lunes, 23 diciembre 2024 - 09:39

Boca Juniors. Villa, denunciado por violencia de género

La víctima denunció por violación e intento de homicidio al delantero colombiano que juega en Boca. Esta causa se suma a otra que ya posee Villa por violencia de género. Por qué debería ser suspendido.

No es el primer caso de violencia de género y abusos por parte de Sebastián Villa, un jugador que ya carga con otras denuncias en su haber y sigue amparado por Boca y la AFA. Si bien el club se puso “a disposición”, no aclaró si el jugador sería suspendido del plantel. Al revés: es titular en la semifinal de la Copa de la Liga entre Boca y Racing, hoy sábado 14.

Ante un caso resonante como éste, de violencia reiterada por parte del mismo jugador y con denuncias graves, permitirle ser titular en el partido es de hecho una reivindicación pública del violento. Como mensaje simbólico hacia la sociedad, la actitud de Boca y la AFA nos parece nociva y regresiva. El jugador debería ser separado en forma preventiva hasta que se investiguen los hechos.

La denuncia de Rocío

Según declaró por escrito, conoció a Villa a principios de 2020. Con el tiempo empezaron a “compartir distintas situaciones: almuerzos, cenas, etcétera; lo que permitió que conozca a su entorno más íntimo, los familiares, amigos y compañeros de su club de futbol”. Indicó: “Sobre las 22 horas, Sebastián había ingerido gran cantidad de alcohol y si bien estaba acostumbrada a verlo en ese estado, empezó a hacerme una escena de celos porque yo habría tenido, según el, un encuentro con un compañero del plantel. En el transcurso de esta escena comenzó a elevarme el tono de voz y en consecuencia a ponerse más violento de lo habitual, razón por la cual nos retiramos de la casa quinta donde se realizó el asado”.

Ya en la casa de Villa, en Canning, “él me estaba acariciando en la cara, cuando de repente se pone violento, me aprieta con fuerza la mandíbula y la nuca, me pega una cachetada y me dice ‘¿te gustaron mis compañeros?’. Comenzó a abusarme, propinándome algunos golpes y tapándome la boca, momento en el cual yo le realicé algunos rasguños por querer salir de esa situación. En ese momento estaba aterrorizada y se me vino a la cabeza los antecedentes de violencia que tenía Sebastián, según los medios. Allí, él cruzó un límite que no había cruzado antes, el de levantarme la mano, lo cual para mí ya era motivo categórico de ruptura. Yo sentía entre temor y bronca por el golpe recibido, sin saber cómo actuar, realizando un análisis interno de cómo evitar agravar mi vulnerable posición, teniendo en cuenta que afuera sólo estaba su seguridad, que se ocupa de tapar todas las acciones de Sebastián, y en quien yo no confiaba. Entre lágrimas por el golpe, él comienza a acariciarme el pelo, me seca las lágrimas y me empieza a besar, pero acto seguido me aprieta de vuelta la mandíbula con mucha fuerza, impidiéndome respirar por muchos segundos hasta que logré zafarme de esa situación, y me muerde de manera violenta los labios”.

Una persona “sumamente violenta y agresiva”

La mujer declaró que, cuando discutían, Villa se mostraba como una persona sumamente violenta y agresiva, “pero siempre, hasta el día del hecho denunciado, sólo había ejercido sobre mí violencia verbal, por lo regular, adjetivándome con palabras descalificantes”. Los delitos por los que Rocío acusa a Villa son: lesiones, privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal e intento de homicidio.

En 2020 su ex, pareja Daniela Cortés, lo denunció por lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas coactivas. Y en junio del año pasado, el juez de garantías Javier Maffucci Moore, de Esteban Echeverría, aprobó el requerimiento de la fiscal Verónica Pérez, de la UFI 3, para elevar la causa a juicio oral.

Violencia de género e hipocresía futbolística

Cuando Daniela lo denunció en 2020, Villa fue desafectado del equipo. Pero luego fue reincorporado y ahora tiene protagonismo en los partidos que juega Boca. Esto evidencia la falta de formación en género de dirigentes y periodistas que lo siguen nombrando como si nada pasara. No hace mucho, otro jugador de Boca estuvo involucrado en un hecho de violencia de género. También tuvo repercusión y el club tampoco tomó cartas en el asunto. Es el caso de Eduardo Salvio, que embistió con el auto a su ex compañera Magalí Aravena, y cuyo video se viralizó.

Boca Juniors tiene un “protocolo” que regula los procedimientos a seguir ante casos de violencia de género, identidad de género u orientación sexual. Entró en vigencia a fin de 2021 luego de la primera denuncia contra Villa ¿Pero por qué no se activó y Sebastián Villa puede jugar? Sencillamente porque el protocolo no se activa de manera automática, sino que la víctima debe denunciar en el Departamento de “Inclusión e Igualdad” de Boca, que ahora se puso “a disposición”.

Esta maniobra burocrática sólo sirve para proteger a los violentos. A los dirigentes no les importa el peligro que estos generan, mientras el club siga ganando millones a través de los sponsors y los partidos. Es necesario que desde la AFA se unifique un protocolo con perspectiva de género, que no encubra a los violentos sino que ayude a hacer justicia y cuidar a las víctimas y no a los bolsillos de los clubes. Y en todas las instituciones deportivas debe haber formación en género, que abarque a los dirigentes, jugadores, personal y socios.

Iara Saldungaray

Noticias Relacionadas