domingo, 24 noviembre 2024 - 00:15

Aumento de la carne. El gobierno “amenaza” con cerrar exportaciones

La secretaria de Comercio, Paula Español, afirmó que “no le va temblar el pulso” si tiene que cerrar las exportaciones de carne si siguen aumentando los precios. Ojalá se cerraran, aunque sea por unas horas, las exportaciones de este preciado producto para la canasta básica de los argentinos. Es que hace poco, el gobierno amenazó con cerrar las exportaciones de maíz y luego reculó después de un “acuerdo” que benefició a los empresarios. Si no cierra… le va a pasar como al pastorcito mentiroso. Nadie le va creer más al gobierno cuando “amenace”. Es más, los empresarios ya saben que muchos dichos terminan en discurso “para la tribuna” en épocas electorales.

  • Ya a principios de febrero, para intentar disfrazar el aumento incesante de este producto de primera necesidad, había acordado con los empresarios un programa de cortes baratos, que en realidad no sólo brindaba carne de dudosa calidad, sino que abarcaba a apenas 6.000 toneladas mensuales. Un convenio que tendría que renovarse en estos días. Ver: https://periodismodeizquierda.com/precio-de-la-carne-cuando-las-vacas-aprendieron-a-volar/
  • Sobre este acuerdo, el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti, luego de quejarse del “sacrificio” que hacen los exportadores, termina señalando que es apenas “una promoción publicitaria del Gobierno”, ya que “seis mil toneladas de carne es menos del 3% de las 189.000 toneladas de carne que consumimos los argentinos por mes”. (1).
  • Lo cierto es que, en un país que tiene el 42% de pobres, en el que la pandemia recrudece y empieza la campaña electoral, la carne sigue subiendo: “saltó más de 9% en las carnicerías: consumo por el piso y el pollo cerca de un podio histórico”, “el consumo local de carne vacuna en los primeros tres meses de 2021 fue el más bajo de los últimos 18 años”  (El Economista, 08/04/2021).
  •  Frente a la amenaza de cierres, los empresarios defienden sus ganancias aduciendo las alzas a un aumento “de costos” de los cuales son totalmente “inocentes”, y señalando además que el gobierno debería lograr que los sueldos aumenten. Schiariti argumentó que: “es baratísimo acá comer carne: cualquier corte de carne en Europa sale entre 60 y 70 euros”, “ningún precio es accesible cuando los salarios son tan bajos”, (2) para terminar reclamando que además se debería bajar la carga impositiva de entre el 40 y 50%.
  • Las declaraciones del presidente de la CICCRA, reflejadas en muchos medios, fueron acompañadas por otros empresarios del negocio agropecuario como el presidente de la Sociedad Rural, Daniel Pellegrina, o Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), entre otros. La impunidad de estos empresarios, llega a que, como señala Schiariti en sus dichos en torno a la amenaza de la Secretaria de Comercio, “no creo que se animen”, “este país necesita los 2.500 a 3.000 millones de dólares que ingresan por exportaciones de carne. Refiriéndose al dinero que el Estado tiene proyectado recaudar y que no tiene como destino principal mejorar la condición del pueblo argentino, sino cumplir con los enormes compromisos que exige el pago de la deuda fraudulenta que Guzmán está negociando con el FMI.
  • Lo cierto es que los “pobres” empresarios, lejos de estar atravesando dificultades, están siendo beneficiados por un importante aumento de los precios internacionales de los alimentos: “hoy la carne en gancho en esos países exportadores vale 3,50-3,70 dólares por kilo versus los 2,50-2,70 dólares de seis meses atrás” (3), y un importante aumento de las exportaciones fundamentalmente a China. 
  • El analista Francisco Ravetti indicó que: en febrero se exportaron 64.000 toneladas res con hueso” (…)”la cifra es un 25% mayor a lo que fue en febrero 2020. En el acumulado de 12 meses se alcanzó un nuevo récord de 920.000 toneladas.”(…) “si se miran las importaciones de China, en los primeros dos meses del año importó 350.000 toneladas de carne vacuna, un 28% más que hace un año atrás y se espera que en 2021 esa tendencia siga creciendo”. (4)
  • El aumento de los precios internacionales de la carne se debe, entre otros factores, a que pese a que en estos días se está viviendo el mejor momento en la cría desde hace diez años, el aumento de la demanda exportadora encontró que los cuatro países integrantes del Mercosur –Brasil, Paraguay, la Argentina y Uruguay– redujeron su producción de carne vacuna en los últimos meses” (5), lo que encareció el producto y además, impactó sobre la demanda interna.

Los empresarios de la CICCRA han presentado un largo estudio de costos para justificar su postura. Si para muestra, como dice el dicho basta un botón, son reveladoras las declaraciones de Schiariti que, luego de reclamar que se aumenten los sueldos para que la gente pueda comer carne, afirmó, sin ninguna prudencia, que: “el sueldo de la industria de la carne es entre 60 y 80 mil pesos para un operario de planta de faena. Yo creo que es bajo si tomamos en cuenta que el nivel del índice de pobreza es de 50.000 pesos. No lo aumentamos porque no dan los costos” (6). Más claro imposible. Los trabajadores de la carne le están brindando una enorme masa de ganancia (plusvalía) a sus quejosos e insaciables empresarios.

Ellos o nosotros

Las enormes cifras de pobreza anunciadas, que incluso, otras mediciones colocan varios puntos más arriba; una inflación galopante, que en el caso de los alimentos es mayor todavía impactando fundamentalmente sobre la población con menores ingresos que dedica gran parte de ellos a la alimentación; un aumento general de los comodities a nivel mundial, que presiona sobre los precios internos; han colocado el debate del modelo económico al orden del día.

El gobierno intenta frágiles negociaciones con los empresarios para lograr una franja de precios un poco más accesible de la que tienen los productos de mejor calidad, los famosos “precios cuidados”. El próximo lunes 12/04 deberá renovar con un aumento estos precios, según anticipan los medios, de alrededor del 5%. Pero para muchas empresas estos “precios cuidados” ya no les dan los enormes márgenes de ganancias que pretenden y existen todo tipo de maniobras especulativas, entre ellas bajar la producción de sus empresas y desabastecer, para salir de los compromisos acordados. Ver: https://periodismodeizquierda.com/pobreza-lo-que-dice-y-no-dice-el-ministro-arroyo/

En medio de estos tironeos y disputas, ante semejantes índices de pobreza, indigencia, desocupación, sub ocupación, trabajo precario, etc., todos los ministros del Frente para Todos y sus opositores del Juntos por el Cambio, hablan de la necesidad de generar trabajo, mientras sostienen un modelo extractivo, que cada vez primariza más la economía (por ejemplo se estuvo hablando durante Macri de exportar ganado en pie). Una economía que no desarrolla ni la industria, ni las obras de infraestructura necesarias para su crecimiento. Un modelo que prioriza la exportación de alimentos y productos necesarios para nuestra población, con tal de acrecentar la ganancia empresaria y recaudar lo necesario para cumplir con la fraudulenta e “impagable” deuda externa.

En medio de estas polémicas, se escuchan declaraciones de importantes referente kirchneristas que, como la diputada Laura Vallejos, sostiene que “tenemos la maldición de exportar alimentos, de modo que los precios internos son tensionados por la dinámica internacional. Es imperioso desacoplar precios internacionales y domésticos…”. El problema es que una medida imprescindible para lograr esto es la nacionalización del comercio exterior, como proponemos del MST en el FITU, la cual es opuesta a los planes del gobierno del Frente de Todos.

Sin un programa radicalmente distinto al que desarrolla el gobierno que sostiene Vallejos, los precios de los alimentos, “el mayor responsable” del crecimiento del índice de pobreza como sostuvo recientemente el ministro Arroyo, van a seguir creciendo sin parar.  Es necesario un programa que empiece por medidas de emergencia aumentando los salarios, jubilaciones y planes sociales al nivel de la canasta familiar, eliminando el IVA  y fijando precios máximos para los productos de la canasta.

Hace falta cambiar la producción de alimentos en nuestro país, realizando una profunda reforma agraria que arranque con  impuestos y retenciones mucho más fuertes sobre los empresarios del agronegocio, para ir desarrollando una nueva estructura agraria profundamente anti capitalista que, dejando de pagar  la deuda externa, termine con los grandes terratenientes y capitalistas del campo, revierta la actual concentración monopólica, que está liquidando la pequeña producción y termine con el “desierto verde”, poblándolo con miles de agricultores apoyados por una planificación estatal de la producción agropecuaria.

Un giro de 180° que termine con un pueblo con hambre en un país lleno de alimentos, que aproveche nuestras enormes riquezas naturales  para alimentar a nuestra población y  utilice los saldos exportables para obtener los recursos necesarios para un fuerte desarrollo industrial, que permita resolver las necesidades de nuestro pueblo.

  • Artículo: “Acá es baratísimo comer carne si lo comparamos con los precios en el exterior”, afirmó un empresario del sector”, publicado en Infobae, 10/04/2021.
  • Ídem.
  • Artículo: La oferta de novillos continuará reducida en los próximos meses”,publicado en La Nación, 10/04/2021.
  • Artículo: Ganadería: la cría, en su mejor momento en 10 años”, publicado en La Nación, 08/04/2021.
  • Artículo: “La oferta de novillos…”
  • Artículo: “Acá es baratísimo comer carne…”

Noticias Relacionadas