El acto se desarrolló en la mañana del jueves 5 en Venado Tuerto, Santa Fe. El gobierno y Syngenta anunciaron en su planta, un acuerdo para la exportación de 1,2 millones de toneladas de soja para China. La presentación fue encabezada por el presidente Alberto Fernández y participaron los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Agricultura, Luis Basterra; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo y del Interior, Eduardo Wado de Pedro; el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti; el CEO de la multinacional entre otras autoridades.
“El futuro va a demandar otros conocimientos para el desarrollo tecnológico, científico, y el Estado tiene que estar presente. Crecer, que haya empresarios que inviertan, que esa inversión genere trabajo, que haya producción, que se exporte y genere riqueza para Argentina, ese es el secreto, y para eso estamos aquí”, dijo Fernández refiriéndose a la inversión de más de 25 millones de dólares hasta el 2022 por parte de Syngenta para expandir la producción de soja transgénica en las dos plantas instaladas en la ciudad santafesina.
Sobre Syngenta
Syngenta integra el cuarteto de empresas agro industriales más grandes del mundo. Esta productora de transgénicos, agrotóxicos y semillas comerciales, está ubicada en el segundo lugar de los gigantes internacionales luego de Bayer-Monsanto.
Es de origen suizo, pero con actual capital chino. Hoy es administrada por la empresa estatal Sinograin para la operación y la reserva de granos y aceite en el gigante asiático.
La producción de Syngenta está prohibida en más de 37 países, en Europa hace casi dos décadas por la contaminación del agua. Está instalada en Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. La “República Unida de la Soja” es como la empresa llama a los países en donde tiene habilitada su producción que incluye a la molécula tóxica atrazina, inventada por Geigy en 1958, potente agrotóxico.[1]
En Argentina, Syngenta mantiene una estrecha relación con el Frente de Todos. Durante la campaña electoral, el CEO de la empresa, Antonio Aracre, fue uno de los impulsores de la Mesa del Hambre -conformada por sectores empresariales, sindicales y clericales- que creó el Gobierno apenas asumió en 2019 y junto a Alberto Fernández comentan tener una muy buena relación incluso con anécdotas personales.
Las bases del acuerdo: crecer para pagar
Fernández además dijo: “No fuimos capaces de pensar un mundo entre todos, cada uno que llegó pensó en su mundo y no integró al conjunto, tal vez la pandemia nos permita darnos cuenta de la importancia de estar unidos, de trabajar juntos, de entender que cuando gana uno ganan todos. Para eso hace falta que nos animemos juntos a encarar ese futuro, acá el dilema no es si Argentina es agrícola o industrial, el dilema es crecer o no, no depende de otros, está en nuestras manos…”
Además, el gobernador Omar Perottielogió el uso de las nuevas tecnologías en el agronegocio -como la robotización- que reduce la necesidad de mano de obra y es causal de generar mayor reserva de trabajadores desocupados y precarización laboral. También agradeció por la aprobación del uso del trigo HB4, el primer transgénico de ese tipo aprobado en el mundo que resiste al uso de glufosinato de amonio, un potente agrotóxico.
“Debemos sumar la capacidad de nuestra gente al acompañamiento de los sectores productivos, la ciencia y la tecnología”, intervino el gobernador que participó vía videoconferencia del acto.
El acuerdo anunciado no es nuevo. En las conversaciones que mantuvo el canciller Felipe Solá en octubre con China se anticipó del aumento de compra de porotos, harina y aceite de soja por parte del país imperialista. En noviembre, en la inauguración del Seminario virtual China en Iberoamérica, Solá resaltó el incremento de acuerdos comerciales y la “cooperación” entre ambos países.
En ese entonces, Solá declaró que la empresa estatal china Sinograin “acaba de incrementar el nivel de importaciones desde la Argentina en compras de granos y aceites de manera interesante. Vamos a pasar de 300 a 400 mil toneladas de aceite de soja y de 3 a 4 millones de toneladas de granos solo en el caso de esa compañía, y también van a vender más a otras firmas y otros productos”. [2]
Este acuerdo celebrado por el arco empresarial, el agronegocio y el gobierno argentino desnuda el rumbo del presidente Fernández: profundizar el extractivismo, aumentar la producción para exportación para juntar dólares para el pago de la fraudulenta deuda externa y sumar al sector a la flexibilización laboral. Aunque eso continúe degradando el medio ambiente, la salud de la población y no aporte a la solución de la pobreza en la que sumergida la mitad del país.
[1] https://www.lavaca.org/portada/la-otra-monsanto-radiografia-de-syngenta/?fbclid=IwAR1EYe9ZxfJuyasf96HxE6fRa0G9r3-pYfoJocFwBjVldWPb0JUcemo-mrc
[2] https://www.telam.com.ar/notas/202011/535784-sola-destaco-las-coincidencias-de-fondo-entre-argentina-y-china-en-la-vision-del-mundo.html