Luego de la primera jornada parlamentaria en la Comisión de Presupuesto y Hacienda y Finanzas, donde Juan Manzur y Martín Guzmán iniciaron el debate, hoy el gobierno recibió una decena de gobernadores en busca de más apoyo. Los personajes que practican el lobby en favor del acuerdo con el Fondo, por parte del gobierno, son los mismos. Fue el ministro del Interior, Manzur, quien se reunió en primer término con los siguientes mandatarios provinciales: Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Mariano Arcioni (Chubut) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). También se hicieron presente delegaciones de los gobiernos de Santiago del Estero y Santa Cruz, representados por sus vice gobernadores (Carlos Silva Neder y Eugenio Quiroga).
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Las reuniones no terminaron con Manzur. Después de este primer cónclave del día partieron hacia el Congreso. Otro convite los esperaba, esta vez de la mano del presidente de la Cámara baja, Sergio Massa. Como buen soldado del Fondo, el ex intendente de Tigre armó una reunión con integrantes que excedían los colores del frente que integra. Gerardo Morales, gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, también se congregó con el resto de los gobernadores como parte del ala de Juntos por el Cambio que apoya sin reparos la legalización de la estafa macrista. La consolidación que busca el gobierno también apuntó a más funcionarios provinciales que no residen en el Frente de Todos: en busca de los votos que no están en su bloque, Massa llamó al misionero Oscar Herrera Ahuad y al neuquino Omar Gutiérrez, ambos referentes de partidos provinciales.
A partir de lo detallado en el proyecto defendido por Guzmán el día de ayer, para Alberto Fernández no solo resulta clave que los gobernadores ordenen a sus diputados para la votación, sino que empiecen a aceitar los mecanismos para implementar el programa del Fondo. Varios ítems, como el revalúo de los inmuebles, que seguramente contraerá un impuestazo para los trabajadores, tiene que contar con el aval de los mandatarios provinciales.
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Las medidas de ajuste y el plan anti obrero del FMI exigen la unidad de la mayoría de los funcionarios y partidos del régimen. Como así también de los sindicatos y empresarios que hoy pasaron por las comisiones para ser parte de la discusión y, como es advertido por personajes del rubro, harán más propaganda por el acuerdo. La legalización de esta deuda espuria empieza a demostrar de manera más nítida la esencia del Frente de Todos. Con tal de cumplir con el organismo que estafó al país, este frente es capaz de mover sus fichas, cerrar acuerdos con los gobernadores y la oposición, el círculo rojo y la burocracia sindical para continuar su mandato con un programa económico digno de los ortodoxos que denunciaba.