El gobierno de Javier Milei avanza con una ofensiva xenofóbica, amenazando con arancelar a lxs estudiantes migrantes no residentes en las universidades públicas. Esta medida llega horas después de vetar la Ley de Financiamiento Universitario, intensificando su ataque contra la educación pública y los derechos conquistados. El objetivo es claro: dividir y debilitar la lucha social, mientras los verdaderos beneficiarios de sus políticas siguen siendo las corporaciones y el FMI. Necesitamos radicalizar y unir las luchas como única opción ante un gobierno que avanza contra todos nuestros derechos.
Anoche, cerca de las 10 p.m., el gobierno de liberfachos anunció que va a reglamentar el arancelamiento a lxs estudiantes migrantes no residentes y todo el capítulo educativo que quedó relegado de la Ley de Bases, en medio de negociaciones para su aprobación en el Congreso.
Este ataque ocurre tras la multitudinaria marcha federal educativa, donde cientos de miles nos manifestamos en defensa de la educación pública. Pese a la contundente respuesta popular, el gobierno vetó la Ley de Financiamiento Universitario, declarando la guerra a la universidad pública. Horas después, lanzó la arremetida contra lxs estudiantes migrantes.
El gobierno, que hace pocos días apenas logró convocar a 5 mil personas en un acto marginal en Lezama, torpemente apuesta a confrontar con la marea educativa, que este año ya demostró en las calles la voluntad de defender la educación pública. Estamos ante un gobierno que pierde imagen y busca acelerar su ajuste valiéndose de fake news, como decir que los migrantes son una “carga económica”, fomentando una narrativa de odio, racismo y exclusión. Esto es parte de una política que intenta dividir a la sociedad, generando tensiones sociales y estigmatizando a quienes vienen de otros países en busca de mejores oportunidades.
¿A quiénes afecta esta medida?
Para inscribirse en la UBA, el DNI es obligatorio. Por lo tanto, todxs lxs estudiantes migrantes tenemos algún tipo de residencia. ¿A quién se refiere entonces Milei cuando habla de “arancelar a lxs no residentes”? Existen dos tipos de residencia: quienes provienen de países del Mercosur obtienen la residencia permanente de manera automática; mientras que el resto de lxs migrantes deben renovar anualmente el DNI durante tres años para conseguir la residencia permanente. Es decir, la propuesta del gobierno implica que los primeros años de estudio sean pagos hasta obtener la residencia permanente, dificultando el acceso a la educación superior para la población migrante.
A esto se suman los trámites migratorios, por un lado, cuyos costos el gobierno nacional aumentó un 1500% en julio, y la ineficiencia burocrática por otro, que los vuelve un calvario.
“Teóricamente, a fin de año debería recibir mi tercer DNI, pero ni siquiera me han entregado el segundo. Si ahora me arancelan, me veré pagando durante toda la carrera, porque Migraciones se toma el tiempo que quiere. Es una trampa: te obligan a pagar hasta que te recibas, mientras ellos dilatan los trámites”, denuncia un estudiante hondureño de la UBA.
Este proyecto vulnera décadas de luchas
Esta medida viola el principio de igualdad ante la ley (Art. 16 de la Constitución Nacional), que establece que “todos los habitantes” son iguales y gozarán de los mismos derechos, incluyendo el acceso a la educación. Arancelar solo a migrantes sería una violación directa a este principio constitucional. Además, Argentina es signataria de tratados internacionales como la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y sus Familias, que promueve la igualdad de derechos en servicios esenciales, como la educación.
Lxs migrantes como chivo expiatorio
“Quienes vienen a estudiar a nuestro país no se quedan y no pagan ningún impuesto, es razonable que hagan alguna contribución”, manifestó en el programa ¿La Ves? de TN el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
El martes, el Ministerio de Capital (In)Humano publicó un comunicado argumentando que es insostenible costear el estudio de lxs estudiantes “extranjeros”. Detrás del uso estigmatizante de la palabra “extranjero” no hay más que un mito. Lxs estudiantes migrantes representamos solamente el 4,4% de los casi 2,5 millones de estudiantes que concurren a universidades públicas del país. Cuando los libertarios vociferan sus discursos de odio, se olvidan a propósito de que lxs migrantes también pagamos alquileres, compramos alimentos, usamos transporte público y en todas estas actividades pagamos impuestos, entre ellos el IVA, que es la principal fuente de recaudación impositiva del país.
Lo que hace Milei no es ninguna novedad. Sus políticas xenofóbicas y racistas son una copia barata de los discursos de ultraderecha a nivel mundial. Su objetivo es claro: arancelar la educación para lxs migrantes, el eslabón más débil, para luego ir por el conjunto de lxs estudiantes hasta implementar un sistema de vouchers y la privatización de las universidades. Lxs migrantes somos el chivo expiatorio que justifica el ataque a las universidades públicas, como el enemigo interno responsable de todos los problemas de las universidades, encubriendo así las verdaderas problemáticas: la falta de presupuesto, los salarios docentes y no-docentes por debajo de la línea de pobreza, o la creciente deserción estudiantil debido a los tarifazos y el ajuste brutal en curso.
¿Extranjeros que sí?
El mismo gobierno que dice que no hay plata para que estudiemos, a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), regala las mayores riquezas del país a grandes empresarios de Estados Unidos, China y Europa. Con el RIGI se otorgan por 30 años una serie de ventajas impositivas, aduaneras y cambiarias a las grandes corporaciones internacionales para que maximicen sus ganancias en actividades extractivistas. No nos dejan nada, ya que al tercer año no están obligados a liquidar un solo dólar al país. Solo nos dejan desempleo, saqueo ambiental y represión, amenazando las reservas hídricas y violentando a las comunidades originarias.
Mientras tanto, los verdaderos “extranjeros” que sí se benefician son los acreedores del FMI, quienes son los principales beneficiarios de este gobierno. Son ellos quienes dictan las políticas de ajuste y privatización que implementa Milei. Las recetas del Fondo Monetario Internacional, centradas en la reducción del gasto público, la flexibilización laboral y la apertura indiscriminada a las inversiones extranjeras, son las que están detrás del saqueo a la educación pública y del intento de arancelar a lxs estudiantes migrantes. El gobierno está dispuesto a entregar nuestras riquezas naturales y a hipotecar el futuro de todo el pueblo argentino con tal de cumplir con las exigencias del FMI.
Una cueva de bandidos en la que no se puede confiar
Se prevé que la reglamentación del proyecto se dé luego del debate parlamentario sobre el veto en Diputados, programado para este miércoles 9 de octubre. Los mismos diputados que protagonizaron una escandalosa sesión con compra de votos y maniobras de la casta a favor del gobierno de Milei para convalidar el robo a lxs jubiladxs. En esa casta política no se puede confiar. Por eso, convocamos a todxs lxs migrantes y a la sociedad en su conjunto a rodear el Congreso ese día, para presionar a lxs diputadxs y exigir que caiga el veto de Milei y el arancelamiento a lxs migrantes.
Además, necesitamos coordinar una respuesta con todos los sectores agredidos por este gobierno: trabajadorxs del Garrahan, docentes, estudiantes, jubiladxs y los barrios populares. Es urgente que la CGT y las CTAs llamen a un paro general con movilización y plan de lucha hasta derrotar todo este criminal plan privatista, xenofóbico y reaccionario de Milei. La única garantía es que seamos miles, con la mayor unidad de acción en las calles.
El país se construyó sobre la base de la migración
A finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX, millones de migrantes europeos, principalmente de Italia, España y otras partes de Europa, llegaron al país buscando oportunidades que no tenían en sus tierras natales. La Argentina moderna es el resultado directo de esa mezcla de culturas y nacionalidades. Las familias de esos migrantes, muchas de las cuales llegaron sin recursos, encontraron en la educación pública gratuita una herramienta fundamental para acceder a un futuro digno, dándoles una oportunidad que, en muchos casos, ni siquiera tenían en sus países de origen. Arancelar a lxs migrantes hoy sería desconocer esta realidad.
Defender el legado de la gratuidad
La educación gratuita no es solo una política, es parte del ADN argentino. Es un compromiso con la justicia social y con el ideal de que todos, sin importar su origen, tienen el derecho a educarse y progresar. Arancelar a lxs migrantes implica abandonar ese compromiso y rechazar la idea de que el conocimiento es un derecho, no un privilegio.
Sumate a la campaña que estamos impulsando desde el colectivo Migrantes Sin Fronteras y a la asamblea permanente para debatir cómo frenamos esta avanzada juntxs.
Equipo Migrantes Sin Fronteras