El gobierno está lanzando en estas horas fuertes concesiones a las empresas exportadoras con el objetivo de aumentar sus volúmenes de exportación para que así ingresen más dólares para fortalecer las reservas del Banco Central. La más importante de estas medidas sería llevar a $ 200 el valor del dólar para las exportaciones de soja. Hay fuertes concesiones a las empresas mineras, a la industria del conocimiento, la exportación automotriz y de combustibles líquidos. El objetivo es juntar, incluyendo prestamos que está tramitando ante entidades financieras internacionales, unos U$S 10.000 millones antes de fin de año. Cuando asumió Massa prometió juntar la mitad de ese valor rápidamente, pero las cosas estarían muy complicadas. En vísperas de su viaje a Estados Unidos, una vez más llama la atención las enormes concesiones al empresariado con el objetivo de cumplir con el FMI, mientras el fuerte ajuste que está implementando dejó a las personas con discapacidad sin atención médica.
Según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC), el gobierno estaría por lanzar un régimen especial para que los exportadores de soja puedan liquidar esta oleaginosa -de la que tienen 21 millones de toneladas en silobolsas- a un dólar especial de $ 200, un monto mucho mayor que el régimen lanzado por Miguel Pesce llamado “dólar soja” que venció este 31 de agosto. Luego CIARA desmintió esta información, señalando que no había confirmación oficial aún, pero sus primeros informes confirman un dato que varios medios periodísticos vienen adelantando en estos días.
Las liquidaciones de soja vienen atrasadas en un 20% con respecto al año pasado. De acuerdo al BCRA, al finalizar el régimen de 70/30 impuesto durante la administración de Batakis, que permitía hacerse de un 30% de dólares y colocar el otro 70% en una cuenta especial en pesos que se actualizará por la cotización de la divisa norteamericana, sólo se habían liquidado U$S 2.600 millones. Se trata de una cifra menor si se tiene en cuenta la situación de reservas de libre disponibilidad negativas del Banco Central. La nueva concesión de Massa apuntaría a recaudar, junto a mejoras para la exportación de maíz, alrededor de U$S 5.000 millones. Se espera que los productores de soja exporten 6 millones de toneladas en lo inmediato. Además, con la mejora para la exportación de maíz se lograría que se exporten 4 millones de toneladas de las 14 que existen almacenadas.
El volumen de las exportaciones agropecuarias, la principal fuente de ingreso de divisas al país, estimado por la Bolsa de Comercio de Rosario arribará a la cifra récord de U$S 40.500 millones a fin de año. Como describe la edición impresa de Clarín de este 31 de agosto, “en el primer semestre el sector ingresó más de U$S 22.000 millones y sin embargo las reservas no suben”.
Concesiones para la minería, las tecnológicas, las automotrices y petroleras
Como ya se ha informado, uno de los objetivos del viaje de Massa y su equipo es reunirse con las mineras Río Tinto y Livent, que proveen baterías de litio a Ford y Volkswagen. Ahora se está preparando un decreto que debería estar listo antes del viaje del ministro, por el cual se les permitirá a las mineras liquidar el 25% del valor de sus exportaciones y retener esos dólares sin necesidad de ingresarlos al país. No por casualidad la Secretaría de Minería de Catamarca es la que está abocada a la redacción del nuevo régimen especial. El plan de Economía sería aumentar un 20% las exportaciones mineras el próximo año, y en lo que queda de 2022 recaudar U$S 1.800 millones, 700 millones más que el año pasado.
Canadá, Estados Unidos y China se encuentran entre los países que más invierten en minería en nuestro país. Las principales exportaciones son de oro 46,1%, litio 30,2% y plata 23,1%. Se estaría buscando que Flavia Royón, la titular de Energía y una especialista en negocios con el litio, brinde importantes negocios a las trasnacionales para la explotación de este recurso. Por su parte el régimen minero además empalmará con el reciente blanqueo de capitales para invertir en la construcción.
Otra novedad es la implementación del “dólar auto”. Por esta medida se eliminan las retenciones a la exportación de las automotrices, que estriban entre un 3% y un 4,5%, para alentar a las empresas a incrementar sus ventas hasta fin de año. Ahora todo lo que exporten por encima de lo que exportaron en el 2020 será recompensado con este régimen. El sector tuvo una caída en junio, pero en el total de los 7 primeros meses del año exportó un 24,4% más que el mismo periodo del año anterior, cuando sus exportaciones sumaron U$S 7.100 millones. Llama la atención el incremento de las exportaciones, cuando se registran retrasos y faltantes en las entregas en el mercado local donde, además, los autos salen en dólares mucho más caros que en otros países.
Las tecnológicas, llamadas empresas del conocimiento también serán beneficiadas por lo que se menciona como “cepo light”. Contarán con la disponibilidad del 30% de los dólares que obtengan por el incremento en sus exportaciones. Se trata del tercer sector exportador de la Argentina. El gobierno estima que terminará este año con un volumen de exportaciones de U$S 7.000 millones, detrás de las exportaciones del agro y las automotrices. Ocupa a 70.000 programadores y los planes del gobierno esperan contar con 300.000 aspirantes nuevos.
Por último, el sistema de “cepo light” que ya había sido anunciado para la exportación de combustibles líquidos por el ex ministro Guzmán fue oficializado ahora por el ministro Massa. Se espera que el sector exporte en todo el 2022 unos U$S 4000 millones, un aporte de U$S 1.000 más de lo anterior. La necesidad de juntar dólares y los buenos negocios para los empresarios hace que el país exporte combustibles, cuando nos matan con un tarifazo que justifican en el encarecimiento de los combustibles que importamos.
Hace falta un plan alternativo
Al ajustazo en las prestaciones sociales del Estado, al tremendo impuesto de una inflación del 100% anual y salarios e ingresos populares por el piso, Massa suma la entrega a los empresarios que más ganancias hacen el país de nuevas concesiones para que exporten y traigan los dólares que se necesitan para las reservas. O sea, que a los que no liquidaron exportaciones, especulando con una próxima devaluación y permitieron la corrida cambiaria, ahora se los premia con mayores facilidades y ganancias. Encima se busca nuevas inversiones de las trasnacionales para extraer nuestros recursos naturales, agudizando la entrega del país. Para colmo, los negocios planteados son, en su mayoría, emprendimientos extractivos altamente contaminantes de nuestros suelos y aguas.
Hay que terminar con este saqueo. Desde el MST en el FIT-U proponemos un plan alternativo al que está implementando Massa con el apoyo del Frente de Todos, que toma las peores recetas de la derecha liberal del país. Para obtener las divisas que necesita nuestra economía se tendría que empezar por parar este saqueo, rompiendo con el FMI y los buitres acreedores externos de la deuda, nacionalizando la banca y el comercio exterior. A los empresarios que especulen hay que aplicarles la ley de abastecimiento y expropiar sus propiedades y meterlos presos, no premiarlos con más y más concesiones para que aumenten sus ya enormes ganancias a costa de la miseria de millones y la entrega de nuestro patrimonio nacional. Estas deberían ser partes fundamentales de las primeras medidas de un programa obrero y popular al servicio de los trabajadores y las mayorías populares de nuestro país.