lunes, 23 diciembre 2024 - 00:10

Anuncios cosméticos del presidente. Segunda ola: ¿qué hacer?

Mediante un mensaje grabado, el presidente anunció algunas medidas frente a la subida exponencial de los casos de Covid. Con cara de circunstancia reconoció la gravedad de la situación; pero en lugar de un programa social, sanitario y centralizado de emergencia, derivó las decisiones en el dedo de los gobernadores y realizó anuncios más cosméticos que efectivos para la zona caliente del AMBA. Planteó que recién a partir de las cero horas de hoy empiezan a regir ciertas restricciones a la “nocturnidad” y determinadas actividades sociales y turísticas, pero sin cambiar en esencia la política aperturista funcional a las ganancias de los grupos empresariales. Mucha diatriba contra las barbaridades reaccionarias de la derecha, pero ninguna medida de aislamiento efectivo en las zonas calientes, ni un peso de inversión social para mantener el aislamiento necesario. Nada de fortalecer el sistema de salud y tampoco para la vacunación masiva, comenzando por incautar las vacunas acaparadas por el empresario Sigman en Garín. Se mantiene la presencialidad escolar haciendo oídos sordos a los reclamos docentes de incumplimiento de protocolos y exposición al riesgo. La responsabilidad individual, sigue siendo la cobertura de la ausencia de medidas frente a una situación muy grave que se podría haber previsto.

Caso omiso a las señales de alerta

Después de muchas idas y vueltas el gobierno tuvo que aceptar que el aumento exponencial de casos de las últimas dos semanas corresponde a la esperada segunda ola de la pandemia. Anunciaron durante semanas que se venía la ola y recién ahora reconocen que el aumento de la marea se transformó en “tsunami”. Haciendo caso omiso a la moraleja de la fábula del pastor y las ovejas, no se tomaron las medidas preventivas para la emergencia. Más que lamentarse hay que actuar con celeridad. La segunda ola se expresa en todo el país con desigualdades, estando su mayor impacto en el AMBA. Las esperanzas de hace dos semanas en que los casos bajaran luego de dos o tres días se desvanecieron ante el aumento incesante y generalizado en todo el territorio.

La meseta de 4 o 5 mil casos diarios, como señalamos desde la izquierda y también desde algunos sectores sanitarios, era una señal clara de que la rampa desde la que se asentaría la nueva ola era muy alta. Hoy nos enfrentamos al tercer día consecutivo con más de 20 mil casos, con picos récord en Capital y Provincia de Buenos Aires. En adición, la aparición de variantes por mutación viral como la de Manaos y Reino Unido, ambas ya con circulación comunitaria en el AMBA, Santa Fe y Córdoba, agravan la situación por ser más contagiosas y virulentas. De no implementarse un cambio cualitativo en las medidas, lo que debemos esperar es una mayor multiplicación de casos con el correspondiente aumento de internaciones, casos graves y la curva de fallecimientos. Otro elemento que se agrega es la tremenda presión de contagios dados por el marco sanitario de los países limítrofes como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil: cualquier incremento de circulación con ellos potenciaría los contagios.

Las causas del tsunami

Hay que buscarlas indudablemente en la política oficial: aperturista, con prioridad en las ganancias por sobre la salud, de no abordar los problemas estructurales del sistema de salud y de muy insuficiente vacunación. El gobierno se ha orientado a preservar la economía de las patronales y corporaciones, manteniendo en funcionamiento ramas de actividades no esenciales o que podían realizarse de manera virtual pese a que, superada la primera ola e incluso el rebrote de fines de 2020, siguieran registrándose miles de casos diarios en el país. A ello se sumó la apertura del turismo y la libre circulación durante las vacaciones de verano. Casi 10 mil argentinos viajaron al exterior pese a supuestas restricciones y muchos volvieron contagiados de México y otros sitios, lo que derivó en el incremento de casos hacia fines de enero. Ahora, aunque el gobierno lo niegue, la presencialidad escolar con miles de niñes, jóvenes y trabajadores en las escuelas, además de no respetar los reclamos de la comunidad educativa de protocolos conducentes, aumentó significativamente la circulación en los medios de transporte , otra de las causas de esta segunda ola.

Imagen de Infobae

El autocuidado como eje central

Tanto a nivel nacional como en las provincias, sin grieta que los separe, los gobiernos han propagandizado la premisa de que la culpa del aumento de casos está en la población que “se relajó” y no cumple con las medidas de distanciamiento establecidas. Y el gran foco serían las reuniones familiares y fiestas en lugares “no controlados”, también en fiestas clandestinas. Indudablemente ponen el foco en la responsabilidad individual exclusivamente para encubrir la ausencia de una política sanitaria y social como la que venimos reclamando. Por ceder a la presión de empresarios y comerciantes, obvian que en bares, transportes y fábricas tampoco hay controles y protocolos adecuados y menos comités de emergencia para que les trabajadores intervengan y controlen los mismos. No lo dicen ni lo hacen, porque no quieren ir contra los negocios capitalistas. Y como no hay testeos masivos ni trazabilidad del virus, pueden decir cualquier cosa con aire docto, sin poder demostrarlo. En esto no hay grieta: Larreta es indudablemente defensor a ultranza de mantener todo abierto, pero Kicillof y su gabinete de salud que lo critican y dicen oponerse, tampoco han tomado las medidas sanitarias y sociales que corresponden.

Lejos de la vacunación necesaria

Una noticia de impacto fue que Alberto Fernández se había contagiado a pesar de haber sido correctamente vacunado. La noticia en realidad sería que la buena evolución del presidente se debe a que es parte del 1,5% de los argentinos que ha recibido al día de hoy la inmunización completa con las dos dosis. La inmensa mayoría de la población enfrentará esta segunda ola en los próximos dos meses sin la protección de una vacunación completa o directamente sin vacunarse. Así muchos de los mayores de 60 años estarán expuestos a una enfermedad más grave porque tampoco se completó la vacunación de los grupos de riesgo, porque el gobierno se niega a implementar ya la producción nacional integral de vacunas y a la eliminación de las patentes que las rigen.

Medidas que proponemos

La pandemia agrava la crisis económica que el gobierno descarga sobre el pueblo trabajador. Por ello la reacción tardía, gestual, posibilista y pro patronal, complica más el panorama. Es la lógica capitalista la que ordena la agenda oficial por garantizar la tasa de ganancia empresarial y el pago de la deuda, exponiendo a la población a la pobreza que superó el 40% y al riesgo de contagio. Ya lo dijo el presidente: “cerrar lo menos posible, cuidando la salud sin afectar la economía”, toda una confesión de parte que demuestra a las claras que pese a la pandemia hay más de lo mismo. Desde el MST en el FIT Unidad proponemos, como parte de un programa de emergencia, cuatro medidas absolutamente posibles y necesarias:

1) Multiplicar masivamente los testeos para garantizar un mapeo epidemiológico. Plan de restricción de toda actividad no esencial estableciendo cuarentenas focalizadas según la circulación viral, garantizando aumento de salarios actualizados por inflación, prohibición de despidos y suspensiones y restableciendo un IFE universal de $ 40.000. Suspensión provisoria de la presencialidad escolar en debate amplio con la comunidad.

2) Estructurar un sistema único de salud universal, estatal y gratuito, para poder enfrentar con todos los recursos humanos y de infraestructura a esta segunda ola. Salarios, condiciones laborales y profesionales y bioseguridad para todo el equipo de salud. Exigencia de comités de crisis central y locales, para conducir democráticamente el combate a la pandemia y establecer protocolos discutidos con les trabajadores.

3) La producción nacional integral de vacunas y la eliminación de las patentes que protegen a los grandes laboratorios para poder multiplicar las dosis y acelerar la producción para que llegue antes del pico de contagios de la segunda ola. Comenzando con la declaración de utilidad pública del laboratorio mAbxience de Hugo Sigman con planta en Garín, para avanzar en un plan de vacunas para todes. Desde el FIT Unidad presentamos un proyecto de ley en ese sentido.

4) El no pago soberano de la deuda, cerrando el drenaje de millones de dólares al FMI y un impuesto real y sostenido a las riquezas y rentas. Comenzando por utilizar lo que sea necesario de los 10 mil millones de dólares que ingresarán “extras” derivados del aumento del precio de la soja en los próximos dos meses.

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