Entre las noticias más importantes figura que el índice inflacionario de marzo que el INDEC informará el próximo miércoles va a ser de terror, se especula con la interna oficialista y sobre si Guzmán continúa o será reemplazado. Mientras, el ministro de Economía ha sobre cumplido los ajustes exigidos por el acuerdo con el FMI en este primer trimestre. O sea que, inflación mediante, está garantizando una brutal transferencia de los bolsillos de los trabajadores y sectores populares y un achique cada vez más grande de las prestaciones sociales a cargo del Estado a las arcas del Fondo.
Al revés de lo que agita la derecha opositora, el ajuste es tan importante que el gobierno pasaría la primera auditoría sin problemas. Así lo revela el periodista Juan Manuel Barca en su reciente artículo En medio de las presiones, Guzmán cumplió las primeras metas del FMI, publicado en la web de Clarín este domingo 10 abril.
Veamos algunas cifras:
- Reducción del déficit fiscal: El acuerdo fija un 2,5% del PBI para el 2022 y un techo del 0,32% para el primer trimestre. Entre enero y febrero se redujo un 0,13% ($ 93.000 millones), con lo que les quedó amplio margen para marzo ($ 130.000 millones).
- Emisión monetaria: con el FMI se acordó bajarla al 1% del PBI (en el 2021 fue del 3,7%). El techo pactado de asistencia del Banco Central al Tesoro fue de $ 236.800 millones. Muy por debajo de esta cifra “finalizaron el trimestre en $ 122.000 millones, por debajo de la meta del Fondo”, según la consultora Eco Go.
Otro economista, Héctor Giuliano, confirma que según el balance del Banco Central “el gobierno no emitió plata, sino al revés, bajó la cantidad de la base monetaria en $ 140.000 millones”. Tampoco emitió Leliqs en este trimestre, que son una de las fuentes fundamentales de financiamiento del Estado (1).
- Reservas: su aumento es clave para pagar a los acreedores internacionales y al nuevo crédito del FMI. Según Equilibra, gracias al primer desembolso del FMI “la meta de acumulación de reservas del primer trimestre: sumó alrededor de US$ 1.600 millones en el primer trimestre del año, mientras que la meta era de US$ 1.200 M”. Ahora tendrá que acumular U$S 2.500 millones en el segundo trimestre, algo cumplible si el gobierno puede acceder a los fondos que ingresarán con la cosecha alta por U$S 7.000 millones y otros U$S 700 de organismos internacionales.
Se viene el tarifazo
El acuerdo plantea bajar los subsidios por U$S 11.000 millones que en el 2021 se destinaron a la energía. Ya en forma previa a la guerra las tarifas internacionales habían subido un 27%, ahora con la guerra en Ucrania se dispararon a las nubes. En este primer trimestre se incrementaron en un 87,5% interanual los gastos en subsidios para este rubro. Se había acordado un 20% de aumento, luego Guzmán planteó un 40%, algo que la próxima audiencia pública tendría que tratar. Como vimos, el gobierno viene juntando dólar sobre dólar para cumplirle al Fondo, así que el panorama es de mayores tarifazos combinada con cortes de energía y falta de suministros, que ya empezamos a sentir.
Los $ 6.000 a los jubilados no alcanzan
Con la inflación volando, el gasto de $27.600 millones para cubrir este bono es algo muy moderado. Representa apenas un 0.04% del PBI. La inflación funciona a la perfección para licuar el gasto público y cumplir con los usureros.
Guzmán y todo el gobierno actúan como muy buenos alumnos del organismo, Cristina y La Cámpora protestan y lanzan bombas de humo como el reciente proyecto de la vice para “pagarle al FMI” con la ayudita del embajador yanqui, con dineros de fugadores que nunca van a encontrar, mientras siguen atados a sus sillones de funcionarios.
Esta deuda no se puede pagar
Lo sabe el gobierno, lo sabe Cristina, la oposición de derecha y el propio Fondo. El negocio del usurero no es que cumplamos con toda la deuda, sino que refinanciemos la estafa y en cada refinanciación quedarse con un pedazo más grande de nuestro trabajo, beneficios sociales y del patrimonio nacional. Para cobrar no les importa si la economía del país roza la hiperinflación; si una nación que produce alimentos y tiene recursos energéticos aumenta las ya injustificables hambruna, desnutrición y pobreza en gran parte de su población y la energía va camino a convertirse en un insumo de lujo.
La única salida es movilizarse para que no se pueda aplicar este acuerdo que intenta el gobierno y que Cristina termina dejando correr, con las enormes penurias que lleva consigo pagar esta estafa. No hay salida intermedia ni renegociación pacífica posible a los que nos declararon la guerra. Porque el desbocado aumento de los precios es un misil silencioso, que mata gente, a veces incluso más que los cargados de explosivos. El único camino es la lucha y la movilización contra esta entrega.
Es el camino que desde el MST en el FIT-U todos los días llamamos a transitar en cada lucha por el salario, el monto de las jubilaciones o los planes, la salud y la educación, contra el remate de nuestros bienes comunes y nuestra soberanía.
- (1)Giuliano hace esta observación aclarando que este gobierno desde que asumió aumentó la deuda pública en US$ 40.000 millones y la deuda del Bco. Central en otros U$S 26.000 millones.