sábado, 16 noviembre 2024 - 02:21

Ambiente. El acuerdo del agua con Israel es un retroceso

Se firmó en la casa rosada un acuerdo entre las provincias de Mendoza y San Juan con la compañía nacional de agua de Israel Mekorot, cuestionada a nivel mundial por promover el apartheid del pueblo palestino y privar a miles de agua potable. 

El pasado lunes 5 de septiembre el ministro del Interior, Wado de Pedro, junto al gobernador de San Juan, Sergio Uñac (PJ) y al de Mendoza, Rodolfo Suárez (JxC) participaron de un acto en la Casa Rosada para oficializar la firma de un acuerdo con la empresa estatal de agua Mekarot, con el objetivo de avanzar en la implementación del Plan maestro de conservación y gestión del agua en las provincias de Mendoza y San Juan. Participaron además el  secretario general del Consejo Federal de Inversiones (CFI), Ignacio Lamothe y autoridades de la empresa israelita.

En el acto, el titular de la cartera del Ministerio del Interior enfatizó que “el futuro está ligado a una gestión responsable e inteligente de los recursos naturales, y el más esencial es el agua” y destacó la presencia del Estado argentino en la promoción y articulación de este tipo de acuerdos bilaterales.

En el mismo sentido, el titular del Consejo Federal de Inversiones, Ignacio Lamothe declaró que a partir de ahora “dispondremos de todo el conocimiento de un país que lideró a nivel global la gobernanza de un recurso estratégico”.

La consultoría con la empresa Makarot fue rechazada por algunas organizaciones socioambientales de la zona y referentes locales. Uno de los principales punto de rechazo es que tales iniciativas de cooperación demandarán una serie de inversiones económicas que podrían ejecutarse con conocimiento argentino. Mientras que, por otro lado, se evidencia una clara intencionalidad de optimizar el uso del agua a favor de las corporaciones mineras y emprendimientos privados y no de los pueblos.

Un acuerdo con genocidas

La unidad de los gobernadores de Mendoza, San Juan, autoridades nacionales y empresariales da cuenta de que en cuestiones de negociados y de promulgación de la lógica extractivista no existen las grietas entre los sectores de poder de turno. Por el contrario, la unidad de acción en defensa de la privatización de los bienes comunes a favor de unos pocos es la lógica que los transforma en aliados estratégicos.

Desde la Red Ecosocialista y el MST rechazamos de plano el acuerdo con el Estado sionista y genocida de Israel y empresas asociadas. La lucha ambiental es una lucha por los derechos humanos universales a la vida y el desarrollo, dos cuestiones que el sionismo israelí viene negando sistemáticamente a la población palestina que desde 1946 viene padeciendo la colonización de su territorio, la persecución y la muerte.

La empresa israelí Makarot fue denunciada por  Anmistía Internacional (AI) por negar a la población palestina el derecho a acceder al agua, ya que Israel mantiene un control total sobre los recursos hídricos y ejerce una política racista y genocida sobre el uso de un recurso clave para la vida humana, animal y el cultivo de alimentos.

A finales del 2014 algunas estimaciones daban cuenta de que la población israelí utilizaba cuatro veces más agua que los palestinos. Los colonos sionistas en el territorio de Cisjordania podían disponer de hasta cerca de 500 litros por día, mientras que un ciudadano palestino apenas llega a los 100 litros diarios.

Con el correr de los años esa situación ha ido empeorando y detrás de toda la ingeniería para sostener el apartheid del pueblo palestino se encuentra Mekarot, que ha negado desde hace años la construcción de infraestructuras hídricas a la autoridad palestina del agua, una situación que por ejemplo ha llevado a un empeoramiento en el acceso al agua en la zona de  Gaza debido a que el 95% de la población depende de un solo acuífero y además está contaminado.

El reparto desigual del agua no tiene ninguna explicación lógica, la política del odio y el racismo al pueblo palestino han dado paso al desarrollo de una ingeniería sobre el uso del agua de los acuíferos en zonas palestinas, desalinización y de retorno de aguas usadas que han posibilitado que Israel tenga regalías económicas por la exportación de agua a Egipto y otros países de medio oriente.

Desde hace tiempo venimos alertando que los capitalistas buscarán sacar provecho de la crisis ambiental. De esta forma la empresa Mekarot se aprovecha de todo lo podrido de este sistema capitalista clasista, racista, patriarcal y ecocida que día a día prohíbe de derechos a millones alrededor del mundo y destila su ideología de división de los pueblos y de muerte.

La lucha socioambiental debería tomar nota de este acuerdo y rechazarlo por completo. Por una cuestión clave: no se puede bailar con lobos por más que se vistan de corderos.

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