martes, 5 noviembre 2024 - 05:17

Acampe de la Unidad Piquetera. No se puede tapar el sol con las manos 

La imagen de la avenida más grande del mundo copada de carpas a lo largo de 12 cuadras. Los barrios del Conurbano profundo y el sur pobre de CABA irrumpiendo en el centro del poder político del país. El alcance nacional de la medida. Y todo, en directo desafío al plan fondomonetarista de oficialismo y oposición capitalista. Ahora, arremetida estigmatizadora y reaccionaria. Manotazo de ahogado. El movimiento piquetero independiente llegó para quedarse. 

Llegamos de muchos barrios del conurbano como así también de la CABA. Y esto, a pesar de que la policía de Larreta nos quiso amedrentar, no pudo frenar a la enorme multitud de compañeres que venían dispuestos a luchar. La policía y la gendarmería fueron desbordadas y enfrentadas cuando quisieron arremeter sobre nuestras pertenencias que iban a hacer efectivo el acampe. Al ver que no podían lograrlo por tan tremenda cantidad de gente, se retiraron y nosotres avanzamos para concretar nuestro objetivo: hacer visible lo que el poder quiere tapar. La 9 de Julio se ordenó y la postal que tanto molestó a los gobiernos fue la cantidad de carpas que había. No pudieron tapar con bravuconadas, tremendo acampe.  

Fue un primer round ganado: llegamos para quedarnos 48 horas y las calles fueron nuestras. Y así lo registraron los dos gobiernos. Al mismo tiempo se desarrollaba el acampe a nivel nacional y empezaba a ser tapa de diarios y tema de noticieros lo que los piqueteros hacíamos en cada provincia desde la Quiaca a Tierra del Fuego. Les habíamos declarado la guerra a los responsables del hambre y la pobreza. Aunque copamos los carriles centrales de la principal avenida del país, habilitamos las colectoras para que los trabajadores ocupados pudieran ir a sus trabajos. No percibimos rechazo, ni repudio. Es evidente que la situación de conjunto está mal. A diferencia de lo que dice el gobierno y el ministro Zabaleta la medida puso blanco sobre negro la terrible realidad que vivimos los sectores populares con esta agobiante situación económica: la miseria y la pobreza, que por más que digan que bajaron, los indicadores estructurales, sumado al avance de la inflación, hace que todo se recrudezca. Y este no es un problema de los sectores más vulnerables, es de todes les trabajadores. 

El acampe se vistió de bombos, gazebos que mostraban los productivos, los cantantes de ópera del Teatro Colón vinieron a la 9 de julio a cantarnos óperas. La nota fue la sorpresa que cada compañere sentía, esa música que no es para los pobres no porque no podamos escucharla y valorarla sino porque es difícil apreciarla sentados en el teatro porque es caro. ¡Brillaban los ojos cuando cantaron Vinceró! La cultura en el acampe un hermoso adagio. 

Los trabajadores solidarizándose, como los compañeres de la agrupación Bordó que vinieron acompañarnos. Esa es la unidad de los trabajadores y en el piso 17, si no le gusta se jode se jode. Y nos llenó la presencia de nuestres compañeres Alejandro Bodart, Cele Fierro y Vilma Ripoll, que recorrieron el acampe hablando con les compañeres transmitiendo esa fuerza que cada uno sabe brindar. Éramos todos uno. 

Nuestro Teresa Vive estuvo con mucha garra y convencimiento, había calor y no era precisamente el clima porque el tiempo no acompañó, pero no importó, no nos bajó las ganas de seguir ahí, compartiendo un mate, una comida. La camaradería fue prioritaria. Deja enseñanzas el acampe y la lucha no tiene pierde. 

La Unidad Piquetera va creciendo y solidificando su unidad, esa que el gobierno quiere y necesita quebrar y no lo logra. Lo intenta, pero nos une cada vez más porque entendimos el significado de que estar unidos es muy importante para cada lucha de conjunto.

 

El hambre no extorsiona 

Venimos de una gestión a la que no le importó la pandemia, que fue acrecentando la pobreza, la cantidad de compañeres en los comedores, la pesada herencia del macrismo, la irregularidad de la entrega de los alimentos en los comedores populares y la falta de variedad como para poder brindar a la gente un plato de comida, que tal vez sea el único en el día. Y hoy en el marco del ajuste que impone el FMI se hace todo más difícil con la inflación y la suba de los precios. Y sin embargo a estos señores no les interesó no llevar mercadería a los comedores en el mes de marzo, como si el hambre pudiera tener horario y esperar. En este país donde 6 de cada 10 pibis no comen el gobierno no ayuda a soportar semejante necesidad. Sino que la empeora aun teniendo el presupuesto. 

Ante eso Zabaleta que ve desde su piso 17 la postal más linda del mundo que es la unidad en la lucha, no pudo bancar y salió a hablar de extorsión. ¿Extorsión al hambre? ¿A la miseria? ¿A los que estábamos ahí en su ministerio reclamándole por nuestras necesidades? La humildad se pierde cuando las políticas cambian de bando, y el doble discurso deja de llenar la panza. 

Zabaleta dijo que «no discute con quienes extorsionan. Si hay acampe no hay dialogo». Cien mil extorsionadores estábamos acampando. ¿O pensaron que éramos 10 iluminados que arriamos a las personas para fines personales?, otra vez se equivocaron. Porque si no lees lo que la sociedad te dice, la realidad te pasa por encima. 

Duró varios días la campaña de tratarnos de extorsionadores, pero se va a sentar a dialogar con los mismos, ¿entonces representamos o no a los miles de compañeres? 

Lo que no dicen es cuáles son sus prioridades, como el pago de la deuda, no querer reactivar la economía y la enajenación del trabajo. 

Alejandro Bodart, Dirigente del MS-FIT Unidad, en acampe piquetero

Larreta en el campeonato de reaccionarios 

El jefe de gobierno de la Ciudad mandó la policía y la gendarmería a amedrentar, pero éramos miles. 

Hoy martes salió a decir que a los que extorsionan hay que sacarles los planes y exige mano dura al gobierno nacional. Es su pelea por disputarle el electorado a Milei que con su tinte fachistoide sale a decir hagamos Antipiquetes, lo obliga al jefe de gobierno a decir que hay que endurecerse con los piqueteros, pero claro la pelota se la tira al gobierno nacional de Fernández, y que Zabaleta saque los planes, o sea que Larreta es un buen propagandista para las masas de derecha. Porque en el reparto de tareas el solo organiza, como lo hizo siempre. 

Larreta tendría que entender que cuando uno amenaza lo debe hacer, porque si no la lógica es que queda mal parado, si quiere sacar los planes que los saque, que el Estado se haga cargo de cada uno de los comedores que vienen bancando las compañeras diariamente, no lo hizo ni lo hará, porque para eso hay que tener sensibilidad social. Así que para la tribuna está bien, pero para la realidad somos otra cosa. 

Por eso es fundamental seguir luchando, para que cada persona que no tiene nada ni trabajo ni programa sea beneficiario del potenciar trabajo, para eso hace falta la apertura de los programas. 

Por más variedad en los alimentos y por la regularidad de entrega en los comedores. 

Para que cada compañere pueda decidir en cual Unidad de Gestión quiera estar. 

Por un salario acorde a la canasta familiar. 

Para que cada compañera tenga un programa social. 

Por vivienda digna. 

Por trabajo formal y genuino. 

Y para poder construir entre todes una sociedad distinta, igualitaria, socialista, para que podamos lograr la dignidad que nos arrancaron. 

Por eso es necesario seguir fortaleciendo a nuestro MST Teresa Vive, que cumple 20 años de construcción, un movimiento que politice a les compañeres, que les de herramientas políticas, donde el aspecto democrático llevado a cabo en las asambleas sea el cimiento de la construcción. En el camino de construir un gran partido de la clase obrera, internacionalista. 

Mónica Sulle, referente del MST-Teresa Vive

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