domingo, 22 diciembre 2024 - 08:20

Abdala. El senador libertario y la casta que no se fue

La exposición mediática no le estaría resultando favorable al senador puntano, ya que, en una entrevista en TN, soltó un sincericidio bien de casta.

Apunta a la gobernación 

Las pujas entre la Rosada y Villarruel le dieron lugar en el fóco público al presidente provisional de la Cámara de Senadores, Bartolomé Abdala. Las luces de las cámaras no le sentaron bien y en una entrevista televisiva dió declaraciones que muestran la esencia de la casta libertaria

Al senador se le preguntó, con cuantos asesores cuenta y confesó: “Tengo más de 15. Muchos en San Luis. Mi deseo es ser gobernador y para eso necesito mantener vivo el territorio”.

Tartamudeando luego de soltar su número de asesores, buscó explicarlo con su sueño por la gobernación. Ahora, ¿los tributos del pueblo tienen que utilizarse para que Abdala realice su candidatura a gobernador de San Luis?

El mismo gobierno que le pide austeridad a los jubilados, se da el lujo de pagar asesores para “mantener vivo el territorio”. Retrucando, el senador sostuvo: “Son mis módulos“. El propio portal del Senado, le atribuye 20 asesores, que según Bartolomé, 12 o 13 estarían en San Luis. 

Nada sorprende de Abdala, que es un personaje a quien le sobra el conocimiento de casta. Como otros miembros del gobierno, el ya fue funcionario en otras ocasiones, en su caso fue en el año 2013 al 2017 cuando estuvo como diputado de San Luis por parte de Compromiso Federal. Antes de eso, había sido ministro de Turismo de Rodríguez Saá en el 2008-2009.

La casta liberal

Pero no es solo Abdala, toda la estructura libertaria sostiene los mecanismos de casta que denunciaban hasta minutos antes de llegar al gobierno. El propio Milei le ha costado $2.300 millones, solamente en viajes al exterior, donde hubo pocos encuentros oficiales y muchos premios y conferencias personales.

Sus viajes conforman el equivalente a más de 10.200 jubilaciones mínimas, según el monto de agosto 2024, o 8580 salarios mínimos, según los números de septiembre. 

De hecho, dentro del bloque nadie se escandalizó luego de las declaraciones de Abdala. Entre tanta disputa interna, donde los libertarios siguen perdiendo músculo legislativo, nadie levantó la perdiz. 

Los propios legisladores libertarios han votado aumentarse los sueldos en varias ocasiones y han tenido que ir marcha atrás ante el repudio popular. De hecho, incluso Milei al descubrirse públicamente que se había aumentado el sueldo, utilizó de chivo expiatorio al secretario de Trabajo de aquel momento y lo despidió.

La fiesta de la casta

Con Milei, la casta está de fiesta. No solo la casta política que no pagó ni un décimo del ajuste que estamos pagando los trabajadores. Sino que también festeja la casta más parásita de todas, que es la empresarial. 

Permite blanqueos turbios, les habilita despedir como se les antoja, les regala los bienes comunes a través del maldito RIGI, les baja el impuesto a los bienes personales. Todas y cada una de sus medidas apuntando a favorecer a ese pequeño grupo de parásitos. 

Milei vendió en campaña que iba a ir por la casta, los resultados dejan a la vista que fue por los jubilados, los trabajadores y los sectores populares. A la casta, ni cosquillas. Y mientras ellos festejan, reprimen a los jubilados que quieren, después de tantos años de trabajo, tener una jubilación que no sea de pobreza. 

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