Hace algunos días se reunieron los distintos rectores de las universidades nacionales, nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) con algunas declaraciones importantes sobre la universidad y la crisis sanitaria en curso. Presupuesto Universitario una arista fundamental de la situación actual.
Aitor Vuoto
En el plenario del CIN se aprobó el monto solicitado para el presupuesto universitario 2021, el cual asciende a 242 mil millones de pesos aproximadamente. Esta cifra, que resulta prometedora, exige cuatro mil millones de pesos menos de lo exigido por el propio CIN para el supuesto Presupuesto 2020[1]. Es de público conocimiento que para este año el gobierno de Fernández no presentó presupuesto por las expectantes negociaciones de la deuda externa con los acreedores y el FMI. Sin embargo, las universidades han funcionado con el Presupuesto 2019, el cual tuvo una naturaleza de ajuste ya que fue hecho a imagen y semejanza de las exigencias del FMI para el pago de la deuda. Pero ¿por qué el CIN pide lo mismo, incluso menos, para el año próximo que lo que reclamó para este? ¿Estos valores alcanzan para solventar las necesidades y funciones de la universidad pública? ¿Qué es lo que hace falta para garantizar este derecho básico bastardeado por los gobiernos y sus autoridades? Nos proponemos aquí esbozar algunas líneas para responder estas preguntas.
Presupuestos de ajustes
El presupuesto 2019 para las universidades nacionales rondó los 140 mil millones de pesos, contando las transferencias directas del Tesoro Nacional y los programas de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU)[2]. Bajo el gobierno de Mauricio Macri, con la tutela del FMI y la mirada de los mercados financieros; el Presupuesto para ese año fue un verdadero laboratorio de ajuste. Para dicho año el gobierno estimaba una inflación que rondaría el 34% anual y un dólar a $40[3], pero al final de 2019 ésta terminó siendo del 54% (según el propio INDEC) y el dólar ascendió a $63.
En base a esas estimaciones se definió el presupuesto universitario de 140 mil millones, lo que significó una pérdida de 20 puntos con respecto a la inflación, más los ajustes y subejecuciones del presupuesto en los años anteriores. Para el 2020 el CIN se proponía pedirle una cifra de 248 mil millones al gobierno de Macrí frente a los 195 mil que éste proponía para el Presupuesto 2020. Sin embargo, Macri no lo presentó y Fernández en funciones tampoco. La universidad, sin un reclamo por parte del CIN, funcionó con el presupuesto de ajuste del 2019. Para el año que viene los rectores le hacen un pedido al presidente inferior al de este año. La cifra de 242 mil millones deja a un lado, la pérdida de 20 puntos del presupuesto del año pasado, y también el alza de precios de este año que al mes de agosto ronda en un 20% y un 42% interanual [4].
La subordinación a la deuda
“El 83° Plenario de Rectoras y Rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), (…) expresa su apoyo a la propuesta de reestructuración de la deuda externa presentada por nuestro Gobierno nacional”[5]. Así comienza la declaración del anteúltimo plenario del CIN, celebrado el 14 de mayo, en apoyo a la reestructuración de la deuda por el gobierno de Alberto Fernández. Los rectores se sumaron al amplio arco político que celebró el acuerdo entre los acreedores y Fernández. El propio CIN desliza en sus últimas palabras, que con la propuesta se “busca honrar las deudas para preservar el bienestar del pueblo argentino” (Idem). Estamos en desacuerdo en dos sentidos: la propuesta del gobierno no honra, sino legaliza una estafa y, en segundo lugar, deuda externa y bienestar del pueblo son incompatibles. Si observamos la universidad veremos de qué hablamos.
Si tomamos el Presupuesto 2019 el único gasto estatal que aumentó fue el del pago de la deuda, que ascendió a más de 900 mil millones de pesos al terminar ese año, lo que representó un aumento del 60% con respecto al 2018 que fue de 540 mil millones[6]. La hoja de ruta de Macri fue clara, priorizar la deuda externa con el capital financiero en detrimento de los gastos sociales del Estado. Rubros como la salud, educación, ciencia, universidad y otros fueron ajustados en términos reales por su distancia de la inflación, mientras que los pagos de deuda crecieron exponencialmente desde un principio.
Sucede que este año, a pesar de no tener presupuesto, los gastos de deuda se han sostenido. El gobierno de Fernández pagó al FMI en menos de seis meses más de U$S 630 millones de dólares. La prioridad de Fernández es clara también.
Con presupuestos de ajustes durante estos años, la universidad está en rehabilitación con sueldos docentes precarios, predominio de dedicaciones simples mal pagas, recortes de becas y bienestar estudiantil, ajuste en el financiamiento de programas de investigación y extensión, en el marco de la pandemia, sin plata para financiar soportes técnicos para sostener la virtualidad, niveles de deserción alarmante y precarización laboral con el teletrabajo. La urgencia presupuestaria está a la vista, sin embargo, la condescendencia de los rectores al ajuste está latente. Hace tiempo que reparten las migajas del presupuesto nacional, se amoldan a las necesidades políticas de los gobiernos y responden al espíritu mercantilista y neoliberal de la Ley de Educación Superior[7].
El acople de los rectores a las demandas de ajuste de los gobiernos, a las del mercado y los organismos multilaterales como el Banco Mundial, la OMC (Organización Mundial del Comercio) o el FMI, imprime a la universidad una visión gerencial de los recursos de ésta. En este sentido, sostenemos la necesidad de la derogación de la LES, presupuesto genuino y único del Tesoro Nacional sin atarse al PBI.
[1] https://www.cin.edu.ar/conclusiones-del-84-plenario-de-rectoras-y-rectores/
[2] Ver información más detallada en: https://conadu.org.ar/wp-content/uploads/INFORME-DEL-PROYECTO-DE-PRESUPUESTO-UNIVERSITARIO-2019.pdf
[3] https://www.cronista.com/economiapolitica/Presupuesto-La-actividad-caera-05-y-la-inflacion-promedio-sera-de-348-20180917-0032.html
[4] https://www.ambito.com/economia/inflacion/la-agosto-fue-del-27-y-llego-casi-19-2020-segun-ferreres-n5129600
[5] https://www.cin.edu.ar/declaracion-apoyo-a-la-propuesta-de-reestructuracion-de-la-deuda-externa/
[6] https://www.iprofesional.com/economia/307592-el-pago-de-intereses-de-la-deuda-fue-el-mayor-aumento-del-gasto-publico-del-2019
[7] Art 59 de la LES: las universidades “Podrán dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional, mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios…” Ley Nº 24.521