El jueves 17 de junio, la medida cautelar que dictó el juez marplatense Alfredo López cancelando la aplicación de la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) fue suspendida por el juez Santiago Martin, del Juzgado Federal Nº2 de la misma ciudad. Ahora la instancia superior, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, debe revocar o confirmar el fallo del anti derechos López.
Más allá de la presentación hecha por el Estado nacional en defensa de la ley y los vaivenes de esta Justicia burguesa y patriarcal, es fundamental resaltar la importancia de la movilización popular. El movimiento feminista, que comenzó a plantear el derecho al aborto desde la apertura democrática en 1983 y fue creciendo a pasos agigantados hasta convertirse en una enorme marea verde, consiguió la ley en las calles. A fuerza de pañuelazos, marchas y vigilias, el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos se instaló en la agenda pública. Y pese a que varios proyectos fueron cajoneados por sucesivos gobiernos, finalmente lo hicimos ley.
De la misma manera, esa experiencia de lucha nos marca el camino a seguir para enfrentar cada intento de los sectores antiderechos: organizades y en las calles. En este sentido, la conducta agraviante y parcial del juez López, no puede quedar en una anécdota. A sus provocaciones en las redes sociales -donde se declara nacionalista católico con una fuerte impronta anticomunista y antiaborto-, se le suman algunos fallos dignos del medioevo. En 2019, por ejemplo, rechazó un amparo de una pareja de lesbianas que pedían a su obra social que les cubra el procedimiento de fertilización asistida: argumentó que los hipotéticos óvulos fecundados y crio-preservados serían“personas en estado embrionario” y por eso“debe prevalecer el derecho a la vida de estas personas (…) que por su condición se encuentran sumamente indefensas y por ello, merecen protección judicial”. Todo esto violando la Ley 26.862 de Reproducción Humana Asistida aprobada en 2013 e incluso un fallo de 2018 de la Suprema Corte.
López es además habitual concurrente de marchas celestes y se vincula con reconocidos neonazis como Carlos Pampillón. Durante la manifestación que convocamos en su repudio días atrás desde la Asamblea por una Sociedad sin Fascismo, que integramos desde el MST con nuestras agrupaciones Juntas y a la Izquierda y Libre Diversidad, el mismísimo juez abandonó su despacho para cantar el himno nacional y posar sin barbijo para las fotos abrazado a sus fanáticos antiderechos. En simultáneo, tuiteaba expresiones tales como “tiranía abortera”, “custodiando el juzgado federal de las ordas femibolches verdes” (sí, escribió horda sin hache), “parece que como Soros ya consiguió el aborto, le cortó los víveres a los idiotas útiles de la izquierda vernácula”.
Es inadmisible que un personaje de tales características continúe siendo funcionario del Poder Judicial, pretendiendo impartir justicia cuando es obvio que no puede respetar el principio básico de imparcialidad. Sobradas muestras ha dado de que se merece un juicio de destitución, por el mal desempeño de sus funciones.
Desde el MST, Juntas y a la Izquierda y Libre Diversidad sostenemos la necesidad de que los jueces y fiscales sean elegidos por el voto popular, por un período limitado y que sus cargos sean revocables y sin privilegios. Te invitamos a organizarte con nosotres paraexigir la aplicación de la ley de aborto y mantener en alto el pañuelo verde: un símbolo de lucha que excede nuestras fronteras y que se han apropiado millones de personas para defender el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.