sábado, 23 noviembre 2024 - 18:52

Consejo Económico Social. Su puesta en escena arruinada por la crisis y represión en Formosa

Se reunió en Parque Norte la primera reunión formal del Consejo Económico Social y tuvo la misma suerte que el primer lanzamiento a toda pompa en el CCK días atrás, cuando fue opacado completamente por el vacunagate. Ahora la crisis formoseña con sus violentas y repudiables escenas represivas, volvió a aguarle al gobierno esta tribuna electoral.

Parece que Beliz y su Consejo no le traen mucha suerte al presidente, podría pensar alguien un poco fantasioso… En realidad, lo que pasa es que la debilidad del gobierno es muy grande y  en medio de la pandemia va transitando de crisis en crisis.

Muchas horas de trabajo en comisión, transitaron representantes del empresariado, la burocracia sindical -que aportó una nutrida representación-, de las organizaciones sociales oficialistas, personalidades del ámbito universitario y científico, junto a los ministros de Desarrollo Social, de Ciencia, de Educación y la presidencia del hombre de confianza del presidente, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.

En medio de la represión en Formosa, el presidente tuvo que esbozar un discurso, que sin mencionar ni una palabra de las escenas que millones de argentinos estábamos presenciando desde hacía varias horas, esgrimió una suerte increíble de generalidades, intentando mostrarse como “un director de orquesta” que buscaba “la armonía” entre los argentinos, cuando las balas de goma y las piedras cruzaban las calles de la provincia norteña y la imagen de los televisores de todo el país.

Los oradores del cierre del Consejo

Detrás de ese escenario medio surrealista, y quizás del todo irreal, los personajes a los que les tocó hablar en el cierre de este evento de largas horas de duración, entre Beliz y el Presidente, mostraron un poco cuales son los actores de esta pieza de teatro electoral.

Primero habló Pignarelli, el burócrata matón del SMATA, célebre por perseguir al activismo de su gremio, por acordar con las patronales automotrices formulas que resignan derechos laborales de sus trabajadores, todo un símbolo, la intervención de este primer disertante, ampliamente elogiada por Fernández luego en su discurso.

Luego en forma sucinta y para disimular un poco, habló Marita Carballo, presidenta de la Academia Nacional de Ciencias Políticas, sobre temas de “big data” y redes sociales. La intelectual K habló de la necesidad de abordar estos temas como forma de superar la “grieta”. No se refirió, por supuesto, a los millones de chicos y adolecentes que no pudieron acceder en pandemia a las clases virtuales por no tener una notebook o conexión a internet… siempre es mejor hablar del futuro.

Le siguió el Secretario General de la CGT, Héctor Daer, quién declaró su “alegría” por estos debates de “consenso”, para reivindicar todo lo que se está “haciendo para que no falte un plato de comida”, en momentos que, por la inflación disparada de los alimentos, las cifras de pobreza, hambre y desnutrición alcanzan niveles históricos.

Cristina Loaiza, que vino de Santiago del Estero, fue la cara de los pueblos pobres. Perteneciente al movimiento campesino indígena y describiendo sus necesidades y falencias, hablando de la defensa del derecho de las mujeres, erró el lugar para discutir y reclamar por esos derechos, y fue funcional al escenario montado.

Por el empresariado, le tocó el turno a Miguel Acevedo, titular de la Unión Industrial, entusiasta de la creación de un Consejo Económico y Social, quien llamo a “derribar preconceptos entre nosotros”. Un discurso muy útil a empresarios y burócratas sindicales, cuando se trata de engañar a los trabajadores para que no luchen contra los empresarios que supuestamente son gente amiga con la cual se puede tener un proyecto de país en común.  

Para finalizar la rueda previa de intervenciones al presidente, Carolina Carrillo, una científica destacada del CONICET, habló de los logros de la comunidad científica y tecnológica. Mientras Beliz describía los representantes de las universidades y de la ciencia y tecnología presentes. Elogiando la “transversalidad” de la reunión, la científica pretende que los conocimientos vertidos por la ciencia argentina sean usados, con la ayuda de estos encuentros,  para el bien de todos.

A su turno Fernández, que se acordó de señalar al representante de la Mesa de Enlace presente, inicio su discurso refiriéndose a la unidad nacional. Hablando de que “todos nos podamos sentar me hace feliz”, escapando de “discusiones estériles”, elogiando al presidente de la Unión Industrial, a los sindicalistas, en especial al modelo de Pignarelli, para luego señalar que estamos en “un tiempo fundacional”, porque la pandemia demostró todas las crisis y el “secreto es que para fortalecerse es que nos fortalezcamos todos”. No perdió oportunidad de despotricar contra “la difamación” de las redes sociales.

La biblia y el calefón

En definitiva una ensalada bien armada, o si queremos utilizar la figura de Discépolo, juntar “la biblia con el calefón” para llamar a la unidad de trabajadores con empresarios, a representantes de organizaciones sociales, con los que usufructúan de la riqueza de nuestro país, con un llamado a la “armonía” y generalidades varias, acordes a un día en que el gobierno sufrió otro duro golpe. Lejos del Fernández combativo en tono de campaña electoral de la Apertura de sesiones del Congreso o de la Cristina Fernández en el juicio por el dólar futuro, este Fernández de la “armonía” contrastó con la falta de armonía que existe en una Argentina llena de luchas de los trabajadores de la salud, de los docentes, contra los despidos, de los desocupados contra el hambre, de los chubutenses contra la mega minería y hoy de los formoseños contra la prepotencia de Gildo Insfrán.

Mientras tanto, en las pantallas de los medios oficialistas, aparecían los otros responsables del desastre. Los dirigentes de Cambiemos, que encabezados por la ex ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, pasaron de apalear a los que nos movilizamos contra la reforma jubilatoria de Macri o de encubrir a los represores asesinos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, a ser grandes defensores de los derechos humanos, criticando el accionar de la policía formoseña. ¡En campaña electoral… todo está permitido!

Otro día de las crisis sin salida que los representantes de este modelo capitalista, del oficialista Frente para Todos en todas sus variantes o de la oposición de Cambiemos, han mostrado su impotencia y sus mentiras para resolver la grave crisis que abarca el país. Solo la izquierda, y nuestro MST en el FIT Unidad tiene una propuesta para “dar vuelta todo” y terminar con la terrible decadencia y miseria a la que los viejos partidos y dirigentes nos están arrastrando.

La tecnología y los avances científicos sólo podrán ser útiles cuando estén en manos de los que quieren utilizarlos para que todos los trabajadores y el pueblo puedan gozar de ellos. Mientras tanto, con esta gente, va a pasar como pasa con la vacuna contra el Covid 19, la salida para el desastre está al alcance de la mano, pero siguen miles de muertos por día, mientras los laboratorios se enriquecen y políticos patronales y empresarios se salvan primero, “salteando todos los lugares en la fila”.

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