La lucha en la calle marca el camino para lograr nuestros derechos. En el día de hoy se realizó la segunda asamblea hacia el 8M que a su vez formó parte de una serie de asambleas que realizamos en distintos barrios de la ciudad de La Plata, donde las compañeras tomaron la posta de organizarse y debatir sobre las políticas para enfrentar la violencia de género. Una vez más, las mujeres tomamos en nuestras manos el abordaje y acompañamiento de los casos de violencia frecuente que sufren las mujeres y disidencias en los barrios populares.
Con la presencia de Gloria, compañera organizada en el Teresa Vive, cuyo caso desnuda las falencias que tienen el gobierno y sus instituciones para encarar la violencia machista, socializamos la situación y el acompañamiento que estamos haciendo desde Juntas y a la Izquierda con la compañera Vilma Ripoll. Debatimos seguir movilizades y en alerta, para que el violento de Vera Albert -que además de lastimarla y casi lograr cometer el femicidio, lastimó a su cuñado que a Gloria y a sus hijes; y hoy la sigue amenazado desde la cárcel- siga detenido.
Así también exigir al gobierno y al Ministerio de las Mujeres que le brinden otro lugar donde vivir, acompañamiento psicológico para ella y sus hijes; a la Justicia, que se ocupe de mantener en prisión preventiva a Vera y que cesen las amenazas. Denunciamos el accionar de la Justicia, que deje de mirar para otro lado, o de llamar por teléfono para preguntarle su consentimiento en el caso de quedar libre y ponerle una tobillera, como lo hizo la jueza de familia. La impunidad machista opera con amenazas por distintas vías, con el peligro inminente de que la Justicia libere al violento y pueda llevar a cabo sus amenazas. Esta es la realidad que viven miles de mujeres en todo el país, no es una película, y expresa concretamente una necesidad: que sean los violentos los que tengan miedo y sean encarcelados. No puede recaer siempre sobre nosotras el miedo y la responsabilidad de cuidarnos, la Justicia debe actuar preventivamente junto a una serie de pericias psicológicas para proteger la vida de las mujeres en peligro.
La larga lista de femicidios demuestra el fracaso de las políticas del gobierno, sus campañas inviables, el botón anti pánico, la falta de refugios, recursos y presupuesto insuficiente. Todo un combo que junto a la Justicia patriarcal que los protege o pretende revincularnos con los violentos para “salvar” la institución y la policía, cómplice y parte activa en varios casos de femicidio, generan la vía libre para el accionar de los femicidas.
Desde nuestra asamblea también levantamos la bandera de la lucha por trabajo digno, por salarios acorde a la canasta familiar y por condiciones de vida que nos permitan la independencia económica. Desde distintos sectores de trabajadoras y docentes estatales estuvimos a la cabeza en la pelea para que los gremios paren el 8M.
Entendemos que el sistema en que vivimos es el gran garante del patriarcado y tenemos por delante una doble lucha para liberarnos de las cadenas del capitalismo patriarcal.
El triunfo del derecho al aborto significó, aún con las limitantes impuestas por los sectores del gobierno, un paso enorme y nos deja en muy buenas condiciones para ir por más, así lo expresaron las compañeras en cada intervención, las mujeres trabajadoras y de los sectores populares nos vemos fortalecidas para encarar la lucha por todo lo que nos corresponde.
Este 8 de marzo, no es un día de fiesta, de saludos y fotos hipócritas como las que se saca el gobierno y sus funcionarias, porque estamos hartas del maquillaje progre con el que encubren las políticas de ajuste tremendo que nos imponen.
No creemos en promesas y reformas resonantes con los que pretenden sacarnos de la calle. A las mujeres y disidencias nadie nos regaló nada, ya que todo lo conquistado costó años de lucha y ese es el camino que estamos convencidas en seguir.
Y la mejor manera es como venimos trabajando y construyendo Juntas y a la Izquierda, porque nosotras sí tenemos un plan para salir de la crisis y enfrentar la violencia, y como remarcamos en nuestros cánticos en cada marcha: al patriarcado lo tiraremos junto con el capital.
Majo y Yamile