Finalmente Javier Milei, el candidato libertario, se impuso por amplio margen y antes de que estén los resultados oficiales Massa ya reconoció la derrota. Milei está alcanzando el 56% contra el 44% que obtuvo Sergio Massa, quedando muy lejos de la victoria que buscaba. Más de doce millones de ciudadanos votaron contra el gobierno y así nuestro país ingresa a un cambio político importante, al perder el peronismo nucleado en Unión por la Patria el poder político que tiene desde 2019 y abrir paso con su derrota a un gobierno de Milei, con todo lo que eso implica.
Durante toda la campaña electoral, reiteradamente analizamos que si bien una franja de la sociedad se inclinaba hacia el voto útil para frenar el ascenso del ultraderechista libertario, a la vez en estas elecciones actuaba con fuerza el deterioro notable de las condiciones de vida de millones y que eso podía expresarse en un fuerte voto castigo al gobierno. A eso apostó el libertario y también Macri dándole apoyo en este balotaje.
Este domingo fue lo que se expresó mayoritariamente y Milei será el próximo presidente del país junto a Villarruel como vice. La pregunta que ronda en el aire es clara: ¿Cómo pudo ganar un personaje semejante? Y la respuesta es igual de clara: ganó por el desastre del peronismo en el poder, que una y otra vez en estos cuatro años defraudó a millones y le abrió las puertas a un descontento que se expresó en un giro electoral a derecha y sobre todo en el surgimiento de una variante por fuera de los partidos tradicionales, que precisamente capitaliza el descontento de millones con la fuerza que viene gobernando el país y también muestra un atraso político.
No se descarta que desde voceros mediáticos del oficialismo y funcionarios del gobierno surjan los argumentos para justificar esta derrota. Pero si analizamos seriamente los hechos, aquí se vuelve a vislumbrar el fracaso de un proyecto que cuando llega al gobierno, como en este caso después de Macri, mantiene el mismo modelo económico, ajusta, aumenta la pobreza, genera inflación, disparada del dólar y hace que la realidad en millones de familias sea la de no llegar a fin de mes. Todo por haber arrancado por legalizar la fraudulenta deuda del macrismo con el FMI y atarse al Fondo por muchos años perdiendo soberanía y poder de decisión propia.
Con esa nefasta estrategia política y económica, el peronismo en todas sus variantes fue deteriorando al máximo las condiciones de vida de millones, y de esa forma es el responsable del ascenso político de Milei, que precisamente avanzó hasta ganar, navegando en medio de la profunda crisis profundizada por el gobierno actual, del cual Massa es el principal ministro y responsable directo de las principales medidas llevadas adelante. Sumado a que no enfrentó consecuentemente a la derecha, sino que en las PASO ayudó con el armado de lista y fiscales. Cuando la vieron difícil, instalaron la campaña democracia o dictadura, y ahora son los primeros en felicitar a los que representan esa “dictadura”.
El resultado muestra también el fracaso de la política que impulsan sectores posibilistas que insisten año tras año en pelear por dentro del PJ o dentro de frentes conducidos por ese partido, queriendo convencer a miles que se pueden lograr cambios positivos allí. Nada más lejos de la realidad. El PJ es un partido esencial del régimen burgués argentino y como tal, cuando gobierna no toca nunca los intereses de grandes capitalistas y corporaciones, y al no hacerlo siempre navega entre ajustes y alguna que otra medida parcial e insuficiente que no logra mejorar la vida de millones. Por el contrario, genera decepción en sus propios votantes y simpatizantes y termina, como puede verse de nuevo ahora, abriéndole la puerta a la llegada de variantes de derecha. El PJ no va más, no es alternativa, hay que construir algo grande y distinto desde la izquierda.
Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad venimos desde hace años batallando por fortalecer una fuerza política alternativa al peronismo y a todas las derechas, y más que nunca lo seguiremos haciendo. En este balotaje convocamos a no votar a Milei y no hicimos campaña por el voto en blanco, entendiendo a quienes querían derrotar al libertario negacionista, aunque tampoco nuestro partido votó a Massa entendiendo que su proyecto de ajuste y entrega al FMI no podía ser apoyado por la izquierda.
Ahora, a esos millones de trabajadoras, trabajadores y jóvenes que veían y ven en Milei un gran peligro, los convocamos a prepararnos en unidad para enfrentar el próximo gobierno de Milei. Vendrá un nuevo tiempo, difícil, complejo y con un proyecto político de ultraderecha que intentará liquidar derechos sociales y democráticos, y la única forma de frenarlo será con la lucha en las calles. Es la organización y la movilización la que nos podrá en mejores condiciones para enfrentar los intentos de recortes de nuestros derechos. Como lo dijimos reiteradas veces a lo largo de esta campaña, hay que prepararse con fuerza para el país que se viene. Allí el rol de la izquierda será muy importante y necesario, ya que así como el PJ fue incapaz de frenar a la ultraderecha en el plano electoral, tampoco lo enfrentará en la calle, recordemos que el propio Massa propuso un gobierno de unidad nacional incluyendo a libertarios y en el último debate reconoció que además recibía a Milei para charlar en sus oficinas del Frente Renovador. Lo que viene es la lucha política y social frontal contra un nuevo proyecto de derecha en el gobierno, y frente a esto no hace falta repetir recetas fracasadas junto al PJ y su proyecto; sino fortalecer más que nunca al Frente de Izquierda Unidad, peleando a la vez para que cambie y mejore y convoque a miles y miles de trabajadores y jóvenes defraudados, si de verdad quiere jugar un rol destacado y positivo en las grandes luchas y convulsiones sociales que vendrán.