Recién en 2018 y como resultado de las incesantes movilizaciones llevadas a cabo por la ola verde feminista, la provincia de San Juan adhiere a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). Desde el 2006, año en el que la ley es sancionada, hasta el 2017, la educación sexual en las escuelas no solo era tabú, sino que, por si fuera poco, la capacitación en ESI quedaba a cargo de la Iglesia católica, intermediada por la Escuela de la Familia. Durante ese período, el gobierno provincial junto al Opus Dei, sector católico que dirige la Iglesia en la provincia, eran los encargados de esconder todo material bibliográfico referido a la ESI. De ese modo, tal como si se tratara de la edad media, se ocultaba información, tanto a los docentes como a los estudiantes y sus familias.
Increíblemente, la nota de la redacción del Diario de Cuyo del día 10 de febrero editorializa que no es momento oportuno para comenzar a implementar la ESI. Para ello, enumera una serie de problemas, sin duda cotidianos, que afectan a la sociedad, pero no es casual que se olvida uno trascendente que afecta a todas y todos: es evidente que los femicidios, la violencia de género y el machismo de la sociedad patriarcal no es un problema emergente para la visión medieval de Diario de Cuyo. El hecho de que muera una mujer cada 24 horas simplemente por ser mujer, para este medio, no existe. Detrás de esta nota se esconden los sectores más conservadores de la provincia que quieren que nada se modifique, defendiendo un modelo de sociedad cada vez más cuestionado.
A pocas horas de comenzado el año, San Juan tuvo su primer caso de femicidio, por lo cual durante los primeros días de febrero acompañamos a los familiares de Yoselin en su pedido de justicia. No podemos omitir el hecho de que la provincia tiene uno de los índices más altos del país de abusos intra familiares de menores; tampoco, que los casos de violencia de género y embarazos adolescentes van in crescendo todos los años.
Defender la ESI contra el oscurantismo medieval
La nota de Diario de Cuyo se contradice con una realidad que les implosiona de frente. Desde 2019, cada vez son más los docentes que de forma autónoma comenzaron a buscar los medios para aplicar la ESI en las aulas. En la misma sintonía, muchos estudiantes realizaron petitorios o plebiscitos para pedir la aplicación efectiva de la ESI en sus cursos. Al mismo tiempo, muchos docentes en forma autoconvocada comenzamos a dar pelea por una aplicación efectiva. Sin embargo, el propio Ministerio de Educación es el que ha intentado frenar insistentemente este proceso mediante los supervisores de área, o procediendo con una tardanza notoria, que solo refleja a un gobierno provincial que ya no es capaz de frenar un reclamo genuino y que recién ahora, mediante una nueva ministra de Educación anuncia su teórica aplicación.
Es indudable que la nota del medio oficialista representa a un sector mínimo de la población sanjuanina con un sustancial poder en los medios, en el gobierno y que, increíblemente, aún se resiste a los nuevos cambios que se van desarrollando a nivel mundial. La ESI es una herramienta fundamental para que las nuevas generaciones se alejen de actitudes homófobas y discriminatorias. Es menester su aplicación en todos los niveles educativos, lo cual permitirá la formación en una orientación de género que combata la violencia machista y los femicidios, democratizando el acceso a la información en una provincia en la que, por mucho tiempo, estuvo vedada.
Sin dudas, es urgente comenzar a implementar la ESI, teniendo en cuenta la opinión de todos aquellos docentes que la vienen trabajando en sus cursos sin apoyo estatal. Tan urgente como hacer parte a los estudiantes y a sus familias de una real aplicación de la ley. Por todo ello, es necesaria la mayor unidad posible que nos permita impulsar movilizaciones en las calles de todos los sectores, evitando así que se sigan poniendo palos en la rueda para su implementación. Así como se hizo con la Ley IVE, la ESI la tendremos que defender en las calles. Hay que quitarle a la Iglesia católica los millonarios subsidios y que sean las organizaciones feministas, sociales y de docentes quienes lleven a cabo su real aplicación de una vez por todas.
Alternativa Docente y Juntas y a la Izquierda – San Juan