Hoy por la mañana el superministro de Economía que aún no asumió, Sergio Massa, dio a conocer parte de los integrantes que lo acompañarán en su gestión. En esta primera oportunidad, el tigrense dio a conocer por Twitter: “Les comunico que Raúl Rigo será el secretario de Hacienda. Lo acompañarán Jorge Domper como subsecretario de Presupuesto y Claudia Balestrini a cargo de la Subsecretaría de Ingresos Públicos”. Y agregó: “El objetivo es ordenar y cuidar las cuentas públicas”.
Los nombres que empiezan a poblar la cartera de Massa no son ninguna novedad y todos son del talante de quien los convoca. Empezando por Rigo, podemos mencionar que fue uno de los funcionarios que hace un tiempo atrás colaboró en la renegociación del fraudulento préstamo que el FMI le otorgó a Cambiemos. Trabajó durante el paso de Guzmán por Hacienda, además de su ya conocido recorrido por diferentes gobiernos pejotistas.
El perfil ortodoxo que va a profundizar Massa se corresponde con los funcionarios anunciados. Claudia Balestrini fue una funcionaria que en su currículum cuenta con la experiencia de haber trabajado conjuntamente con Alfonso Prat Gay cuando fue ministro de Macri.
Examinar los nombres está demás, principalmente porque lo importante es analizar la política que se sentenció en el mensaje del nuevo superministro cuando comunicó estos nombres: “ordenar y cuidar las cuentas públicas”. Podríamos decir que es una especie de Batakis recargado. No es necesario ser economista para entender que tras esa consigna lo que se avizora es ajuste y más ajuste.
Agenda de entrega
La forma de realizar un relanzamiento para este gobierno, va a estar centrada en la actividad que lleve a cabo Massa. En ese marco, lo que se ha dado a conocer de su agenda para mediados de agosto dice mucho. Ya hay planeado un conjunto de viajes que lo tendrá en diferentes reuniones con funcionarios del Fondo Monetario Internacional, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. A estos destinos también se suma un cónclave con representantes del Club de París y un paso a Qatar, en busca de un aporte del fondo soberano de ese Estado.
Como era de esperar, el amigo del establishment pone primera con los organismos de créditos. Ante la falta de reservas en el país, como varios analistas lo indican, este primer periplo va a tener como objetivo conseguir nuevos dólares para el país. Su traducción no es más que nueva deuda que tomará el país sin consultarle a absolutamente nadie. Faltan los anuncios, pero las especulaciones que permite el perfil del nuevo superministro y la actual orientación del gobierno atada a los designios del Fondo dejan entrever que este nuevo ingreso de dólares puede ser útil para impartir una nueva devaluación del peso.
Todo se orienta bajo la idea de conseguir más dólares va a tener como intención robustecer las reservas para que cuando se efectúe una devaluación no se sienta el peso de una nueva corrida que pueda empeorar el estado de la economía local.
Los primeros pasos de Massa en el poder muestran una hoja de ruta de entrega completa. Será importante avanzar en la organización de los trabajadores en conjunto con los sectores desocupados contra lo que será un plan de gobierno aún más duro contra las necesidades sociales de las grandes mayorías. El superministro con los nombres escogidos y los destinos mencionados, no hace más que profundizar el giro conservador del gobierno del Frente de Todos. Queda esperar sus anuncios en concreto, pero estas primeras acciones no son más que un adelanto de los nuevos ataques al bolsillo que se vienen.