viernes, 22 noviembre 2024 - 19:51

Acampe piquetero. Tres días de lucha, una pelea que continúa

Se cumplieron 48 hs. de un fuerte acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social y con iguales medidas en distintas ciudades de todo el país. Tres días en los cuales se visibilizó a nivel nacional la pobreza, la falta de trabajo genuino, y la insensibilidad del gobierno nacional frente a los que menos tienen. Y demostró, además, que no hay grieta a la hora de combatir el hambre: la estigmatización y el ajuste son las herramientas tanto del gobierno como la peor oposición de derecha. ¿Y ahora?

Nada en el debate público podía ignorar este proceso. No sólo la cantidad de manifestantes, sino que la magnitud de la medida de fuerza de las organizaciones que integran la Unidad Piquetera fue imponente. Tres días con más de 11 cuadras del Metrobús cortado, con miles en las calles de más de 50 organizaciones presentes. Ni el frío nocturno, ni el sol fuerte por las tardes impidieron que, quienes sostienen los comedores populares en varias ciudades del AMBA, recayeran. La jornada, con miles de familias trabajadoras, que hacen changas o directamente no consiguen trabajo, terminó el mediodía de este viernes con un emocionante acto frente al Ministerio.

“Terminamos este acampe sin respuesta del Ministro, después de 48 hs y con una fuerza impresionante por parte de todos los compañeros. Estamos esperando a que Zabaleta nos llame, sino todas sus declaraciones son puro palabrerío. Pero la verdad es que no quieren acabar con la pobreza ni dar trabajo genuino, sino cumplir la receta del FMI, que es ajustarnos y bajar el gasto social. O nos convocan a un diálogo, o se va a seguir profundizando el plan de lucha”, finalizó en su discurso Mónica Sulle, dirigente nacional del MST-Teresa Vive, una de las organizaciones con mayor presencia en el acampe piquetero.

Durante estos tres días, dirigentes del Frente de Izquierda Unidad se hicieron presentes para expresar la solidaridad con esta medida de lucha. Frente al ataque de la derecha más rancia de los Milei y su “Movimiento Antipiquetero”, la denuncia repulsiva de Juntos por el cambio ante cualquier protesta callejera de los sectores populares y la campaña macartista de los medios oficialistas, tratando de desestabilizadores a las organizaciones piqueteras, Alejandro Bodart, Cele Fierro y Vilma Ripoll, entre otros, apoyaron el acampe y denunciaron toda la campaña contra los miles que protestaban en las calles.

Extorsionadores nac & pop

Las declaraciones mediáticas del gobierno nacional frente a la medida de fuerza fueron nefastas , y recuerdan a las peores justificaciones del gobierno macrista cuando miles reclaman contra el hambre. No solamente dejaron en claro la decisión política de negarse a dialogar, por más tecnicismos que utilicen para intentar decir lo contrario, sino que desplegaron una campaña difamatoria y estigmatizadora a las organizaciones piqueteras. “Extorsionadores”, expresaron inescrupulosamente en distintos medios. El impacto nacional del acampe de las organizaciones piqueteras tuvo tal magnitud, que hasta la portavoz presidencial Gabriela Cerruti tuvo que salir a declarar públicamente sobre el tema, anunciando este jueves que no habrán nuevos ingresos a los programas de asistencia.

Incluso, el ministro Zabaleta llegó al ridículo de efectuar en estos días una encuesta telefónica a millones de habitantes, orientada a difamar a las manifestaciones de estos días, llevar las preguntas hacia el odio a la protesta e intentar convalidar su gestión en el Ministerio de Desarrollo Social. Si de verdad quisiera conocer la opinión de miles de familias trabajadoras, debería bajar de su oficina y escuchar a los miles que pelean contra el hambre.

La realidad es que existen más de 17 millones de pobres en el país, según los últimos datos del INDEC. Y que ninguna medida del gobierno hasta ahora pudo revertir esta situación, sino todo lo contrario. El recorte en los programas de ayuda social, la falta de mercadería digna en los comedores populares, recortes en el momento donde más aumentaron los alimentos y cuando el kilo de pan supera los $300, el verso del ‘empalme’ y el trabajo genuino que sólo existe en declaraciones ministeriales, está al servicio de reducir el gasto fiscal solicitado por el acuerdo firmado con el FMI. Quienes pusieron el cuerpo a esta medida de fuerza son personas sin trabajo, con hambre, trabajos precarios y changas sin ningún tipo de continuidad, son quienes contienen en distintos comedores la pobreza que tanto dicen combatir desde el gobierno, pero que crece día a día. Si los precios aumentan, el trabajo genuino escasea, en la mesa no hay comida, y el gobierno recorta la ayuda y castiga a quienes denuncian esta injusticia, ¿quién es el extorsionador?

Si no hay respuestas, la lucha sigue

“Trabajo formal no es una economía precarizada. ¿Quién no conoce de acá qué es una economía precarizada? Si todos los días tenemos que hacer changas para poder salir a comer. Quién no sabe lo que es salir a cortar el pasto, ir a pintar una casa, arreglar plomería, cuidar a un enfermo, limpiar la casa de alguna persona para que hagamos un trabajo y poder traer un mango. Esto cuando existe plata de la población para contratarnos, y cuando no existe no comemos. Entonces no nos dan comida, dicen que dan trabajo y en definitiva lo que hacen, avalados con la política de los movimientos oficialistas que están sentados de los dos lados del mostrador, es decir que la economía precarizada sirve para poder vivir ¡No sirve! Lo estamos demostrando en este acampe. ¡Queremos trabajo formal! No mentiras señor ministro”, fueron las palabras al cierre de la jornada.

La Unidad Piquetera con el MST-Teresa Vive ya adelantaron que, de continuar la falta de respuestas del gobierno, se van a preparar más acciones y más fuertes para la semana que viene. La responsabilidad hoy es del gobierno, porque en cada declaración y medida demuestra que está lejos de querer el diálogo para responder a los reclamos de quienes pelean contra el hambre. Solo busca seguir ajustando a los que menos tienen, para pagarle al FMI. Como reclamaron en estos tres días de lucha, es necesario aumentar el monto de los planes, nuevas altas ahora que hay más pobreza. Incrementar la asistencia a comedores populares. La palabra la tiene el gobierno, que ahora tiene que recibir a la Unidad Piquetera o se seguirá fortaleciendo todavía más, con nuevas y más contundentes medidas, el plan de lucha que se votó en el Plenario Piquetero Nacional, para lograr soluciones para miles de familias trabajadoras.

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