El 20 de agosto de 2018, la ciudad de La Plata fue escenario de una violenta represión policial contra los trabajadores del Astillero Río Santiago (ARS). La protesta, que se desarrollaba frente a la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, terminó con decenas de heridos y detenidos, en un episodio que dejó en evidencia la fuerza de los trabajadores y las trabajadoras navales para derrotar el plan de vaciamiento y cierre.
Los trabajadores del ARS nos manifestamos en defensa de nuestros puestos de trabajo y en contra de las políticas de ajuste implementadas por la gobernadora María Eugenia Vidal. La movilización, que comenzó en horas de la mañana, recibió como respuesta de la Policía Bonaerense gases lacrimógenos, balas de goma y según algunas denuncias, hasta perdigones de plomo.
Uno de los momentos más críticos se produjo cuando un patrullero atropelló a un manifestante, lo que provocó una reacción contundente de los compañeros presentes. Quedó demostrada la fuerza y firme decisión obrera de frenar no solamente a la represión; sino también al plan de vaciamiento y cierre de Vidal, lo que finalmente conseguimos.
El saldo final del enfrentamiento fue de varios heridos, tanto manifestantes como policías, y numerosos detenidos. Y un gobierno humillado que tuvo que guardar sus garras.
Políticas de María Eugenia Vidal contra el Astillero Río Santiago
La gestión de María Eugenia Vidal se caracterizó por una serie de medidas de ajuste y reestructuración en diversas áreas del sector público, y el Astillero Río Santiago no fue la excepción. El ajuste de Vidal fue reduciendo la masa salarial y los gastos operativos de producción del ARS, atacó el salario eliminando conceptos como el premio a la eficiencia y la modalidad del pago de vacaciones, entre otros. También despidió a gerentes de carrera durante la intervención en mayo de 2018.
Este cipayo intento de vaciamiento y cierre de nuestra icónica empresa no cayó en el vacío. El heroísmo de las viejas generaciones de astilleros mantuvo la fábrica abierta, pero los gobiernos peronistas que antecedieron a Vidal mantuvieron intacto el decreto del menemismo que deja al ARS sujeto a privatización. Dicho decreto continúa vigente hoy con Kicillof, demostrando que el proyecto a largo plazo para nuestra fábrica sigue siendo ese que marcó el peronismo de los ‘90.
Cierre, privatización total o parcial, reactivación estatal. ¿Qué propone cada fuerza política para el Astillero Río Santiago?
Milei ha sido claro en su intención de reducir la intervención estatal en la economía, promoviendo la privatización de empresas públicas y la entrega de la soberanía nacional, en el último caso, por la vía del nuevo Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Asimismo, la mayor presencia de la armada norteamericana y de la OTAN en nuestras costas, más la compra de chatarra militar a estos países, confirman que no se busca la reactivación de la industria naval de bandera, no se impulsa ninguna política de defensa de nuestros bienes naturales en el mar, no se custodian las fronteras controladas por el delito organizado, ni se persigue la salvaguarda del comercio marítimo a través de una flota mercante propia.
Por su parte, el excandidato a gobernador bonaerense y dirigente del PRO, Néstor Grindetti, ha mostrado una postura de cerrar el Astillero Río Santiago, en perfecta coincidencia con las acciones de su partido en la gestión de Vidal.
El peronismo, a través de la actual conducción de ATE Ensenada (lista Blanca, lista Celeste y otros), junto a dirigentes del gobierno bonaerense de Axel Kicillof y los intendentes Secco, Cagliardi y Alak proponen cambiar la forma jurídica del Astillero a una Sociedad de Estado. Esto significaría que la fábrica pase a funcionar bajo la legislación de una Sociedad Anónima, permitiéndose la tercerización de servicios y la concesión a privados (como ocurre con el Subte en CABA o Tandanor) y habilitaría el cambio del Convenio Colectivo de Trabajo por simple decisión del Poder Ejecutivo de turno. En síntesis, abriría el camino a una posible privatización. Este proyecto de ley es repudiado por las y los trabajadores de la fábrica.
Lamentablemente, el gobernador Kicillof en sus seis años de mandato no ha reactivado la producción de esta representativa fábrica bonaerense. Y su proyecto de RIGI provincial parece ir en el sentido opuesto al de la inversión productiva estatal o las políticas soberanistas.
En cambio, el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) es la única fuerza política que recoge el reclamo de reactivación productiva del Astillero, con inversión 100% estatal en base a nuevos impuestos a los más ricos de la provincia, con el objetivo de poner en pie una flota mercante estatal y asegurar así nuestra soberanía fluvial y naval. Al respecto, se han expresado numerosas veces el excandidato a gobernador en las PASO del 2023 Alejandro Bodart y la diputada nacional electa por la provincia de Buenos Aires Vilma Ripoll, ambos compañeros del MST.
Estas medidas buscan garantizar empleo para toda la planta de personal, recuperar la capacidad ociosa, mejorar los ingresos y asegurar puestos de trabajo para nuestros hijos y las próximas generaciones de astilleros.
Los desafíos de los astilleros hoy
Los trabajadores del ARS continuamos luchando por trabajo, en la defensa de nuestros derechos y la preservación de una empresa estratégica para el desarrollo industrial del país. El próximo 4 de septiembre serán las elecciones de delegados gremiales, que registra un récord de candidatos antiburocráticos inscriptos, entre los cuales estamos compañeros de Alternativa Astillero como Raúl Sosa, candidateado en Soldadura; Carlos Armua en Mantenimiento y Bomba de agua, y la compañera Sandra Escobar como candidata a delegada de Género. Estos compañeros y otros que somos parte de la lista Multicolor daremos pelea para lograr más delegados que sean independientes de la gestión de la fábrica y los gobiernos, democráticos que decidan todo en asambleas y luchadores para defender los derechos del Convenio y recuperar los que la burocracia nos hizo perder.
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