martes, 5 noviembre 2024 - 05:18

Asambleas Barriales. Desafíos y perspectivas

Desde el 20 de diciembre la respuesta de los cacerolazos en los barrios frente a los ataques de Milei a 10 días de asumir se fue organizando, tomando la experiencia del 2001, como asambleas barriales. Un movimiento extendido por CABA y el conurbano donde articulamos territorialmente distintos sectores de trabajadorxs formales, precarizadxs, jubiladxs, estudiantes y ganamos peso en la pelea contra Milei confluyendo con otros sectores en lucha en el paro del 24E y en las concentraciones en Congreso contra la LO.

Luego de enterrar la LO, las asambleas barriales entramos en un lógico amesetamiento temporal. En todo proceso cuando se logra un objetivo concreto hay un reflujo. Sin embargo, es un tiempo que en muchos casos hemos sabido capitalizar desarrollando balances, perspectivas, intercambios, profundizando debates, reordenamientos. También en muchos casos este tiempo sirvió para desarrollar iniciativas como festivales, charlas, acciones de difusión, participación de apoyo en luchas, toda una experiencia valiosa que aporta a la consolidación de las asambleas y el activismo (militante y no militante) que las construimos. Tenemos un desafío importante para nuestras asambleas y es que marzo, con el inicio de sesiones ordinarias, el 8, el 24 nos requiere activxs para responder a los ataques que está anunciando Milei, conjuntamente con el deterioro del poder adquisitivo global. Para eso es  fundamental seguir desarrollando y profundizar la tarea en cada asamblea de intentar masificarlas, que más y más vecinxs, jóvenes, trabajadarxs se apropien de ellas como herramienta de lucha y organización.

Las asambleas barriales tenemos un importante rol en el proceso general de enfrentamiento al plan de Milei como parte de los sectores en lucha que estamos presentes en la calle como el sindicalismo combativo, movimientos sociales, la cultura, los DDHH, el movimiento feminista y disidente, el activismo socioambiental y las fuerzas de izquierda que impulsan la movilización. Confluyendo de manera más general en los encuentros de la multisectorial que se han desarrollado en el Sutna, Ademys y el INCAA y jugaron un importante rol. Partiendo de nuestra autonomía e independencia, debemos asumir y reafirmar la necesidad de confluencia y coordinación con los demás sectores. Esto es crucial porque necesitamos unir aquello que Milei y el capitalismo quiere separar, nos necesitamos para avanzar en el proceso y en el frente único socio-político que actúa contra todo el plan de ajuste y represión de Milei y en la exigencia de un plan de lucha a la CGT y la CTA. A la vez, también necesitamos, para mejor coordinar con otros sectores, coordinarnos nosotres en una gran coordinación de asambleas del AMBA, democrática y para la acción. Avanzar en esto nos fortalecería como proceso específico, superando la dispersión de asamblea por asamblea, o grupos de asambleas lindantes. Si lo logramos, coordinando las asambleas de CABA, con las asambleas de zona sur y las de oeste, las de Norte y La Plata, será un paso enorme y un grandísimo aporte en el proceso de desarrollo de la lucha contra Milei.

Para nosotres, la necesidad de la coordinación es fundamental y quienes actúan en contra de esta necesidad, abiertamente o de forma solapada, debilitan el proceso. Es cierto y no se puede negar que en nuestros diversos territorios hay especificidades barriales o de “los corredores”, pero la realidad objetiva inexcusable es que el ataque de Milei es global, centralizado y brutal. Ergo, las particularidades lo son en un contexto global al cual es necesario oponerle una resistencia coordinada tomando los problemas globales como eje articulador del conjunto de los barrios, esto al margen de que una gran coordinación de asambleas del AMBA no impediría poder poner en pie acciones por zonas o de cada asamblea. Para poder actuar como sujeto en la realidad política actual, el paso de masificar el proceso y unificarlo organizadamente es una necesidad práctica concreta. Dicho esto, por supuesto que esta coordinación que proponemos tiene que tener características de profunda democracia en un ida y vuelta con las asambleas que permita, por un lado, contener la rica heterogeneidad del proceso y, por otro, actuar de manera coordinada en el proceso de frente único contra el plan de Milei y compañía.

Existe vocación de coordinar, existe una agenda común para todo el proceso y hay coordinaciones parciales como la de zona sur, la de oeste que han votado la necesidad de una coordinación, al igual que algunas asambleas de CABA. Es lógico que haya en algunxs compañerxs algunas desconfianzas debido a la experiencia nociva de la Asamblea De Asambñeas burocrática y cerrada de Baldivieso, pero esa fallida experiencia no puede primar por sobre nuestras necesidades objetivas: lo que proponemos es que a nuestra coordinación del AMBA la construyamos nosotres, desde abajo. Es necesaria una coordinación sana, democrática, sin gurúes autoproclamados, macartismos ni aparatismos y para la lucha. Creemos que eso es posible a corto plazo si nos lo proponemos. Construir esa coordinación con democracia real es el principal desafío de nuestro movimiento ¡pongamos manos a la obra!

Ana, integrante de la asamblea de Ramos Mejía
Santiago, integrante de la asamblea de Lanús
Mica, integrante de la asamblea de Caballito

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