viernes, 15 noviembre 2024 - 10:23

Asumió Milei. Anunció un ajuste sin gradualismo contra el pueblo

Este mediodía de domingo finalmente Javier Milei asumió la presidencia del país, luego de varias semanas de negociaciones y armado de su equipo de gobierno, que presenta libertarios junto a macristas, ex funcionarios de las castas y representantes de grandes corporaciones capitalistas. Milei arrancó su paso en el Congreso, pero a diferencia de todos los presidentes no les habló a los senadores y diputados presentes. Recibió el mando, juró y tras unas breves palabras de la vicepresidenta Villarruel, se fue a hablar directamente a la gente que lo acompañó en la calle.

En su discurso, frente a una cantidad de gente bastante menor de la que prometían acompañarlo, Milei terminó anunciando en forma general y sin dar precisiones las medidas de fuerte ajuste que se venían rumoreando. Ahora ya son políticas oficiales y de Estado. Entre sus anuncios más importantes y brutales, estuvo su definición central de que “no hay solución alternativa al ajuste”. Acompañando esto por otro eje que anticipa su política: “los gradualismos siempre terminan mal”.  

Así aprovechó a la vez para justificarse por lo que viene, acusando al gobierno que se va. Milei ratificó que se vienen por lo menos dos años de alta inflación. Incluso llegó a decir que los próximos meses podría haber hiperinflación, y que el drama inflacionario es una herencia que no se puede ya frenar. Así busca contener a sus votantes y prepararlos para las dificultades que vienen, sobre a base de convencer que todo es culpa del pasado.

Sabemos que en el corto plazo la situación empeorará” dijo Milei frente a Plaza Congreso. Y argumentó como explicación no solo el problema inflacionario, sino también el enorme endeudamiento externo, al cual calificó como una bomba y sobre los cuales precisó que tiene que afrontar enormes vencimientos los próximos años. Reafirmando que su política en este punto será de dependencia absoluta a los organismos de crédito internacional.

Milei, quien había comenzado su discurso diciendo que ingresamos a una nueva era, en realidad terminó recitando recetas de ajuste de la misma la vieja era que dice que está terminando. No hay ninguna definición ni medida anunciada que no haya sido parte ya de gobiernos neoliberales anteriores.

En este marco y tratando de dialogar con sus bases sociales y electorales, enmarcó su modelo de ajuste en esta definición: “el ajuste fiscal será sobre el sector público nacional, ahí caerá el ajuste y no sobre el sector privado”. Definición que dio tras comparar varias veces la situación con el Rodrigazo. Reafirmó que habrá estanflación en el horizonte cercano. Y apeló al represor y genocida expresidente Roca, para decir que los grandes cambios se logran con “supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios”.

Finalmente, y tras repetir en torno al tema seguridad, que “quien las hace las paga”, frase que utiliza también Bullrich, mando un mensaje a los sectores que lucharán por sus derechos a comer y a trabajar, al decirles que “el que corta no cobra” y que enfrentará a los que utilizan de los que menos tienen. Eufemismo con el cual busca en realidad atacar la organización independiente en cada barrio popular, algo que no le será fácil conseguir, porque habrá fuertes luchas.

A organizar la pelea

Tras su acto de asunción, queda claro que el país arranca una nueva etapa política, que por la magnitud del ajuste previsto y por el ataque directo a la clase obrera y a los sectores populares, seguramente será un país de fuertes luchas sociales que se opongan a este rumbo. Ya en diferentes lugares de trabajo, sobre todo en dependencias estatales, comenzaron las asambleas y primeras acciones. Proceso que seguramente se profundizará las próximas semanas y meses. Impulsado por la bronca genuina de trabajadores, por la izquierda y como muchas otras veces, sin el apoyo de la burocracia sindical, que en el mejor de los casos se plantea medidas insuficientes y descoordinadas.

Porque acá lo que verdaderamente hace falta después de este primer discurso, siniestro por la magnitud del ajuste anunciado, es preparar un verdadero plan de lucha contra todo el paquete de medidas anunciado. Algo que la cúpula de la CGT no tiene previsto hacer. Como contrapartida, el Plenario del Sindicalismo Combativo sí lanzó una primera convocatoria a una movilización unitaria y de lucha, para el 19 o 20 de diciembre, la cual será el inicio de una ubicación política y de lucha, muy necesaria para la etapa que se abre. De la misma forma, mientras el peronismo sigue sin brújula tratando de reordenarse tras su fuerte fracaso en el gobierno, es la izquierda organizada en el Frente de Izquierda Unidad, la que ya anuncia que confrontará en todos los planos con el gobierno de Milei. Somos el único sector político consecuente en la pelea contra todo tipo de ajustes y con un plan alternativo opuesto por el vértice al actual. El inicio de este gobierno trae aparejada la necesidad de fortalecer a la izquierda más que nunca. A esta tarea invitamos a sumarse a miles de trabajadores y jóvenes.

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