspectiva coherente, combativa, unitaria, pero independiente de todos los gobiernos, fue un límite a las protestas. Esta conclusión, fue decisiva para quienes se abocaron a fortalecer la ALE desde entonces, como nuestra agrupación Alternativa Salud-MST: era necesario un poderoso sindicato de la enfermería empoderada. El 2018 mostró que hay fuerza en las bases, que falta organización permanente en un sindicato que no se entregue y que exprese un modelo anti-burocrático y de lucha, como única confianza.

La CAPE, otra carrera trucha para encubrir la discriminación

Durante la pandemia la ALE junto a otros sectores, encabezó movilizaciones reclamando terminar con la discriminación: paros, acampes, ruidazos, caravanas, festivales. En fin: una batería de medidas de protesta que colocaron la exclusión de la enfermería en agenda. Esta orientación fue forzando una respuesta por parte del gobierno de CABA y de SUTECBA y cía. ¿De qué hablamos? De una nueva carrera que se “aprobó” en paritarias (donde a la ALE le niegan representación) en 2022, que prometía “equiparación salarial y jerarquización profesional”, y terminó siendo un aumento salarial adicional supuesto pero a cobrar en cuotas hasta el 2025 ¡La equiparación si es, tiene que ser al 100 % y en un solo pago, porque la enfermería no trabaja en cuotas! Es evidente que esta generación empoderada se transformó en un fastidio para SUTECBA, Larreta y AMM. La realidad es que si son incluidas/os en la 6035 pierde la burocracia de SUTECBA –en miles de afiliados y cotizantes para la obra social- porque dejaríamos de ser “municipales”. Eso debilita la “caja”. Por eso, SUTECBA bloquea. Y AMM (médicos), resiste el pase a la Carrera porque no quiere perder el monopolio de concursos en los hospitales a cargos de gestión. Por eso, la ALE rechazó esta “nueva carrera”. Equiparar es igualar y eso es al 100 % en materia salarial. Y no renunciamos a la bandera de la Inclusión en la 6035. No hay caso: quieren conformar a la enfermería con maniobras, pero cada vez se activan más sectores que protestan y se organizan. Por eso, el argumento de Larreta, Quirós y la fiscal Cícero, de que en “paritarias” se fue “mejorando con una nueva carrera” la situación de la enfermería es directamente una burla.

Seguir alertas y confiando exclusivamente en la fuerza de la movilización

La instancia judicial es un campo más de lucha para la enfermería. Se trata de una institución que de independiente no tiene nada, ya que por regla general le responde al poder político de turno. Eso lo tiene bien claro la actual conducción de la ALE y es importante registrarlo. A la vez, tenemos que aprovechar cada oportunidad que tengamos para avanzar en conquistas de derechos. Por eso, nuestra apreciación es que todo el plan de medidas realizadas para respaldar la posición de la enfermería en el amparo por equiparación, incluyendo Marcha de Antorchas, vigilia y acampe, paro y más protestas, viene siendo esencialmente correcto, y la ALE tiene el mérito de tomado la iniciativa de la unidad convocando a todos los sindicatos o agrupamientos del sector, más allá de diferencias que existen.

Andrea Ramírez interviniendo frente al Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires

Ahora, se impone planificar la próxima etapa de lucha, que incluye impulsar junto a otros sindicatos del equipo de salud de CABA, que hacen vida al interior de la Federación de Profesionales, un plan de lucha progresivo, con asambleas, paros activos y protestas para exigir aumento salarial de emergencia frente a la inflación desbocada que hunde los salarios mes a mes. Hoy mismo, la delegación de congresales de la ALE, encabezada por Andrea Ramírez y Luciana Franco (secretaria gremial), plantearon con fuerza una dura denuncia a AMM y SUTECBA, y propusieron una orientación de lucha en la línea del aumento de emergencia que finalmente se aprobó por mayoría de todos los sindicatos participantes. A la vez, también plantearon la necesidad de que el conjunto de la Federación asuma como propia la agenda de la enfermería, incluyendo el Reconocimiento, y también fue aprobado.

Por lo tanto, lo que queda es seguir recorriendo hospitales y CeSAC, seguir fortaleciendo la ALE como expresión del nuevo sindicalismo de lucha y democrático en salud de CABA, y atentos al fallo de la Cámara de Apelaciones en las próximas semanas.

Alternativa Salud – CABA


Lamentable el PTS: la preocupación por los votos, mientras la enfermería lucha

Aunque pasó de forma casi inadvertida, no podemos dejar de mencionar el rol del PTS (el partido de Bregman y Del Caño), en la concentración por la audiencia judicial del miércoles 10 de mayo. Mientras la enfermería movilizada, con cese de actividades en los hospitales y CeSAC, contra las presiones de jefes, burócratas de SUTECBA y mil sacrificios más, hizo lo imposible por estar bancando la concentración que convocó la ALE junto a otros sindicatos frente a la sede de la justicia porteña, el PTS “participó” con un par de militantes que se dedicaron a volantear un panfleto de promoción electoral. Sin embargo, en su web dicen que “estuvieron presentes como siempre”, cuando en realidad lo que fueron a hacer fue esto que describimos y una legisladora de CABA, pasó 10 minutos a sacarse una foto para colgar en sus cuentas de redes sociales. Francamente lamentable: la obsesión electoralista en momentos decisivos de una lucha durísima como la que encara la enfermería revela toda una concepción política, que obviamente nos ubica en el vértice opuesto de esta corriente. De nuestra parte, como Alternativa Salud-MST, vamos a seguir jugándonos enteros por el triunfo de la enfermería como hacemos desde hace años. No para la foto, o para rapiñar algún voto más, sino para fortalecer a este combativo sector del equipo de salud.

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