El domingo que pasó Sergio Massa, el candidato presidenciable de Unión por la Patria, brindó una entrevista a Luis Majul por el canal LN+ donde, entre otros temas, se refirió a la deuda con el FMI. Como era de esperar, quien hoy es el ministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández, decidió aplicar una memoria selectiva. Anunció que el FMI investigará los “presuntos” ilícitos del préstamo Stand By que tomó Mauricio Macri, pero nada dijo de su rol para legalizar esa estafa con un nuevo préstamo de Facilidades Extendidas cuando era el presidente de la Cámara de Diputados.
Además, como se sabe, el ílicito de ese préstamo no necesita investigación por parte de uno de los estafadores. Diferentes documentos han dado a conocer que hasta se rompió con la carta orgánica del propio FMI, ya que los más de U$S 45.000 millones solicitados por aquel entonces no tuvieron otro destino que la timba financiera.
La campaña presidencial anterior, aquella que catapultó a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner al gobierno, en conjunto con Massa, se basó en la denuncia a aquella deuda. Pero una vez en la Rosada los distintos extractos del ex Frente de Todos decidieron convalidar la deuda por diferentes vías. Principalmente honrando los pagos, pero también con los votos, abstenciones o ausencias en el Congreso para no imposibilitar que el endeudamiento con el organismo de crédito se perpetúe.
Por otro lado, Mauricio Macri, sin tapujo alguno reclama explícitamente no hablar más de la deuda, como si solamente fuera tema pasado y no condicionara actualmente a la economía. Sus dichos contra el actual titular de Hacienda, no son más que parte del cinismo electoral, ahora más enfatizado por su rol de accionario de La Libertad Avanza y la candidatura de Javier Milei.
Ni Massa, ni Macri, ni el propio FMI como querellante de un delito del que fue parte puede traer solución para la crisis económica que sufre el país. Contrariamente a lo propuesto por los modelos políticos mencionados, como lo levanta el MST en el FIT-Unidad, es necesario tomar medidas soberanas que atiendan principalmente las necesidades de las mayorías sociales. Dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI, es una de las medidas cruciales para resolver la deuda interna del país.