jueves, 14 noviembre 2024 - 18:25

Acto en Plaza de Mayo. Cristina Kirchner y un discurso en defensa del pago de la deuda

Este 25 de mayo, en el aniversario número 20 de la asunción de Néstor Kirchner como presidente, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó un acto en Plaza de Mayo como única oradora. Frente a su militancia y respaldada por un escenario con 250 invitados, que mostraba en primera fila a su hijo Máximo Kirchner, Sergio Massa, el ministro del Interior, Wado de Pedro, Axel Kicillof y hasta Sergio Berni, Cristina dio su discurso que lo adelantó una hora por las condiciones climáticas. Alberto y su gente, los únicos que no fueron invitados. Sin presentar una definición tajante sobre los candidatos del Frente de Todos de cara al proceso electoral, que sigue indefinido por las internas. Sólo dejó entrever que, posiblemente, la fórmula no saldría de: Wado de Pedro, Axel Kicillof y Sergio Massa quienes fueron los más visibles detrás de la única oradora. Queda saber si el “albertismo” avanzará con unas PASO y presentará candidaturas.

Una campaña por el pago al FMI y toda la deuda externa

Lo que sí definió Cristina, por medio de su discurso, fue la orientación de la campaña electoral. El Frente de Todos o el peronismo en la forma que adquiera y dirija la vicepresidenta, como lo reflejaron sus palabras, mostrará una obediencia debida con la deuda externa. Toda la orientación por parte de CFK estuvo centrada en reflejar la importancia de pagar, sin chistar, ese grillete que viene ahogando al país hace décadas, sin importar si tiene un carácter ilegal o ilegítimo. A tal nivel llevó esta bandera política que rescató que Néstor Kirchner haya dicho que pagó “taca, taca al FMI”. Sin mencionar que esa deuda que se honró fue la misma que causó el índice superior al 50% de pobreza que se vivió en el 2001. A pesar de las penas pasadas, la deuda se paga.

Ya para hacer mención al nuevo ciclo de endeudamiento, CFK recalcó: “Lo que recibimos cuando volvimos en el 2019, ¿qué fue? Nuevamente endeudada la Argentina en dólares. Fuimos el país en el mundo que más deuda en dólares tomó. Cuando no se pudo pagar, pasó lo que pasó: otra vez el FMI. Pero con un adicional: ya no eran los préstamos más o menos normales. No, no, no. Le dieron para que pudiera ganar las elecciones 57.000 millones de dólares. Inédito, insólito”. Sin embargo, lo inédito e insólito no puede ser desconocido o mejor dicho expulsado del país. O peor aún, lo inédito e insólito es bancar el pago de ese fraude que realiza Massa, responsable de Hacienda, que hoy estuvo al lado de la vicepresidenta, y además negocia con el FMI una entrega aún mayor con el organismo por el adelanto de US$ 10.000 millones. Un doble discurso que se acaba en el mismo momento de ser pronunciado.

Lo único desconocido por parte de quien dirige el Frente de Todos, es el propio gobierno del Frente de Todos. Aquello que se conoció como la “jugada maestra” de CFK, al asignar a Alberto Fernández como presidente, es lo que la vice no quiere que se le asocie a su persona. No por los funcionarios en sí, sino por los resultados de la gestión: más de 40% pobreza en general, más de 60% de chicos en la misma condición y un gran porcentaje de trabajadores registrados con salarios que no alcanzan y ya llevan más de 5 años perdiendo su poder en términos reales. La amnesia selectiva llevó a que diga las siguientes palabras para referirse a su proscripción: “Créanme que para hacerlo muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. No se trata de confrontar. ¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51% (participación de salario en PBI) y me odian y me proscriben?”. Pero nada dijo sobre la responsabilidad política que hoy tiene en el reparto regresivo de la renta nacional, admitiendo que los trabajadores hayan perdido de forma abismal frente al capital y mucho menos del ajuste que se aplica desde Hacienda con su bendición. Trabajo que, además, es acompañado por los burócratas de la CGT, que, en parte, hoy también acompañaron desde el escenario.

El único logro del gobierno que ella postuló en 2019, es que sea: “infinitamente mejor que el que hubiera sido otro de Mauricio Macri”. Una cátedra de mal menor. Esto es una porquería, no importa la agobiante situación social, porque un presunto gobierno de Juntos por el Cambio, sería aún peor. Una idea que se podría completar, siguiendo la misma lógica, del siguiente modo: Por tanto, trabajadores pobres, esto es lo mejor que tengo para ofrecerles.

Como pagar la deuda y mantener este nivel de ajuste no es algo admitido por las grandes mayorías sociales, Cristina volvió a insistir con lo siguiente: “Necesitamos unidad nacional, fue un préstamo político, y la política tiene que ser la solución”. Otra vez con la idea de una unidad nacional que, como se sabe, ya tuvo varios centros a Larreta. Una unidad nacional al servicio del pago de la deuda externa, justo el 25 de mayo cuando se festeja la patria y no la condición de colonia.

Hay otra salida, es con la izquierda del FIT-Unidad

Este acto, más allá de despotricar discursivamente con algunos factores de poder, como la justicia, pero sin hacer nada en sus gobiernos para cambiar su carácter de casta, fue una muestra más por parte de la vicepresidenta como garante de que el ajuste continúe en el futuro.

Los modelos de país que se discuten en Argentina tienen por un lado a aquel que admite la permanencia del FMI y el pago de la deuda externa y, por otro, a aquel que decide recomponer la soberanía del país, terminar con el ajuste, echar a los organismos de créditos y resolver la deuda interna.

De un lado, a pesar de los matices, se ubica el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y los liberfachos de Milei. En la vereda opuesta, en defensa de los intereses de los trabajadores y sectores populares, proponiendo algo nuevo, el FIT-Unidad. Esta última posición es la que defendemos y militamos desde el MST, como se dejó en claro en la conferencia conjunta con el PO al presentar las principales candidaturas y llamar a un plenario abierto a toda la izquierda.

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