Con un promedio de 6%, se oficializó la suba del gas en todas las empresas del país. El aumento fue publicado la noche del lunes en una publicación adicional del Boletín Oficial. El incremento correrá a partir de junio.
El gobierno nacional anunció mediante un anexo del Boletín Oficial la suba en las tarifas de gas desde junio, tendrá como promedio un aumento del 6% que regirá no solo para grandes empresas sino también para los usuarios de PyMes y hogares.
Si bien se expresa por diferentes medios que el último aumento de este servicio básico fue durante el macrismo -el duro tarifazo del 29% que se aplicó con Macri en el 2019-, este aumento no deja de ser un nuevo golpe para el bolsillo de miles de hogares que hoy tienen que afrontar una escalada inflacionaria del 17,6% solamente en estos últimos 5 meses, con una variada remarcación de precios que van desde alimentos, ropa, alquileres, nafta hasta servicios como la luz. Además, la actualización tarifaria sigue empujando a dejar más por el suelo a los salarios de miseria que perciben millones de trabajadores del país aportando una vez más al incremento de la pobreza.
Entredichos y perspectivas
Federico Bernal -interventor de Enargas-, realizó diversas declaraciones durante la mañana de hoy. Dejó claro que la decisión del incremento de tarifas fue autorizada por el presidente Alberto Fernández. También expresó que esta suba es “insignificante” y la justificó ligando a que en los próximos meses se consume más gas en los hogares por el deceso de las temperaturas.
Por otro lado, estas “actualizaciones de precios” que se dan bajo los discursos de que las tarifas fueron congeladas durante el 2020 por la declaración de emergencia por la pandemia, responden a las lógicas recetas que envía el FMI -de bajar déficit fiscal- en países deudores como el nuestro. Se expresa ahí la necesidad de reducir los subsidios a las privadas dejando que el usuario pague los costos. Cabe destacar que tanto Alberto Fernández como su ministro de Economía Martín Guzmán tienen fuerte interés en cumplir a rajatabla la deuda externa que incluye la deuda que dejó el macrismo. Expresión de eso fue la noticia del “periodo de gracia” que la dupla consiguió con el Club de París.
Más allá de esta suba particular, el panorama general es crítico. Las empresas junto a la complicidad de los gobiernos vienen poniendo la crisis sobre los hombros de las y los trabajadores que hoy afrontan el día a día con salarios de miseria y con paritarias cerradas muy por debajo de la realidad inflacionaria del país. Es la suba del gas pero también la de la luz, los combustibles, la telefonía y hasta los alimentos. A esta olla a presión se suman las condiciones sanitarias que no dan respiro y que se producen por la negativa de bajar la circulación real cerrando la producción no esencial con medidas sociales.
Frente a esta discusión hace falta volver a poner en foco la necesidad de que los usuarios decidan sobre el funcionamiento de los servicios básicos como el gas. De esa manera poder discutir democráticamente sobre las tarifas y cómo mejorar su servicio como parte de un bien social.